Feminicidio ¿Un asunto de la fiscalía o de la secretaría de las mujeres?
Alfonso Carlos Ontiveros Salas
¿Es protagonismo las declaraciones de la Secretaria de las Mujeres de que algunas muertes de mujeres se califiquen como feminicidio y no como homicidio?
Privar de la vida violentamente a una mujer suele calificarse como feminicidio por la Secretaría de las Mujeres, se anticipa a la determinación del Ministerio Público ¿ Es una invasión de atribuciones o se le tiene permitido opinar a su Titular María Teresa Guerra Ochoa?
La Secretaría de las Mujeres debe preocuparse por desarrollar programas que eviten en lo posible que las mujeres se vean involucradas en hechos que pongan en riesgo su seguridad personal, y la Fiscalía Estatal, implementar sistemas de investigación que den certeza para que el causante del delito sea detenido y juzgado.
Parece que las condiciones relacionadas con la implementación de políticas púbicas para evitar el feminicidio están muy lejos de que sea una realidad. Muchos discursos se escuchan todos los días y los feminicidios no paran. La estadística de este delito crece y las medidas de prevención no llegan.
El 2022 se recibieron 32 denuncias por muerte de mujeres de las que según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública 21 fueron feminicidios y el resto homicidios.
La Secretaría de las Mujeres pierde tiempo valioso para instrumentar programas de prevención a la violencia familiar que en muchos de los casos es la antesala para la privación de la vida si se considera que el 83 por ciento de los casos, las víctimas son mujeres.
La Secretaría de las Mujeres, invade las atribuciones de la Fiscalía Estatal afirmando hechos que no le corresponden. Es muy común que su Titular declare sobre asuntos que no le tocan porque son de la Fiscalía, pareciendo que la Titular es Guerra Ochoa y no Quiñones Estrada.
la Secretaría de las mujeres tiene mucho en que preocuparse si se considera que en el año 2022 se registraron 6,122 denuncias por violencia familiar, en las que el 83% fueron mujeres las victimadas.
Los delitos de feminicidio y de violencia familiar han crecido en el 2023 y no hay forma de cómo evitar que se sigan registrando en la estadística delictiva. La cifra negra del delito regularmente es mayor a la del registro oficial, por lo que el problema de violencia familiar es sumamente grave en Sinaloa.
Por el crecimiento del delito de violencia familiar se creo por la autoridad estatal un agrupamiento de mujeres policías para prevenir ese delito. Debería en todo caso haberse formado como grupo de reacción para atacar con inmediatez y eficacia esos hechos.
La Universidad de la Policía se ha visto muy lenta en la formación de los agrupamientos policiales que se requieren en las corporaciones policiales para darles mayor capacidad de éxito en el combate a la inseguridad.
Ojalá y que las poses políticas disminuyan y los responsables de combatir el delito de violencia familiar se pongan las pilas y se dediquen a trabajar. Hechos como los sucedidos en Los Mochis en días recientes, deben proscribirse y que la seguridad familiar sea el imperativo gubernamental, pero que tampoco se proteja a los acosadores sexuales en donde la Secretaria de las Mujeres cometió el peor de los deslices al defender esos hechos y dejar desprotegidos los derechos de las muchas víctimas de ese deleznable delito.
Hay muchos asuntos en los que deben preocuparse para desterrarlos para que el Estado sea seguro y productivo, pero prefieren perder el tiempo tendiendo cortinas de humo persiguiendo por razones políticas a las autoridades universitarias rosalinas.
Sinaloa exige paz y tranquilidad ciudadana y políticas gubernamentales para el saneamiento del tejido social y sistemas de prevención efectivos para destierrar el delito en todas sus manifestaciones.