Temor, incertidumbre y luces de metralla ¿Naufragio a la vista?
Alfonso Carlos Ontiveros Salas
Bastante seguridad la que se encarga de custodiar al Gobernador, algo inusitado ¿Ha sido amenazado? ¿Temeroso, por qué?
Sinaloa, ha sido puesto desde hace días en la mirilla de los cañones de la delincuencia. Bastante gente armada cruza calles, caminos rurales y carreteras, personas levantadas sin evitarlo, robos de vehículos al por mayor y muchos muertos en no más de una semana. Culiacán, en este día, sigue despertando por el ruido de la metralla. La gente prefiere no salir.
Las redes sociales se abarrotan, la tecnología trabaja sin cesar. Llevan y traen información que desalienta. Produce terror. La gente está asustada y encerrada en sus casas sin poder salir con tranquilidad al trabajo, al mercado o a la farmacia. No quiere encontrarse con gente y fusiles que los puedan dañar.
Muchas cosas se dicen de un gobierno al que han puesto en duda. La gran mayoría coincide que lo que sucede en Culiacán y en Sinaloa no es más que la traición consumada el 25 de julio pasado. Las consecuencias de lo ocurrido han puesto en Jake al gobierno y en peligro la seguridad de las familias sinaloenses.
Circulan pronunciamientos que exigen la renuncia del Gobernador. Sinaloa y Culiacán, se ha convertido en un campo de guerra, sin que haya gobierno que detenga a las pandillas beligerantes, pero tampoco hay grupos visibles de la sociedad civil o de empresarios que se manifiesten porque tienen temor a las represalias.
Hechos delincuenciales que se ven por todos lados. Personas acribilladas, decapitadas y vehículos incendiados. Todos esos hechos ocurren sin que haya gobierno que los evite. La policía parece confundida, sin estrategia y con el temor a ser emboscada.
Hoy desfilan, es 16 de septiembre, demostrarán numerosos contingentes militares y equipo de guerra sofisticado, pero este conflicto que se le escapó de las manos al gobierno de Sinaloa deberá ser controlado con inteligencia y no con el uso de la fuerza letal o disuasiva.
¿Seguirán los enfrentamientos entre los grupos criminales en pugna? Ya son muchos días y la gente se desespera ¿en qué parará todo este desorden? ¿Quién es el responsable de lo que está ocurriendo en Culiacán y en Sinaloa?
El Congreso del Estado ha permanecido callado ante el baño de sangre sin precedentes que sufren los sinaloenses por una imparable ola criminal que dicen ha surgido desde el gobierno. Mientras los sinaloenses se refugian como prisión en sus casas, los diputados se entretienen en un conflicto político estéril contra la Universidad Autónoma de Sinaloa. Que cínicos y perversos, cuya prioridad no sea procurar la seguridad de los sinaloenses, sino refugiarse en una necedad estúpida de reformar la Ley Orgánica de la UAS mientras el pueblo de Sinaloa vive aterrorizado en sus casas.
Que la sociedad de Sinaloa se olvide que el Congreso le pida cuentas al Gobernador de lo que ocurre en Sinaloa, mucho menos lo prevendrá de que si no resuelve a la brevedad esa ola criminal, el puesto le podría costar.
La incertidumbre de paz y tranquilidad en el Estado, parece que se arraiga todavía más. Las movilizaciones delincuenciales siguen sin que los puedan detener. Hay una invasión de pistoleros que tiene en ascuas a una población que no sabe cómo actuar.
Las autoridades tampoco ayudan mucho mientras no se conduzcan con verdad. Maquillan cifras de homicidios, levantones y vehículos despojados, y los medios de comunicación pagados por el gobierno hacen como que informan, pero ocultan la verdad.
¿Hasta cuando se escuchará esa voz de ya basta en contra de un gobierno al que se le ha tildado de cómplice con grupos criminales? La Fiscalía General de la República ante la crisis de inseguridad que vive Sinaloa, debe acelerar las investigaciones de lo ocurrido el 25 de julio pasado, aclarar los hechos y detener a los responsables. Es inadmisible que se dude de un gobierno y que las familias sinaloenses se encuentren aprisionadas en sus casas. Ya basta.
La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.