Los caros caprichos culturales de Raúl Padilla
Pedro Mellado Rodríguez
La vida del jefe político de la Universidad de Guadalajara durante los más reciente 34 años estuvo marcada por muchas interrogantes. Y su muerte, por propia mano, ocurrida el pasado domingo 2 de abril del 2023, también. Particularmente en lo que se refiere al inmenso poder que acumuló como cacique de la institución, que le permitió determinar su rumbo y decidir el uso de sus recursos en forma personalísima, discrecional y patrimonialista.
El funeral de Raúl Padilla López estuvo marcado por hechos enigmáticos: como la ausencia de funcionarios del más alto nivel de los gobiernos federal y estatal; así como el abandono de prominentes personajes de la cultura y la academia que no lo acompañaron a su última morada, aunque se hayan pronunciado sobre su muerte en redes sociales.
Sobre su fallecimiento, al quitarse él mismo la vida, el rector general de la UdeG fue claro, el domingo de su partida. “Nosotros no tenemos ningún duda de lo que sucedió. Sabemos que fue una decisión totalmente del licenciado como todas las decisiones que tomó en su vida”.
El lunes 3 de abril, el mensaje del rector Villanueva Lomelí, luego del homenaje a Padilla López en el Paraninfo de la UdeG, también intrigó a muchos, al advertir que para encontrar vías que permitan la conciliación, cuidar a la universidad y preservar algunas instituciones importantes como la Feria Internacional del Libro, estaba dispuesto hasta a “tragarse el orgullo”.
Explicó Villanueva Lomelí: “Me hace falta un Gobernador que me ayude a terminar mi periodo; me quedan dos años de Rector (…) y no los voy a desperdiciar en un conflicto que sea innecesario (…) Yo soy un conciliador, a mí me gusta construir; entonces, si necesito rehacer cosas para que esta universidad siga creciendo, las voy a hacer”.
¿Habrá quien tenga la fuerza política y la influencia suficiente para seguir manejando en forma discrecional recursos para el proyecto faraónico que Raúl Padilla López dejó muy avanzado?
Entre 2001 y 2020 la Universidad de Guadalajara invirtió un total de 4 mil 856 millones de pesos en el Centro Cultural Universitario, de los cuales 1,332 millones fueron aportados por los últimos gobiernos estatales y mil 422 millones por administraciones federales, refiere el periódico Reporte Índigo el 11 de febrero del 2021, que cita información oficial de la UdeG, en una nota firmada por el reportero Luis Herrera.
Otros 962 millones de pesos fueron invertidos directamente por la Universidad de Guadalajara, 297 millones por el Ayuntamiento de Zapopan, 10 millones aportó el Ayuntamiento de Guadalajara y 832 millones fueron de otras fuentes, entre ellas, créditos bancarios.
El auditorio Telmex costó 590 millones de pesos, la Biblioteca Pública 577 millones y el Conjunto Santander de Artes Escénicas mil 722 millones. El controvertido Museo de Ciencias Ambientales, que está en proceso de construcción, costará mil 358 millones de pesos.
En una nota de la reportera Rebeca Pérez Vega, publicada por Mural el 15 de junio del 2022, el académico universitario y profesor en la UdeG, Juan José Doñán plantea: “Han construido infraestructura ‘cultural’ con fondos públicos, pero que ahora quieran hacer un desarrollo inmobiliario en un terreno público, con un centro comercial y hotel, creo que es tergiversar el concepto de la universidad; esos terrenos de Los Belenes deben utilizarse para lo que fueron donados para fines educativos”.
Explicó Juan José: “La Universidad de Guadalajara se ha metido a hacer cosas que no son de su competencia, su ley orgánica indica que sus labores sustantivas son la educación, la investigación y la difusión de la cultura, pero hay que andarse con cuidado: que me vendan como cultura una presentación de Julión Álvarez, no lo hace ningún empresario del espectáculo, la Universidad ha estirado demasiado la liga y se ha metido al show”.
Para el historiador Juan Arturo Camacho Becerra, también docente en la UdeG, la intención de construir 5 mil viviendas convertiría al Centro Cultural Universitario en un complejo de viviendas con equipamiento para los espectáculos.
“Muchos nos preguntamos, padres de familia, docentes, por qué la UdeG pide dinero si lo gasta en otras cosas; los chicos de prepa reclaman que no tienen ni proyectores; no creo que sea función de la Universidad convertirse en inmobiliaria; una de sus funciones sustantivas es la extensión de la cultura y hasta eso se convierte en negocio, se confunden los señores”, reclamó Camacho Becerra, quien durante muchos años ha sido docente en la UdeG.
A su vez, el también profesor en la UdeG, Efraín Franco Frías advirtió que las prioridades de la casa de estudios deben ser la educación y la investigación. Comparó que el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UdeG, que preside, no tiene un solo peso para desarrollo de proyectos, a diferencia de su par en la UNAM, que tiene 140 millones de pesos de presupuesto al año.
“No se está atendiendo de manera adecuada la calidad académica e infraestructura para los estudiantes, para la planta docente, por lo tanto me parece surrealista que la Universidad se preocupe tanto por una infraestructura cultural de primer mundo a la que no tienen acceso ni los estudiantes, ni los artistas, ni los académicos de la propia Universidad”, dijo Franco Frías.
Entre 2010 y 2022 las empresas universitarias que manejaba Padilla López tuvieron presupuestos de egresos que sumaron 7 mil 787 millones de pesos. Durante trece años, el promedio de gasto anual de las empresas universitarias fue de 599 millones de pesos, suficientes para operar un centro universitario completo.
