México: un país con un débil Estado de Derecho
Gustavo de Hoyos Walther
El Estado de Derecho es la piedra angular de la democracia liberal. Y sabemos que esta última es, de acuerdo con la frase de Churchill, el peor régimen político exceptuando todos los demás.
En su esencia, el Estado de Derecho es la idea según la cual las controversias se resuelven de manera pacífica, razonable y siguiendo un procedimiento jurídico en el que nadie se encuentra por encima de la Ley.
Más particularmente, es un sistema de leyes y normas codificadas en una Constitución cuyo objetivo es prevenir el uso arbitrario del poder. Aunque el principio, si no el nombre, se puede retrotraer a Aristóteles y después a la Carta Magna inglesa, lo cierto es que su conformación teórica y práctica nace con la invención del liberalismo, con las ideas de John Locke, Montesquieu y los autores de los Federalist Papers.
Hoy en día, ningún país puede considerarse como democrático si no tiene un sistema donde reine el imperio de la Ley. Medir de la mejor forma el grado en que un país cumple con un patrón mínimo de Estado de Derecho es fundamental para promoverlo en todo el mundo.
Entendiendo está necesidad, en 2006, la American Bar Association (ABA) fundó el World Justice Project (WJP), cuya principal misión sería producir conocimiento, crear conciencia y promover acciones tendientes a la promoción del Estado de Derecho en todo el mundo.
Sin duda, está institución nace a partir de un diagnóstico acerca de los peligros que corre la democracia liberal, producto del arribo a la escena política de los populismos autoritarios del siglo XXI.
El WJP publica cada año un reporte sobre el Estado de Derecho en diferentes países. Se trata de un índice que toma en cuenta muchas variables y que constituye uno de las mediciones más influyentes.
El reporte del 2023 coloca a Dinamarca, Noruega, Finlandia y Suecia -cuatro países escandinavos- en los primeros lugares en esta materia. 11 de los primeros 15 países son europeos, lo que muestra que, a pesar de los problemas que ha enfrentado últimamente el llamado viejo continente, Europa sigue siendo la región más civilizada del planeta. A pesar de ser el país donde se funda el WJP, Estados Unidos se encuentra en el lugar 26, detrás de Uruguay, que es la nación latinoamericana mejor colocada en el índice. No son buenas noticias para la nación que nos dió a Jefferson y a Lincoln.
Y aquí vienen las malas noticias: México ocupa el lugar 116 de 142 países en lo que concierne a la fortaleza de las instituciones de Estado de Derecho. No sólo eso: del 2018 a la fecha su puntuación ha caído año con año. En efecto,
La publicación del reporte le cae como un balde de agua fría al régimen obradorista, que llegó al poder prometiendo disminuir la corrupción, aunque sin jamás haber entendido los fundamentos del Imperio de la Ley. Mientras México no pueda robustecer su Estado de Derecho, jamás se podrán establecer las bases del bienestar, la justicia y la prosperidad de los mexicanos.