2025 ya pinta muy complicado para México

Gerardo Flores Ramírez

Hay diversos temas en el panorama que apuntan a que algunos riesgos que se preveían hace algunos meses, no solo han empezado a materializarse hacia el cierre del año, sino que se empieza a vislumbrar que a partir de la tercera semana de enero, la escena política en nuestro país y el desempeño de la economía entrarán en una ruta de mayor volatilidad, en buena medida por el efecto Donald Trump.

Por el lado de la economía, el dato del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) correspondiente a octubre que ayer publicó el INEGI, confirma que en la última parte de este 2024, la economía no solo perdió fuelle, sino que se encuentra ya en zona de retroceso, por lo que se anticipa que el crecimiento anual de la economía mexicana al cierre de 2024 sí estará en el rango del 1.2%-1.4%, lo que son malas noticias en sí mismas, pero que también confirman que el Paquete Económico 2025 está construido sobre supuestos alejados de la realidad, y que más pronto que tarde el gobierno de la presidenta Sheinbaum deberá reconocer que el optimista intento para ubicar el resultado de las finanzas públicas para 2025 en un déficit de 3.9% del PIB fue sólo una declaración de buenas intenciones con una mínima probabilidad de ocurrencia.

Por el contrario, en Estados Unidos se confirmó que la economía creció en el tercer trimestre de este año a un ritmo mayor al que previamente se había estimado. De acuerdo con la metodología que se utiliza allá, previamente se había estimado que la economía norteamericana había crecido en el tercer trimestre a una tasa anualizada del 2.8%, pero hace unos días el Bureau of Economic Analysis (BEA) que es quien se encarga de estimar el desempeño del PIB, difundió una actualización que indica que en realidad la economía creció a una tasa anualizada del 3.1% en el tercer trimestre.

Por otra parte, el resultado adverso para México del reciente panel de controversias en el T-MEC sobre el tema del maíz transgénico, anticipa que la pléyade de cambios constitucionales y legales materializados en el cierre del gobierno del presidente López Obrador y los inicios de la administración de la presidenta Sheinbaum, varios de ellos señalados como violatorios de los compromisos de México en el T-MEC, tarde o temprano se verán examinados en instancias similares, con probables resultados parecidos para México. Sobre todo, porque siempre estuvo claro que el análisis realizado al interior del gobierno de México sobre el supuesto cumplimiento efectivo de los compromisos de nuestro país fue hecho muy por encimita, como se dice coloquialmente, sin el rigor que se requiere para estos casos.

Por cierto, resulta incomprensible el lance de la presidenta Sheinbaum, instruyendo al Congreso de la Unión, para que legisle en febrero y se prohíba en México la siembra de maíz transgénico, según ella, para darle la vuelta al resultado desfavorable del panel. No le han dicho que eso simplemente se traducirá en un menor rendimiento por hectárea sembrada con maíz, lo que provocará que se requiera importar más de ese grano. Así que lejos de aproximarse a la autosuficiencia alimentaria que tanto han prometido, se alejará cada vez más.

Luego, las cada vez más frecuentes amenazas de Trump sobre temas que afectan a México, y lo que aprendimos durante su primer mandato, nos indican que lejos de aclararse el panorama con el inicio de su nuevo gobierno, se complicará. Particularmente, porque ya quedó claro que viene con una agenda mucho más cargada a la derecha que en el periodo anterior, y que en esa agenda, de cara al electorado de los EUA, México tiene un papel más protagónico que anteriormente, para mal.

A todo lo anterior hay que sumar que en 2025 se confirmará que México iniciará una nueva época en la que la incertidumbre será un factor con mayor peso, sobre todo por el desastre que se anticipa con la elección del nuevo Poder Judicial. Lamentablemente está demostrado que a mayor incertidumbre, menor inversión y crecimiento económico. A esto, hay que agregar la descarnada disputa palaciega en el seno de la 4T, que puede terminar por complicar el de por sí ya difícil 2025.

*El autor es economista.

Con información de El Economista

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