Nula votación en la consulta “universitaria”

Álvaro Aragón Ayala

El primer día de la consulta “universitaria” externa celebrada en las afuera del campus, incluso en parques y centrales de camiones, para inventar el soporte a un proyecto de reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa, no exigido por la comunidad uaseña, resultó todo un fracaso. Los auténticos universitarios no acudieron a votar en las urnas instaladas por personal alquilado por los diputados locales de Morena y los desertores del PRI y PAN, llamados “morenistas por contrato”. En casi todas las casillas el registro fue de cero sufragios.

La nula votación o participación -como lo reconoció la diputada Juana Minerva Vázquez González- al ofrecer una conferencia de prensa en el norte de Sinaloa, contrastó con el reporte de 3 o 4 votos en otras casillas, a la que acudieron gentes no universitarias, identificadas como “servidores de la Nación”/programas del Bienestar, empleados de los ayuntamientos, de la Secretaría de Educación Pública y Cultura, activistas de Morena o estudiantes o profesores de otras universidades, no de la UAS.

A temprana hora de hoy, personal ajeno a la máxima casa de estudios instaló 143 mesas receptoras de opinión – a las urnas se le taparon los logotipos del Instituto Estatal Electoral de Sinaloa-, afuera de los edificios de las Unidades Académicas y en “lugares públicos”. Ninguna autoridad certificó el inicio de la votación. Supuestamente, 20 Notarios Públicos observarían la jornada para dar fe de “legalidad”. En las casillas no existe ningún padrón de estudiantes, ni de académicos ni de personal administrativo de la Universidad.

Si bien en El Fuerte, Choix, Los Mochis, Guasave, Juan José Ríos, Salvador Alvarado, y Angostura rayó en los cero votos, en la zona centro y sur, de Culiacán a Escuinapa, donde más se instalaron casillas en plazuelas y debajo de los puentes bimodales, “no se pararon ni las moscas”. Los universitarios que reciben clases por las plataformas digitales no salieron de sus casas a votar. El rechazo a la consulta externa fue generalizado. La no concurrencia de los universitarios es un contundente no a la reforma a la Ley Orgánica.

La consulta externa que se prolongará hasta el día de mañana, si es que no es cancelada por los diputados de Morena y sus aliados, es vigilada por universitarios activos de la UAS que graban toda clase de incidentes y que han detectado ahí la presencia de personal de los ayuntamientos, la SEPyC, directivos de Morena y de otras instituciones de enseñanza superior. Pese a los nulos resultados, los legisladores tienen la esperanza de que por la noche y en el traslado de las casillas al Congreso poder “rellenar” las urnas con “votos” con nombres de estudiantes que aparecen en el padrón de becados del Bienestar.

Sin llegar a la agresión física, profesores y personal administrativo integrantes del Comité de Defensa de la Dignidad y la Autonomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa que observan el proceso, han reprobado la presencia de “gente externa” que no tiene ningún vínculo con la UAS y detectado a miembros del “cartel de jubilados” que azuzan contra los directivos de la Casa Rosalina bajo el amparo varios membretes apócrifos.

Fracasó entonces el plan de “arrastre”, la convocatoria legislativa a la asistencia masiva a las urnas. Agarrados de sus “cuentas alegres” los legisladores mandaron imprimir 200 mil boletas para un universo de alrededor de 170 mil universitarios y repartieron 100 mil volantes “de concientización”, de acuerdo a las cifras otorgados en los días previos a la jornada por los diputados Feliciano Castro, Sergio Mario Arredondo Salas, Adolfo Beltrán Corrales, Minerva Vázquez, Manuel Luque, Ambrocio Chávez, Gloria Himelda Félix Niebla, etcétera.

En el primer día, pues, no sobrepasaron las 500 boletas cruzadas -la mayoría por no universitarios- pese a que los legisladores anunciaron la “movilización” de mil personas para instalar las urnas. Ni ellos votaron. Ante el fracaso, hoy en la tarde, comenzaron los “lloriqueos” de los diputados. “Tirándose al piso” intentaron cambiar la realidad calificando de “un éxito” el fracaso y señalando que los alumnos no salieron a votar porque fueron amenazados, cuando en realidad es que estaban en sus hogares tomando clases virtuales, por las plataformas digitales, medida tomada por el Consejo Universitario y los directivos de la UAS para protegerlos de la ola de violencia que impera en Sinaloa.

La consulta externa es un ejercicio fuera de la ley, inconstitucional, al que recurrieron los diputados en su afán de crear un “soporte universitario”, sobre todo imaginario -el resultado del sondeo no es vinculante- para, a espaldas de la voluntad de la comunidad uaseña y de su Consejo Universitario y de los órganos colegiados de la Casa Rosalina, intentar reformar la Ley Orgánica violentando la Constitución y la Ley General de Educación Superior con el propósito de tomar por asalto la Universidad.

LA LEY PROTEGE A LA UNIVERSITARIA

La ley federal plantea que las universidades e instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía contarán con todas las facultades y garantías institucionales que se establecen en la fracción VII del artículo 3o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y se regirán por sus respectivas leyes orgánicas, la normatividad que deriva de éstas y, en lo que resulte compatible, por las disposiciones de la presente Ley.

Los procesos legislativos relacionados con sus leyes orgánicas, en todo momento, respetarán de manera irrestricta las facultades y garantías a las que se refiere el párrafo anterior, por lo que no podrán menoscabar la facultad y responsabilidad de las universidades e instituciones de educación superior autónomas por ley de gobernarse a sí mismas; realizar sus fines de educar, investigar y difundir la cultura respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las ideas; determinar sus planes y programas; fijar los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico; así como administrar su patrimonio.

Ningún acto legislativo podrá contravenir lo establecido en la fracción VII del artículo 3º Constitucional. Cualquier iniciativa o reforma a las leyes orgánicas referidas en este artículo deberá contar con los resultados de una consulta previa, libre e informada a su comunidad universitaria, a los órganos de gobierno competentes de la universidad o institución de educación superior a la que la ley otorga autonomía, y deberá contar con una respuesta explícita de su máximo órgano de gobierno colegiado.

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