Muere el papa Francisco

El papa Francisco falleció este lunes a las 7:35 horas (23:35 horas del domingo en el horario del centro de México) en su residencia de la Casa Santa Marta, anunció en un vídeo mensaje el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel.
“Con profundo dolor tengo que anunciar que el papa Francisco ha muerto a las 7:35 horas de hoy, el obispo de Roma ha vuelto a la casa del padre, su vida entera ha estado dedicada servicio del Señor y de su Iglesia y nos ha enseñado el valor del evangelio con fidelidad, valor y amor universal y en manera particular a favor de los más pobres y marginados”, anunció Farrel.
Y continúo: “Con inmensa gratitud por su ejemplo como discípulo del Señor Jesús recomendamos el alma del papa Francisco al infinito amor misericordioso de Dios Uno e trino”.
En el vídeo, grabado en la capilla de la Casa Santa Marta también aparecen el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin y el sustituto de la secretaria de Estado, el venezolano Edgar Peña Parra.
A las 9:45 horas llegó un mensaje al canal Telegram de los periodistas acreditados ante el Vaticano en el que se anunciaba una transmisión desde la capilla de la Casa Santa Marta y que se podía seguir por los medios vaticanos.
En la transmisión aparecían con gesto serio y vestidos de oscuro y anunciaba la noticia Farrel, que cómo camarlengo es el encargado de las gestiones en el momento de la llamada Sede Vacante, el periodo que va desde la muerte de un papa hasta a la elección de su sucesor.
Las causas de la muerte se darán a conocer esta tarde, tras la realización del rito de la constatación. A las 20 horas (12:00 horas tiempo del centro de México) se realizará el rito y la colocación del cuerpo del pontífice en el ataúd, en la capilla de la Casa Santa Marta.
El domingo Francisco había reaparecido en el balcón de la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro para la bendición Urbi et Orbi y después recorrió la plaza en papamóvil y en su mensaje condenó la “carrera de rearme”.
Francisco no había participado en ninguno de los ritos de la Semana Santa debido a que sigue recuperándose tras haber pasado 38 días en el hospital por una neumonía bilateral y haber sido dado de alta el 23 de marzo.
El pontífice argentino, que permaneció sentado en la silla de ruedas y no llevaba las cánulas nasales para el oxígeno, deseó: “Buena Pascua” y pidió al maestro de ceremonias, Diego Ravelli, que leyese el mensaje ante las cerca 50,000 personas congregadas en la plaza de San Pedro para la misa del Domingo de Resurrección, que fue oficiada por el cardenal Angelo Comastri.
Posteriormente, por sorpresa, el papa recorrió la plaza de San Pedro en papamóvil durante varios minutos e incluso detuvo el vehículo para bendecir a algunos niños, aunque se le notaba con dificultad en los movimientos.
Durante la mañana, también recibió al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance en su residencia de casa Santa Marta para un breve saludo e intercambiar una felicitación por la Pascua, informó la oficina de prensa del Vaticano.
Condenó el rearme
En el tradicional mensaje de Pascua, el papa lamentó: “Cuánta voluntad de muerte vemos cada día en los numerosos conflictos que afectan a diferentes partes del mundo. Cuánta violencia percibimos a menudo también en las familias, contra las mujeres o los niños. Cuánto desprecio se tiene a veces hacia los más débiles, los marginados y los migrantes”.
Rechazó “la carrera general para el rearme” e instó “a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo”.
“La paz tampoco es posible sin un verdadero desarme. La exigencia que cada pueblo tiene de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general al rearme”, aseveró Francisco.
Dramática e indigna crisis humanitaria en Gaza
“Quisiera que volviéramos a esperar en que la paz es posible”, deseó el papa antes de empezar a enumerar los conflictos en el mundo en un nuevo duro mensaje.
Expresó su preocupación por “el creciente clima de antisemitismo que se está difundiendo por todo el mundo” y también por “la comunidad cristiana de Gaza, donde el terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción, y provocando una dramática e indigna crisis humanitaria”.
Y entonces apeló “a las partes beligerantes: que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente, que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz”.
En otro pasaje de su mensaje, aunque sin hacer referencia a la guerra en Gaza, Francisco criticó los ataques a hospitales y operadores humanitarios.
También instó a rezar “por las comunidades cristianas del Líbano y de Siria, así como por Yemen, “que está viviendo una de las peores crisis humanitarias prolongadas” del mundo a causa de la guerra”, e invitó “a todos a buscar soluciones por medio de un diálogo constructivo”.
Una paz justa y duradera en Ucrania
Francisco también pidió “que Cristo resucitado infunda el don pascual de la paz a la martirizada Ucrania y anime a todos los actores implicados a proseguir los esfuerzos dirigidos a alcanzar una paz justa y duradera”, así como “que se llegue pronto a la firma y a la actuación de un Acuerdo de paz definitivo entre Armenia y Azerbaiyán” y que se eviten tensiones en los Balcanes occidentales.
Y que “llegue la paz y consuelo a los pueblos africanos víctimas de agresiones y conflictos, sobre todo en la República Democrática del Congo, en Sudán y Sudán del Sur, y sostenga a cuantos sufren a causa de las tensiones en el Sahel, en el Cuerno de África y en la Región de los Grandes Lagos”.
Pidió ayuda para Myanmar “atormentado desde hace años por conflictos armados, que afronta con valentía y paciencia las consecuencias del devastador terremoto en Sagaing”.
Con información de EFE y Aristegui Noticias