Desafíos electorales 2024 (I)
Joaquín Narro Lobo
En poco más de 150 días las y los ciudadanos mexicanos habremos de decidir nuestro futuro como Estado para los próximos seis años. Si bien hemos vivido el proceso electoral más largo de la historia, por cuanto hace a los pronunciamientos realizados por el presidente López Obrador desde hace años, como a las anticipaciones ilegales en las que seis de los siete partidos políticos cayeron, el comienzo del año será el inicio informal de las campañas, pues frente a nosotros no existen mayores distractores políticos desde ahora y hasta el 2 de junio. En este contexto, es oportuno repasar los principales retos y desafíos que tendrá los distintos actores que formal e informalmente participarán en el proceso electoral. En un primer momento, analizaremos a los actores que directa y activamente forman parte del proceso, como son las autoridades electorales, los partidos políticos y la ciudadanía como electorado.
Este año, el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación enfrentarán desafíos complejos como generar confianza y certidumbre con sus actuaciones, así como demostrar autonomía, independencia e imparcialidad. Por primera ocasión en la historia, ambas instituciones estarán presididas simultáneamente por mujeres, lo que sin duda representa un importante avance en materia de paridad de género. Sin embargo, ambas titulares han sido señaladas por guardar vínculos con el gobierno y el poder. ¿Serán capaces Guadalupe Taddei y Mónica Soto de conducir al INE y al TEPJF como instituciones de Estado para garantizar nuestra democracia electoral?
Morena y sus aliados tendrán el reto de hacer de la candidatura de Claudia Sheinbaum una en la que sea posible, además de consolidar su fuerza electoral derivada de la popularidad del presidente, encontrar un proyecto político propio capaz de aprovechar lo que ha dado resultado al gobierno y cambiar en aquellas áreas en las que ha fracasado, como la salud, la educación o la seguridad. ¿Serán capaces Claudia Sheinbaum y los partidos que la arropan de plantear una alternativa de gobierno que reconozca los pendientes, promueva la unidad y vuele con alas propias?
Xóchitl Gálvez y la coalición Fuerza y Corazón por México deberán asumir el desafío de cimbrar a la ciudadanía con una estrategia de campaña fresca, novedosa y disruptiva, así como mediante una propuesta de proyecto alternativo de gobierno que mantenga el enfoque social en cuanto a programas y apoyos, mejores las condiciones de acceso a la salud y de calidad de la educación, así como que dé la vuelta a la tuerca en materia de combate a la inseguridad, militarismo, generación de empleo, atracción de inversiones. ¿Serán capaces Xóchitl Gálvez y PAN, PRI y PRD de salir del sopor en el que se han instalado para convertirse en una verdadera alternativa opositora que motive y emocione?
Movimiento Ciudadano y Dante Delgado afrontan el reto de encontrar a quien encabece su candidatura presidencial. Si bien es el único partido que tiene claridad respecto de lo que ofrecerá como proyecto político, así como de su estrategia electoral, tras la declinación de Samuel García tiene frente a sí el enorme reto de posicionar en menos de seis meses a una figura que logre enganchar a los electores para convencerlos de ser una posibilidad real frente Morena y su candidata. ¿Será capaz el partido naranja de confirmarse como alternativa de cambio generacional y cultural dentro de la política yendo más allá de Yuawi y una pegajosa tonada musical? ¡Na na-na na-ná, na na na!
La ciudadanía enfrentará, como cada seis años, desafíos como sobrevivir a una vorágine de propaganda carente de contenido, pero llena de descalificaciones; conocer lo que en realidad propone cada opción política, haciendo a un lado la desinformación; convertirse en verdaderos sujetos políticos mediante el ejercicio de su voto y no en meros espectadores, así como comprender que la democracia es algo permanente que forma parte de todas las áreas de la vida pública. ¿Seremos capaces los ciudadanos en nuestra faceta de electores de no perdernos en el debate fútil y la discusión estéril para comprender el momento que vive nuestra democracia y lo que está en juego?
Profesor de la UNAM y consultor político