INE: disputa por el poder 1.- No hubo transición democrática

Carlos Ramírez

La batalla por el control del Instituto Nacional Electoral es la expresión probatoria de que México nunca tuvo un proceso de transición a la democracia y que la evolución de un sistema presidencialista en materia de elecciones a una organización intermediadora fue producto de un modelo reformista conducido por la élite priista para evitar la desaparición del PRI que exigía una verdadera instauración de la democracia republicana.

A 35 años de la crisis electoral de 1988 como elección de Estado para entronizar a Carlos Salinas de Gortari como presidente de la República, la fundación del IFE y la evolución a INE nada tuvieron que ver con una verdadera instauración y consolidación de un sistema democrático en el esquema Morlino, sino que el Estado priista hizo evolucionar la organización electoral oficial para consolidar el sistema/régimen/Estado priista a través de intermediarios controlados por las estructuras mayoritarias en el congreso.

La evolución política de México fue aperturista y no fundadora de la democracia:

1.- El gobierno legalizó al Partido Comunista mexicano para hundirlo en el pantano de la institucionalidad. El PCM terminó en un PRD populista-cardenista.

2.- El gobierno priista consolidó el avance del PAN, con el aval de Estados Unidos, en 1984-1985, con el reconocimiento de victorias municipales.

3.- El Gobierno de Miguel de la Madrid avaló el fraude electoral de 1988 –que su hijo Enrique de la Madrid Cordero quiere ocultar– para imponer a Salinas.

4.- El Gobierno de Salinas –que fue producto del fraude a través de la Comisión Federal Electoral de Manuel Bartlett Díaz– fundó el IFE desde el gobierno solo cambiando el nombre y mantener el control vía intelectuales priizados.

5.- El Gobierno de Zedillo hizo ciudadano al IFE, pero a través de la alianza con el grupo intelectual de Nexos que hasta la fecha sigue tendiendo el control político del discurso de la democracia. Todos los consejeros electorales del IFE-INE fueron escogidos por el PRI, el PAN y el partido de Los Chuchos.

6.- La elección presidencial del 2000 no fue producto de una transición en la democracia, sino de un arreglo de las élites ante el riesgo de que el populismo cardenista-lopezobradorista o el populismo priista destruyeran el neoliberalismo salinista.

7.- Los gobiernos panistas de Fox y Calderón pactaron con el PRI el control sobre el IFE y el Gobierno de Peña Nieto apalabró con el PAN para transformarlo en INE bajo el control de la votación legislativa del PRIANREDE.

8.- La reforma del INE en el 2014 fue producto del Pacto por México amarrado por el PRI y el PAN y el PRD chuchista como membrete. En el contexto de ese pacto el presidente Peña Nieto designó a Lorenzo Córdova Vianello como consejero presidente, a partir de su pertenencia al grupo político-intelectual impulsado por Salinas de Gortari en la revista Nexos y sobre todo en el Instituto de Estudios para la Transición Democrática (IETD) de Woldenberg como cacicazgo intelectual.

Desde el IFE, el consejero presidente Woldenberg se apropió de la paternidad de la transición a la democracia, pero solo convirtiendo a ese organismo en una legitimación retórica de una estrategia del Estado priista.

Una transición a la democracia implica la anulación de la fuerza política dominante que controlaba de manera autoritaria el sistema/régimen/Estado, la construcción de nuevas reglas institucionales y constitucionales para un equilibrio de fuerzas sociales y productivas y el reconocimiento de reglas de libertad absoluta para nuevas organizaciones sociales que escaparan de las estructuras de control político y social que controlaban el PRI y la oposición de izquierda y de derecha a lo largo de más de medio siglo. el INE es hoy una comisaría ideológica del régimen priista.

Woldenberg y el IETD se apoderaron del discurso de cambios políticos superficiales que permitieron la permanencia del PRI, la alternancia dos sexenios al PAN y el regreso del PRI a la presidencia, sin modificar la estructura del Estado priista. La reorganización del INE propuesta por el presidente López Obrador desensambla la engañosa transición democrática de Salinas de Gortari-Woldenberg-Nexos-INE.

La movilización contra el Plan B fue organizada por Coparmex-Claudio X. González, el IETD de Woldenberg y el INE del Córdova. Este bloque de poder conservador definió el discurso, perfiló oradores en las dos marchas y construyó un grupo de presión sobre los ministros de la Corte para obligarlos a votar en función de la política y no de la constitucionalidad.

La disputa por el INE es la lucha entre grupos de poder para controlar el rumbo de la democracia mexicana y seguir impidiendo una verdadera transición a la democracia republicana.

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