Argentina y México, dos propuestas de populismo
Carlos Ramírez
Más importante que los calificativos ideológicos que le están endilgando a Javier Milei –como ultraderechista y hasta fascista–, la principal lección política y económica que dejó su victoria en Argentina es muy sencilla de explicar: fracasó el modelo económico populista del peronismo y sobre las ruinas de una economía rota emerge, casi en automático, el modelo neoliberal del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
En Argentina terminó, después de casi 80 años, con altas y bajas, en el poder y en la oposición, y con gobiernos civiles y militares, un modelo de desarrollo basado en el beneficio a las mayorías populares con estos costos de inestabilidad financiera. Al peronismo de los Kirchner se le debe acreditar una política económica que privilegió el apoyo de las masas por encima de cualquier otra prioridad, que funcionó sin respetar las reglas de la inflación y que provocó una crisis inflacionaria y devaluatoria con alto costo social.
En este contexto, el debate sobre la victoria de Milei debe darse en función de analizar las razones del fracaso del populismo argentino y de enmarcar las propuestas del candidato opositor en los modelos de estabilización macroeconómica del FMI y de reforma estructural del Banco Mundial para liquidar al Estado con preocupaciones sociales.
A mediados del 2021, Samuel Schmidt, Ruby Rivera y el autor de Indicador Político publicaron el libro El shock neoliberal en México sobre cómo llegó el neoliberalismo a México para arreglar el tiradero que dejaron dos sexenios de populismo de gasto sin equilibrio en los ingresos durante los gobiernos de Luis Echeverría y José López Portillo. La propuesta neoliberal de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari en el período 1982-1994 se fortaleció con el cerrojo económico, comercial y de subordinación al capitalismo geopolítico estadounidense del Tratado de Comercio Libre.
El libro investiga y expone en toda su dimensión a la contrarrevolución neoliberal que cerró el ciclo del nacionalismo revolucionario del PRI, modificó la Constitución en los artículos que fortalecían el papel del Estado como el rector de la economía y se entregó el poder y la iniciativa económica al sector empresarial, lo que derivó en la articulación de una plutocracia simbolizada por el empresario Carlos Slim Helú como beneficiario de la privatización de las empresas del Estado.
Asimismo, los autores desarrollan en el libro los primeros elementos explicativos de cómo ha sobrevivido el modelo neoliberal típico del FMI-BM en el escenario del populismo lopezobradorista, una fórmula que no ha sido entendida en otros países y que hubiera salvado al populismo argentino de no haber sido tan arrogante y exclusivista: una estrategia de apoyo social sin aumentar el gasto público para no sobrecalentar la inflación y romper todo el equilibrio macroeconómico y basado sólo en las reasignación presupuestal descobijando a viejos beneficiarios de las políticas sociales para cubrir las necesidades de otros sectores con mayor rentabilidad electoral.
El ciclo neoliberal mexicano comenzó a mediados de 1979 en que De la Madrid y Salinas de Gortari (los Milei mexicanos) tomaron el control de la política económica a través del Plan Global de Desarrollo 1980-1982, un documento que consolidó la propuesta de contrarrevolución neoliberal. La alternancia del PRI al PAN eludiendo la propuesta neopopulista de Cuauhtémoc Cárdenas en 2000 y López Obrador en 2006 explica el regreso del PRI a la presidencia en 2012 con el proyecto de Neoliberalismo 2.0 que se aplicó con el nombre de Pacto por México y que fue avalado por el PRIANREDE, ya con el PRD en manos del neoliberalismo ideológico de los Chuchos –Jesús Ortega y Jesús Zambrano– y con López Obrador prácticamente fuera del partido y con su propio vehículo político electoral de Morena.
El libro El shock neoliberal en México –que está disponible en Amazon en versión Kindle e impresa: https://a.co/d/4FHibIG— ayudará a explicar la victoria de Milei, el estrepitoso fracaso histórico del populismo peronista y de paso aportaría un marco referencial estratégico para entender la viabilidad del populismo neoliberal del lopezobradorismo que ha mostrado ya la lógica de la continuidad en la candidatura de Claudia Sheinbaum Pardo.
En síntesis, el fracaso del peronismo cerró el ciclo histórico de los populismos clásicos latinoamericanos y López Obrador estaría aportando el modelo de un liberalismo de mercado con Estado rector y gasto social sin nuevo circulante, un modelo que bien puede llamarse, en efecto, populismo neoliberal.