Hablemos de los efectos secundarios de las vacunas sin tabú


César González Madruga

En nuestro país se ha instaurado un tema tabú que los medios de comunicación y la clase política han decidido mantener en la superficie, y es lo relacionado con los efectos secundarios que azotan a la población vacunada y de los cuales nadie quiere hablar.

Antes que todo, vale la pena externar que no se desea que alguien caiga enfermo o sufra alguna consecuencia producto de la vacuna, todo lo contrario, se busca advertir para no caer nuevamente en engaños y encontrar soluciones. Los escándalos de los efectos secundarios, conforme va pasando el tiempo, son imposibles de esconder, aunque estos pueden tardar en manifestarse desde los primeros meses hasta los próximos 10 años, a estas alturas ya nos encontramos frente a una crisis mayúscula, por ejemplo, problemas cardiovasculares, coagulopatías, cuadros neurológicos (entre los más jóvenes), enfermedades neurodegenerativas, enfermedades desmielinizantes y mielopatías, alteraciones en la menstruación, cuadros antinflamatorios y autoinmunes, problemas auditivos, cuadros dérmicos, cuadros hepáticos, son los más comunes.

Mucho se ha hablado del actuar del Gobierno frente a la pandemia, sin embargo, poco es el análisis que se le dedica a la postura asumida por la oposición de México. El actuar del Gobierno podría remarcar solamente que López Obrador optó por la vacuna universal y opcional, es decir, la mayoría de las marcas de vacunas para quien se la quisiera poner. Otros países como la Francia de Macron, optó por la subordinación al Globalismo Socialista Demócrata, ya que quien no se vacunaba con las marcas del globalismo se le corría del trabajo y se les segregaba socialmente, incluso llegó a pronunciar la frase “voy a enmierdar a los no vacunados”, es esa Francia la que hoy se encuentra sumergida en una crisis sanitaria, moral, política y espiritual de la cual Juana de Arco estaría avergonzada.

En tanto, las oposiciones del mundo principalmente las ligadas a la derecha o al nacionalismo han sido francas y abiertamente cuestionadores de toda la política sanitaria, las restricciones, la vacuna y el origen del virus. Por ejemplo, Donald Trump tiene nueva piñata, llama a sus seguidores a rechazar las vacunas obligatorias, cierre de negocios, mascarillas, etc.; parlamentarios europeos que se opusieron fuertemente a los pasaportes COVID y encabezan demandas por los efectos secundarios de las vacunas, gente como el Dr. Robert Malone que fue uno de los creadores de la vacuna es hoy su principal detractor, incluso los temas de censura abrumadora que se viven en redes como Instagram o Facebook han hecho que otras redes se fortalezcan como X (antes Twitter) en la que se quitó el comando bozal.

En México, sorprende que los no vacunados no tengan realmente una voz, la supuesta oposición se dedicó durante la pandemia a pedir más vacunas, más encierros, más mascarillas, más pruebas, y recientemente, después y a pesar del escándalo de Pfizer Gate, querían forzar al gobierno a que Pfizer fuera una de las vacunas que pusieran de manera gratuita en vez de la Sputnik o Abdala. De hecho, resulta más cuestionable el actuar de la oposición, ya que cuando tenía de pechito al gobierno y podía cuestionarlo por tener en México todos los efectos secundarios que implicó la vacuna universal, encabezar demandas colectivas, exigir protocolos de atención para los efectos secundarios de las distintas marcas, ponerse del lado de los ciudadanos y no del globalismo, pero no ¿qué exigen? Más vacunas, más restricciones, más mascarillas.

Por ello, sería importante estar pendientes de cuál va a ser la postura que tomará Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y el candidato de MC, es probable que sean muy similares, el régimen se sirve del sistema para funcionar, sin embargo, como diría José Saramago “existen dos súper potencias en el mundo, una es EUA y la otra, eres tú, la pequeña super potencia”, por lo tanto, hago un llamado a todas las pequeñas súper potencias a que alcen la voz.

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