Examen sinaloense: Rocha volvió a enloquecer; el “caso especial” de Tatiana, y el regreso de Juan del Diablo

Álvaro Aragón Ayala

Rubén Rocha Moya volvió a enloquecer y se metió por el arco del triunfo el llamado del presidente Andrés Manuel López Obrador para que contribuya a la solución, por la vía del derecho, la conciliación y el rencuentro, el pleito que le cantó a los directivos de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Ya es obvio: Rocha será el primer gobernador del país que mandará al demonio a AMLO en cuanto deje de despachar en Palacio Nacional.

Furioso porque el sábado, miles de padres de familia llevaron a sus hijos a que presentaran el examen de admisión en la UAS, el gobernador descargó todo su odio contra los directivos de la Casa Rosalina, a los que acusó otra vez de estarse “robando” el presupuesto universitario, sin presentar ninguna prueba como es su eterna costumbre. La difamación la lanzó con voz pastosa y miradas malignas, que refleja el mal estado psicológico del mandatario.

El gobernador volvió, pues, a inventar saqueos, robos, que únicamente existen en su imaginario, pero que ordenó difundir como “verdad” por los medios de comunicación a los que les paga el salario de sus trabajadores y sus directivos y un “extra” a sus “analistas” y columnistas. En posición de ataque, Rocha Moya le apuesta a la diatriba y la calumnia para continuar deshonrando a los directivos de la UAS y luego, con la invención de carpetas de investigación, intentar meterlos a la cárcel.

Todas las acusaciones del mandatario estatal son calificadas como infundadas, carentes de argumentación jurídica, falsas, inconstitucionales, por los juzgados de distrito y los tribunales colegiados, lo cual lo mantiene enajenado. El hecho de que las autoridades de la UAS no le hayan permitido tomar el control de la institución, lo sacó completamente de quicio, al grado de fabricar nuevas acusaciones y escalar en el linchamiento público.

TATIANA CLOUTHIER Y EL CASO INZUNZA

Aunque el Rubén Rocha Moya ya pactó con la diputada federal Merary Villegas, el pleito escaló a nivel nacional: silenciosamente las mujeres sinaloenses empoderadas en la Cámara de Diputados y la de Senadores integraron un bloque contra el gobernador metiendo en el mismo paquete al Senador electo, Enrique Inzunza Cázarez, tratándolo como un “caso especial”.

El gobernador Rubén Rocha mandó una señal a Tatiana Clouthier para que no meta sus narices en Sinaloa, menos para defender a Merary Villegas, o de lo contrario le caerá encima la “furia informativa rochista”. Tatiana que se las sabe de todas todas captó el reto y entregó a la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo las tres denuncias que obran en contra de Inzunza Cazarez que fueron interpuestas por la Jueza de Control Ana Karina Aragón Kutiño.

La petición a Claudia Sheinbaum es que ayude a la Jueza Ana Karina Aragón Kutiño para que se le haga justicia en los tribunales de Sinaloa y en la Ciudad de México y que por ningún motivo otorgue trato preferencial a Enrique Inzunza, cuya presencia en el escenario morenista y en la esfera legislativa choca con la agenda feminista de la futura presidenta de México.

REGRESO JUAN DEL DIABLO A DESTRUIR CULIACAN

Juan de Dios Gámez Mendívil o Juan del Diablo regresó a la alcaldía de Culiacán después de festejar el impresionante megafraude electoral que montó su padrino Rubén Rocha para que “arrollara” a Erika Sánchez, quien fuera candidata del PRI-PAN-PRD-PT. El retorno del “nene consentido” del gobernador marca el trazado de negocios para beneficiar a la dinastía Rocha Ruiz y el descalabro de la administración municipal.

Gámez Mendívil “reventó” el ayuntamiento. El municipio central es un verdadero infierno: son comunes los asesinatos, el asalto de los tránsitos desaforados y “mordelones”, la inseguridad y la presencia de grupos armados que circulan a su libre albedrío por todo el territorio; servicios públicos de agua, drenaje y alumbrado público, son un total desastre.

El alcalde de Culiacán es el peor de Sinaloa, pero para no hacer enojar al señor que paga, por ser ahijado de Rubén Rocha, la prensa lo dibuja como el mejor presidente de Sinaloa y del país considerando una gracia, una “cualidad” que los mande a la fregada cada vez que le quieren hacer una entrevista en lo corto. El poder convirtió a Juan de Dios en Juan del Diablo. En la Catedral y la Lomita los curas rezan para proteger a los culichis de este demonio encarnado en político municipal.

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