UAS: Aberración jurídica y provocación
Álvaro Aragón Ayala
Chivos, chivas y chivitos han puesto el grito en el infierno. Es el desespero: Los 15 agitadores que visten falso ropaje democrático no hallan a que demonio encomendarse. Todo les sale mal, pésimo. Provocan y se dan de topes porque caminan sobre el pantano, le apuestan a la ilegalidad y al discurso mentiroso. Han intentado de todo, una y mil veces, pero no han podido desestabilizar ni tomar por asalto a la Universidad Autónoma de Sinaloa que está de pie, enfrentando todas las tempestades.
Es verdad. El diputado Sergio Mario Arredondo, Ana Luz Ruelas, Idelfonso León Monzón, Salomé Soto León, Jorge Rubén Ibarra Martínez y Sergio Alberto Cervantes, integrantes de “Los Chivitos”, ya apestan con su sonsonete de la “democratización” de la UAS, sin embargo, por sus intereses privados y colectivos, no atienden la exigencia de democratizar la elección de Rector en la Universidad Autónoma de Occidente.
Exacto. Estudiantes, académicos, personal administrativo y jubilados de la UAdeO fueron vejados por la Junta de Gobierno, integrada por 7 personas, 4 de ellas no pertenecientes a la comunidad lince, quienes, por internet, mediante una reunión digital, en un ejercicio antidemocrático atentatorio a la autonomía de esta institución, impuso como Rector a Pedro Flores Leal. La población lince se declaró en pie de lucha, pero no encuentran eco entre los chivos, chivas y chivitos.
Cierto. La locura llegó al grupúsculo apoyado por el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local, Feliciano Castro Meléndrez, y por el gobernador Rubén Rocha Moya, para que descarguen sus odios y amarguras contra los funcionarios de la UAS; arribó el delirio con una suspensión definitiva otorgada por el Juez Tercero de Distrito a favor de Jesús Madueña Molina y en contra del Juez de Control que dictó de manera ilegal, aberrante, la “destitución” del Rector.
Definitivamente. El regreso de Jesús Madueña a la Rectoría está muy cerca. Por considerarlo atentatorio a los derechos humanos y a la Ley Orgánica de la UAS, única facultada para nombrar y remover al Rector, el Juez Federal ordenó quitar como medida cautelar el retiro temporal o definitivo del cargo para que Madueña pueda regresar a dirigir la institución de enseñanza superior. La resolución del Juez les provocó, pues, la peor de las paranoias.
Precisamente. Atrapados por la locura, “las Chivitas” lanzaron mentadas de madre contra el Juez Federal y su resolución. Sin embargo, no es nuevo que descarguen su ira con insultos y la construcción de escenarios legaloides.
Explotaron también cuando los Jueces Federales determinaron “paralizar” la Ley de Educación Superior del Estado mediante la emisión de una escalada de amparos a favor de la UAS por considerar que viola la autonomía universitaria y trasgrede la fracción VII del artículo 3° Constitucional.
Es la realidad. No ganan una, pues. Incurren en aberraciones, ilegalidades. Lanzan improperios contra los funcionarios de la UAS, los criminalizan y linchan públicamente, pero no avanzan en su pretensión de tomar por asalto a la Casa Rosalina. Ahora, el sonsonete es contra la designación de Robespierre Lizárraga Otero como Encargado del Despacho de la Rectoría. Ya le buscan chichis a las culebras.
Sí. Se desgarran las vestiduras. Los desquicia la determinación del Consejo Universitario que haciendo uso de sus facultades legales, en apego a la Ley Orgánica de la UAS, no haya nombrado Rector Interino bajo el criterio lógico, inobjetable, de que Jesús Madueña Molina fue ilegalmente separado del cargo por un Juez de Control obedeciendo consignas del gobernador Rubén Rocha Moya, a quien los chivos, chivas y chivitas sirven con devoción.
En fin. El diputado Sergio Mario Arredondo, Ana Luz Ruelas, Idelfonso León, Salomé Soto, Jorge Rubén Ibarra y Sergio Alberto Cervantes, tienen la oportunidad de descargar sus ansias “democratizadoras” en la Universidad Autónoma de Occidente que acaba de pasar por un proceso antidemocrático con la imposición de su nuevo Rector. Pero no intervendrán. Callarán. La orden es flagelar a la UAS, nada más, pero los chivos, chivas y chivitos seguirán dándose de topes.