Simulación para tomar un Poder del Estado

Ivonne Ortega Pacheco
Somos muchas personas, ciudadanos y ciudadanas de México, que no creemos en las razones que han fundamentado la llamada “elección judicial”, por la triste razón de que, en los hechos, se trata del asalto político-ideológico-electoral de un Poder del Estado bajo un aparente movimiento electivo.
El principio de esta operación, la razón que subyace en cada uno de los elementos de su organización, es la toma de un Poder Judicial que le resultaba incómodo al partido gobernante. Así de sencillo, así de complejo, así de lamentable.
No se trata de una acción para mejorar el servicio a la gente, tampoco un movimiento para perfeccionar la administración del Poder Judicial ni la dación de justicia.
Ha habido, desde luego, momentos de transición en el Poder Judicial, el más destacable quizá ocurrió en 1994, durante la presidencia de Ernesto Zedillo: se redujo de 26 a 11 el número de ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; se fijó su duración en 15 años y no hasta llegar a los 70 años.
También se establecieron formalmente las Acciones de Inconstitucionalidad para combatir contradicciones entre una norma general y la Constitución, y se creó la Carrera Judicial, verdadera columna vertebral de la organización del personal de ese Poder.
No fue un “quítate tú para ponerme yo”, hay que reconocer.

En la actualidad, lo que el régimen de Morena pretende es tomar el control de un Poder del Estado que no solo le ha sido incómodo sino que ha impedido injusticias y ha sido una opción poderosa para combatir las ocurrencias de sus gobiernos.
No se trata de cuestionar la capacidad o no de las y los mexicanos para elegir funcionarios públicos. Se trata de evitar que se cierre la puerta a la única posibilidad real que tiene la ciudadanía para combatir injusticias o ilegalidades cometidas por el Poder Público.
Es claro que hay una descarada injerencia de Morena y el gobierno en el proceso electoral judicial, que ha sido poco claro en su organización y hay un gran desconocimiento de la población sobre el cómo se realizará.
Sería lamentable corroborar lo que se dice ya en varios Estados del país: que la maquinaria oficial estaría moviendo a votar, quizá cargando los dados por tal o cual candidatura.
Y hablando de candidaturas, ahora hay en Morena quienes se lamentan porque entre los aspirantes a ser jueces o magistrados hay personas identificadas con el crimen organizado, como si no hubieran sido los primeros causantes de este despropósito.
Hay demasiados elementos para considerar que se trata de otro esfuerzo del régimen para tomar más poder, no para beneficiar a la ciudadanía.
Con información de La Silla Rota