Granizadas de balas tapizan el suelo sinaloense. Vidas que se apagan

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Enfrentamientos a balazos y atentados criminales enlutan a familias sinaloenses. Dirán las autoridades que son consecuencias de las actividades a las que se dedicaban las víctimas. Esa es la justificación natural ante la incapacidad de evitar esos hechos y el solapaviento de las autoridades a miembros de la delincuencia organizada.

El gobernador debería preocuparse de investigar a su Secretario de Seguridad Púbica de sospechas en libertades negociadas de detenidos por la corporación policial a su cargo, e instruya a sus subordinados que se eviten la molestia de investigar a los Abogados que llevan la defensa de la Universidad Autónoma de Sinaloa y sus autoridades.

Llegan al Estado militares para reforzar las labores de seguridad pública porque la delincuencia ha rebasado las capacidades de las autoridades estatales.

Sinaloa se convierte en pocos días en un Estado de inseguridad total, las pandillas criminales se soltaron y las muertes se multiplican.

La milicia anunciada por el gobernador suma la cifra de poco más de trescientos elementos, un número similar que fue destinado a Sinaloa Municipio, o sea que en menos de una semana arriban más de seiscientos militares en las que su presencia como en otros muchos casos es recibida con fanfarrias, pero sin aportar ningún resultado.

Se supone que estarán trabajando con los mandos militares de las corporaciones de policía en el Estado, porque ni entre ellos mismos hay confianza, pero los delincuentes seguirán haciendo de las suyas con plena liberad porque traen la instrucción de abrazos y no balazos.

Mientras el Estado trata de resolver lo que no se ha querido hacer, siguen obstinados en desgastarse mucho más ante la opinión social de que ya se deje en paz a la Universidad Autónoma de Sinaloa y a sus autoridades y que se pongan a trabajar para recuperar la tranquilidad estatal.

Los reveses que sufre el gobierno del Estado en su persecución política contra la UAS han sido numerosos y les ha dolido mucho, pero se aferran en su empeño persecutorio y siguen cometiendo errores. Se irritan y despotrican porque los fallos judiciales que no los favorecen.Sería conveniente que la sociedad conozca a qué le apuesta el gobierno con ese conflicto contra la UAS, porque se pone en riesgo la estabilidad educativa de esa Casa de Estudios de los sinaloenses que es la que encarga de formar a sus hijos y convertirlos en profesionales en las diversas áreas del conocimiento.

Los resultados en su quehacer educativo están fuera de toda duda y continuamente recibe reconocimientos nacionales e internacionales. La inseguridad trastorna, desespera y a toda costa quieren el conflicto contra la UAS porque es el que les da tribuna mediática para encubrir las incapacidades para gobernar.

La persecución política quedará demostrada en las próximas audiencias que tendrán lugar cuando menos las que está formalmente notificadas los días 18 y 31 de este mes de agosto.Tampoco se ignora que la defensa jurídica de la UAS y de sus autoridades enfrentarán el bloque cómplice de la Fiscalía y la autoridad judicial para llegar, sin datos de prueba, a vincular a proceso al Rector y demás autoridades universitarias, e incluso por el desafío universitario, buscarán imponer como medid cautelar ya sea la prisión preventiva justificada o la remoción de sus cargos ¿Si eso ocurriera, donde quedaría la imparcialidad de los jueces, su ética y su compromiso en obedecer el mandato de la ley y no la orden que reciba del Poder Ejecutivo?.

¿Será competente el Juez de Control para remover al Rector de su cargo? Sigan cometiendo errores, pero se sabrá cual será la justificación que dictará el Juez si se llega a ese desgarriate en la sustanciación procesal de la audiencia inicial.

Al parecer la guerra declarada enfrentará desenlaces que están por conocerse. El hígado gubernamental está muy irritado por los reveses legales recibidos.

El derecho de los universitarios vulnerado por la férrea defensa a la autonomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, los ponen al borde de las injusticias judiciales sinaloenses, pero todo ese escenario teatromediático se irá al cesto de la basura. En el cuadrilátero están los contendientes, el gancho al hígado se prepara.

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