La brutalidad del crimen organizado y la estrategia de “abrazos, no balazos” agravan la crisis forense en México
Ana Lucía Hernández
Las bandas criminales, cada vez más empoderadas, operan en la impunidad: asesinan, mutilan los cuerpos y mandan mensajes de terror a sus rivales.
“Ha sido el mejor mundo posible para las organizaciones criminales esta actitud de abrazos y no balazos”, coinciden especialistas entrevistados por Latinus.
La barbaridad criminal ha provocado que los servicios forenses no puedan responder para brindar a los familiares una identificación rápida y completa de los cuerpos y restos que se hallan en fosas clandestinas.
En Jalisco, entidad con el mayor número de personas desaparecidas, activistas y colectivos denuncian burocracia y tardanza de las autoridades para resolver sus casos.
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Con información de Latinus