El falso debate sobre los libros de texto gratuito
Ulises Lara López
El niño originario de Hidalgo llamado Roi Fernando Monroy, ganó el primer lugar dentro del Campeonato Mundial de Aritmética. Ante 700 competidores de más de 40 países, entre ellos China, Estados Unidos y Canadá, el pequeño de 9 años de edad triunfó en su categoría en el ALOHA Mental Arithmetic 2023, cuyo reto implica resolver 70 operaciones aritméticas de manera mental en solo cinco minutos.
En tanto, en nuestro país corren mares de tinta en relación a los libros de texto que sí incluye un precario número de páginas al pensamiento lógico matemático y, derivado de ello, ahora resulta que todos son pedagogos especialistas que, anteponiendo el derecho a la niñez, quieren quemar libros o arrancar las páginas que consideren incorrectas, convirtiéndose en realidad en censores ideológicos.
En relación a los comentados juicios de amparo sobre los nuevos Libros de Texto Gratuitos (LTG), la Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que ha cumplido escrupulosamente con el desahogo de requerimientos judiciales y a todo principio de legalidad solicitado. Señaló, también, que se encuentra en tiempo, en forma y en condiciones de publicar los programas de estudio definitivos (sintéticos) que han constituido la base para elaborar los nuevos libros.
Hasta hace unos días, la SEP no había sido notificada oficialmente del requerimiento de amparo al que se refieren prácticamente todos los medios de comunicación e informa que implementará el mecanismo legal correspondiente para atender dicha notificación. De nuevo la realidad es que el juez de amparo no entró a los contenidos sino a las formas para evitar la impresión y distribución de los Libros de Texto Gratuitos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no hay impedimento legal para que los nuevos libros de texto gratuitos de educación básica se entreguen en las escuelas el próximo ciclo escolar. “No hay ningún juicio de amparo que impida que se distribuyan los libros, no hay nada que impida eso”, afirmó luego de que una jueza dio 24 horas de plazo a la SEP para que someta a consultas previas y rediseñe los materiales educativos.
El amparo fue interpuesto por la Unión Nacional de Padres de Familia, organismo de ultraderecha que, una vez más, busca sabotear las políticas educativas del gobierno federal. A este instrumento jurídico se sumaron los estados de Guanajuato y Chihuahua.
Derivado de ello, la juez Yadira Medina Alcántara emitió un segundo ultimátum a la Dirección General de Materiales Educativos de la SEP y en particular a la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG) para que frenen la impresión y distribución de dichos materiales en tanto no acrediten que sus contenidos concuerdan con los planes de estudio fueron consultados con los gobiernos estatales y especialistas.
El fallo de la juez se inscribe en una doble campaña cuya finalidad es reventar el proyecto de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) e impedir a las autoridades que cumplan con el mandato de actualizar, como en cada sexenio se hace, los programas de estudio.
Es claro que esta crítica proviene de organizaciones y opinadores convergentes con el conservadurismo que regularmente se ha opuesto a cualquier avance progresista en las aulas y hasta la fecha mantienen un rechazo a temas como la educación sexual integral, la laicidad, la tolerancia religiosa y todos aquellos asuntos que entran en contradicción con el fundamentalismo católico; además de alentar la crítica al gobierno actual en todas sus políticas y acciones general.
Sea por coincidencia con esos valores medievales o por su determinación de contrariar sistemáticamente al gobierno federal, los medios de comunicación corporativos, la élite académica y la comentocracia, se han sumado con entusiasmo a la cruzada de estas organizaciones ultramontanas contra el cambio curricular.
La campaña de desinformación y estigmatización contra los libros de la es movido por intereses de la industria editorial, que encontró una mina de oro en los libros de texto que la SEP distribuye de manera gratuita.
De todo este remolino mal intencionado, lo que debe prevalecer intacto es el deber del Estado para hacer efectivo el derecho a la educación pública que tienen millones de niños y adolescentes en todo el territorio nacional.
Por ello comparto el pronunciamiento dirigido a la opinión pública de gobernadoras y gobernadores emanados de MORENA en defensa del carácter democrático, cultural y humanista de la educación y su compromiso con el presente y futuro de la niñez mexicana frente a la propuesta propia de la era de la Santa Inquisición para que “los padres de familia destruyan los libros en su totalidad… o una parte de ellos”, que uno de los representantes de la oposición sugirió.
Quiero concluir, retomando otro caso de éxito de alumnos que se destacan por sus participaciones y logran subir en los primeros lugares del pódium, eso ocurrió con los alumnos del Cetis 25 en Tecate, Baja California, que obtuvieron Medalla de Oro en el Festival de Ciencia África 2023. Estoy convencido que hay mucho mérito propio de los jóvenes pero también de las instituciones y sus docentes, preferiría poner a debate que poner libros de texto gratuito para secundaria y bachillerato en lugar de hablar de destrucción de materiales educativos porque son contrarios a nuestras creencias e ideología.