Ni un centavo de los recursos propios del gobierno de Rocha para la UAS

Álvaro Aragón Ayala

El gobierno de Rubén Rocha Moya no tiene proyectado apoyar con recursos propios a la Universidad Autónoma de Sinaloa. De los ingresos estatales no se incorporará ni un peso al presupuesto que reclama la Casa Rosalina para el ejercicio 2024. El gobierno únicamente le canalizará recursos ya etiquetados, federalizados, del presupuesto de egresos, dinero que por ley le corresponde a la institución. No hay planes, pues, de “reforzar” el apoyo financiero a la Universidad.

La UAS se alimenta financieramente de tres vías: del presupuesto federal que envía directamente la SHyCP-SEP al gobierno estatal para su entrega inmediata a la máxima casa de estudios. Del presupuesto federalizado que se integra al Presupuesto de Egresos del gobierno Estatal, también para su depósito a la Universidad, y de los recursos propios, autogenerados por la institución.

En atención al proceso de designación del presupuesto 2024, la UAS pidió al Gobierno del Estado y al Gobierno Federal, la adición al presupuesto federal, de más de 2 mil 640 millones de pesos federalizados. El Congreso Federal respondió a la solicitud de la Universidad e incorporó así más de 2 mil millones de pesos al presupuesto del gobierno rochista para su entrega a la Casa Rosalina en partidas mensuales.

El gobierno de Rubén Rocha con base a otros recursos federales que le envió la Federación para atender los problemas financieros de las universidades públicas del Estado podría aumentar ese apoyo federal, pero no lo hará, en el entendido de que son recursos, no propios de la administración estatal, sino dinero de la Federación. El gobierno está impedido para otorgar un presupuesto federal y federalizado menor al del 2023.

El gobierno de Rubén Rocha emprendió una campaña para hacer creer a la sociedad que sí apoya financieramente a la UAS, cuando tan sólo es un conducto para recibir y depositar los recursos federales y federalizados a la institución, pero no tiene contemplado entregar a la Casa Rosalina recursos propios captados por el gobierno estatal a través del cobro de los impuestos a la producción, al comercio, sobre nómina y predial, por derechos (registro civil, licencias y permisos), por productos (bienes muebles e inmuebles) y por aprovechamientos (multas y recargos) locales.

La casi totalidad del presupuesto del gobierno de Rubén Rocha proviene de recursos federales con base en la Ley de Coordinación Fiscal, que estipula los montos de las transferencias y los medios a través de los cuales se realizan. Estos recursos salen de la Recaudación Federal Participable que se obtiene de impuestos federales como: el Impuesto al Valor Agregado, Impuesto sobre la Renta, Impuesto Empresarial a Tasa única, Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios, Impuesto Sobre Autos Nuevos y derechos sobre hidrocarburos y minería.

Rubén Rocha publicita que su gobierno “apoyará como nunca a la Universidad” ocultando deliberadamente que su gobierno no aportará ni un centavo a la Casa Rosalina y que sólo transferirá los recursos que le hagan llegar de la Federación. El presupuesto federalizado solicitado por la UAS aún no pasa por el cedazo del Congreso Local, en donde los diputados de Morena se desgarran las vestiduras vociferando sobre los “recursos estatales”, que no los hay, que se entregarán a la UAS.

La campaña desplegada por el gobierno rochista para aparentar que sí apoya a la UAS tiene como propósito enmascarar otra cruzada, la del linchamiento público y la criminalización que ha emprendido, que él promociona, contra los funcionarios de la institución, a quienes ha fabricado delitos para encarcelarlos porque no le quieren ceder el control político, financiero, académico y administrativo de la universidad.

El gobierno de Rubén Rocha no proporciona ningún apoyo para que la UAS afronte sus problemas estructurales como es el pago de la jubilación dinámica que no viene contemplado en el presupuesto federal ni federalizado y que absorbe más de 2 mil millones de pesos del presupuesto anual de la Universidad.

Sí, el gobierno rochista sí proporciona un apoyo “adicional” para pagar un adeudo universitario de 4 mil millones de pesos al SAT, problema generado por el propio Rubén Rocha, quien, en su periodo de Rector (de junio de 1993 a junio de 1997), sin la anuencia de la SHyCP, de manera unilateral, eximió del pago del Impuesto Sobre la Renta a los trabajadores administrativos de la UAS, provocando la acumulación de un adeudo fiscal exorbitante.

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