En ese mismo periodo, según números oficiales proporcionados por la propia universidad, 1 millón 29 mil 302 jóvenes pretendieron ingresar a esa institución para cursar una licenciatura. Fueron rechazas 609 mil 616, por falta de cupo, el 59.22 por ciento del total.
Durante 11 años, entre 2012 y 2022 la UdeG dispuso de 2 mil 142 millones de pesos para el área de Vinculación y Difusión Cultural (desde el 2021 denominada Extensión y Difusión Cultural), que lubricaron la buena imagen de la institución en medios de comunicación -prensa, radio y televisión-, pero principalmente blindaron de la crítica a Raúl Padilla.
Este año la UdeG tiene un presupuesto anual de 15 mil 674 millones 896 mil pesos. Y para las 13 empresas universitarias se destinarán 587 millones de pesos.
¿Han sido exitosas estas empresas que manejaba Raúl Padilla y le han aportado recursos a la UdeG para algún proyecto sustantivo en los ámbitos de la educación, la docencia y la academia?
El 10 de abril del 2003 Mural publicó una nota firmada por el reportero Denis Rodríguez, que establecía: “En general, las empresas de la UdeG redujeron sus utilidades un 26.4 por ciento en el 2002 con relación al año anterior. De 14 millones 739 mil pesos netos que captaron las arcas universitarias por esta vía en el 2001, la cifra bajó a 10 millones 848 mil en el 2002”. El 18 de mayo del 2002 el Consejo General Universitario extinguió la Coordinación de Empresas para crear el denominado Corporativo de Empresas Universitarias, dependiente de la Coordinación General Administrativa.
El jueves 12 de julio del 2012, el rector Carlos Jorge Briseño Torres designó al exrector (1989-1995) Raúl Padilla López, presidente del Consejo de Administración del Corporativo de Empresas Universitarias. En nota publicada en Mural por el reportero José Alonso Torres, se advierte que Padilla López anunció que buscaría que las empresas universitarias generaran 400 millones de pesos de utilidades en siguientes seis años, en comparación con los 100 millones generados del 2001 al 2006.
Otro balance, publicado en Mural el 28 de mayo del 2014 reseña: “Aunque el Corporativo de Empresas Universitarias oficialmente está hecho con el fin de generar recursos para la Universidad de Guadalajara (UdeG), cinco de las 18 que maneja son un pozo sin fondo. Del 2001 al 2013, éstas registraron pérdidas y son salvadas por las ganancias de sus “hermanas”, como Proulex y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). En 2013 las ganancias del Corporativo fueron de 47 millones 251 mil pesos.
El 18 de noviembre del 2017 Mural informó que la Operadora Auditorio Metropolitano de la UdeG reportó que entre 2009 y 2016 tuvo ganancias de 8 millones 503 mil 240 pesos, lo que significaría apenas 1 millón 214 mil 748 pesos por año, según datos del Corporativo de Empresas Universitarias. En algunos años registró pérdidas. Los únicos dos años que tuvo utilidades relevantes, por 74.5 millones de pesos, fueron 2007 y 2008, gracias a la inyección de recursos de la empresa Telmex por 126 millones 773 mil pesos (10 millones de dólares), a cambio de que el inmueble llevara el nombre de esa marca comercial.
El Hotel Villa Montecarlo de la Universidad de Guadalajara (UdeG) se hunde en números rojos: durante los últimos ocho años acumula pérdidas por 18.2 millones de pesos, señala nota de Mural publicada el 18 de marzo del 2019. En el mismo tono, el periódico advierte al día siguiente: “El proyecto de energía sustentable le está saliendo costoso a la Universidad de Guadalajara (UdeG). Desde su creación en julio de 2016, la empresa Operadora Universitaria de Energía suma pérdidas económicas por 11 millones 323 mil 860 pesos, según el Informe de Actividades 2018 de la UdeG”.
El 22 de febrero del 2021 el rector de la UdeG, Ricardo Villanueva, informó que la pandemia de Covid-19 también le pegó al Corporativo de Empresas Universitarias de la UdeG. Reconoció que al ser empresas autosuficientes, sus ingresos cayeron durante la contingencia sanitaria y ello obligó a hacer recortes de personal, los cuales no detalló. Para asegurar que esos entes empresariales sigan operando, incluyendo el Auditorio Telmex, la UdeG no descartó pasarlos a manos de particulares a cambio de alguna contraprestación.
Aunque las autoridades universitarias insisten que las empresas universitarias son autosuntebles, el Conjunto Santander de Artes Escénicas es dependiente del subsidio, ya que 6 de cada 10 pesos que gasta provienen del erario público, señala una información de la reportera Rebeca Pérez Vega publicada el el 7 de noviembre del 2021 en Mural, que además, agrega: “Del total de egresos, casi el 50 por ciento, es decir 92.5 millones de pesos, se va al pago de nómina de los 58 trabajadores”.
La información precisa que la directora del inmueble, María Luisa Meléndrez Bayardo, ganaba un salario mensual de 99 mil 384 pesos, en tanto que el Director de Servicios Generales, Francisco de Anda Martínez, tenía ingresos por 74 mil pesos brutos al mes. En el presupuesto oficial de egresos de la UdeG 2021, el salario para el rector general, Ricardo Villanueva Lomelí era de 89 mil 949 pesos y el del vicerrector de 77 mil 376 prsos.
La promoción cultural, feudo privilegiado de Raúl Padilla en la Universidad de Guadalajara le ha costado muy caro a los jaliscienses. Y en los más recientes 13 años, los recursos que pudieron haberse canalizado para áreas prioritarias de la docencia, la academia y la investigación, se desviaron para satisfacer los caprichos del cacique, en detrimento de la ilusión y la esperanza de cientos de miles de jóvenes que jamás tuvieron cabida en sus aulas.