La Diócesis de Orizaba condena irrupción de la Guardia Nacional en catedral de Río Blanco para intentar detener a un migrante
Fidel Pérez
Veracruz.- La Diócesis de Orizaba reprobó la actitud de elementos de la Guardia Nacional que irrumpieron en plena misa en la catedral de Río Blanco para tratar de detener a un migrante que buscaba asilo.
Helkyn Enríquez Báez, párroco y vocero diocesano, suspendió la homilía de la 1:30 de la tarde porque los policías provocaron temor entre los feligreses.
El sacerdote explicó que los elementos perseguían a un grupo de migrantes, pero uno de ellos ingresó a la Parroquia del Sagrado Corazón, ubicada en pleno centro de Río Blanco.
El sacerdote Helkyn Enríquez narró que al momento de la irrupción se preparaba para la plegaria eucarística.
“Fue en ese momento cuando entró un joven migrante que buscó asilo en el templo y atrás de él un grupo de elementos de la Guardia Nacional armados”, detalló.
El obispo Eduardo Cervantes Merino y la comunidad parroquial expresaron su inconformidad por los hechos.
Por la noche, la diócesis emitió un comunicado en el que explicó que la dignidad del ser humano es un valor inalienable que no puede ser vulnerado por ningún motivo, ni siquiera porque la persona tenga una condición de migración irregular.
Helkyn Enríquez, quien firma el documento, señaló que no se puede perseguir como delincuente a quien está de paso y, si bien respetan a todas las instituciones gubernamentales y de seguridad, esto debe ser recíproco a la institución y a su fe.
“El derecho de asilo no es sólo un derecho humano, sino también un deber cristiano por mandamiento del Señor, que expresó, fui forastero y me acogieron, y para los cristianos, los mandamientos de Dios están por encima de las leyes del hombre”, puntualizó.
Con información de Latinus