Robo de agua a Sinaloa; Semujeres, un caldero; Enrique vs Imelda; los rucos del PRI y Paloma Sánchez
Álvaro Aragón Ayala
Aunque los lambiscones la elevaron a la categoría de Madre Calcuta, en su versión de defensa de las mujeres, y no les gustó que en Voces Nacionales y Proyecto 3 se le ubicara como “protagonista de la próxima fase de la obra teatral gubernamental rochista” y que se advirtiera que nada se puede esperar de ella por su acople con el secretario general de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez, hoy miércoles, dirigentes de colectivos feministas pidieron al gobernador Rubén Rocha Moya que reconsidere, que dé marcha atrás, en la designación de Ana Francis Chiquete Elizalde. Que la quite, pues, al frente de la Secretaría de las Mujeres.
Luchadoras por la defensa de las mujeres y los derechos humanos ofrecieron una conferencia de prensa en Culiacán y leyeron un posicionamiento en contra de la artista y dramaturga que, de golpe y porrazo, por la vía del influyentismo político, sin base social, llegó a la tomar casi por asalto la Semujeres. Se pronunciaron las dirigentes de la Red Por la Igualdad Sustantiva Sinaloense, Red por la Igualdad y Derechos Humanos, Guerreros Azules A.C, Violetas Ingobernables, Centro de Féminas, Movimiento Pro-derechos en Sinaloa, entre otros colectivos.
¿Qué se escribió y difundió que molestó a los aduladores y a funcionarios del Tercer Piso? Pues que Ana Chiquete, quien se presenta como “actriz por decisión, cantante por necesidad, directora por vocación. Que soñaba con estar en los escenarios frente a miles de personas y poco a poco he encontrado la manera de cumplir esos sueños preparándome en canto, tanto coral como solista, en baile probando la danza jazz, el folklore, el tap y en actuación”, tenía como único “mérito” haber sido secretaria de Enrique Inzunza.
Y que si Tere Guerra no atendió a las víctimas de desaparición forzada o las familiares de mujeres desaparecidas o víctimas de asesinatos y deja un mal legado, nada se espera de Ana Chiquete. Y que el caso de la Jueza Ana Karina Aragón Kutiño, no será parte de la agenda de la nueva funcionaria estatal, aunque pregone que trabajará para que las mujeres puedan acceder a una vida libre de violencia.
Así que las organizaciones en defensa de las mujeres y de derechos humanos cuestionaron el nombramiento de Ana Francis Chiquete al frente de dicha Secretaría ya que consideran que su perfil no es el idóneo para ocupar el cargo, y dijeron desconocer que tenga alguna experiencia en temas de género y en defensa de los derechos de las mujeres y que, por lo tanto, eso “puede llevar a decisiones que no reflejen las necesidades y preocupaciones de las mujeres a las que se supone debe representar y defender”.
Los colectivos feministas señalaron que la funcionara ocupó un puesto cercano a Enrique Inzunza Cázarez, quien está acusado de acoso sexual, lo cual no abona a su nombramiento, e hicieron un llamado a las autoridades a que reconsideren el nombramiento de Ana Chiquete y prioricen la selección de personas capacitadas y comprometidas con las luchas por la igualdad de género y la erradicación de la violencia.
Alma Bernal de la Red de la Igualdad y Derechos Humanos dijo que la designación de Ana Chiquete “es contra el procedimiento, porque luego se encargan de voltear la tortilla y decir que las mujeres estamos en contra de las propias mujeres, de ninguna manera, lo que queremos es que precisamente las mujeres lleguemos con una transparencia y firmeza en nuestras acciones porque nos ha costado años de lucha conseguir estos espacios”.
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No se sabe si el gobernador Rubén Rocha Moya tenga o no la intención o los planes de sostener en posiciones claves de su gabinete a mujeres y hombres que ya trabajan en el proyecto por la gubernatura 2027 bajo la batuta de la Senadora Imelda Castro Castro, a la que ya se le pegaron como lapa algunos diputados locales y federales reeleccionistas o de nueva estirpe.
El tema viene a la mesa de la opinión ya que algunos diputados de Morena y del PRI y del PAN, traidores por antonomasia, no tardan en quedar si chamba, sin la dieta del Congreso Local y la “mochada” o iguala mensual que reciben de la nómina secreta para aprobar todo por consigna, incluso iniciativas de ley que violentan la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
De esos legisladores aún en activo, unos ya están plenamente definidos a favor del proyecto de Imelda Castro y tejen alianzas para buscar en el 2027 alcaldías y diputaciones federales. No son de la corriente rochista ni apegados a la “línea” de Enrique Inzunza que seguramente querrá, desde el Senado de la República, con el apoyo del Rubén Rocha, emprender su vuelo en busca de la candidatura de Morena a la gubernatura.
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Aunque algunos rucailos del PRI sinaloense creen que van a tener una muerte política digna oponiéndose al proyecto de Alejandro -Alito- Moreno Cárdenas o yéndose a engrosar las filas de buscachambas con la categoría de morenistas por contrato, la verdad es que no practican el autoanálisis, no se ven en retrospectiva, pues sí lo hicieran fallecerían de vergüenza, ya que si el PRI esta jodido, en el umbral de la tumba, es por sus culpas: no democratizaron el partido y únicamente lo usaron como trampolín para incrustarse en diputaciones, senadurías, gubernaturas, etc., pero nunca cumplieron con la ideología y los postulados del Revolucionario Institucional.
Hay en Sinaloa, entonces, una nueva corriente política de jóvenes, hombres y mujeres, y de personas maduras, ya con experiencia legislativa unos y otros que se forjan en las lides de la nueva política, que rebasaron a los “rebeldes” septuagenarios y octogenarios priistas y que ya trazaron una ruta rumbo al 2027: buscarán la candidatura a la gubernatura perfilando a una dama: Paloma Sánchez Ramos que pasó la prueba del ácido en las pasadas elecciones en las que fue blanco de linchamiento y criminalización política.
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Los gobernadores del Noroeste del país plantearon a Claudia Sheinbaum revivir el Plan Hidráulico del Noroeste (PLHINO), para poder transferir agua entre presas y ríos, desde el norte de Nayarit, pasando por Sinaloa a Sonora y también a Baja California, desatando la locura y muchos aplausos huecos.
Sin embargo, la transferencia de agua de Nayarit a Sonora y a Baja California, abriendo una red de canales que pasen por Sinaloa, tiene que proyectarse cuando en Nayarit y Sinaloa haya excedentes de agua para consumo humano y para atender todas las necesidades del sector agrícola y ganadero. Sólo así funcionaria el plan de enviar más agua al vecino estado del norte, allá donde despacha el gobernador Alfonso Durazo Moreno.
En Sinaloa hay demasiadas necesidades de agua para detonar la actividad agrícola y ganadera. Hay miles de hectáreas de tierras de temporal que requiere de infraestructura hidráulica para incorporarla al riego de gravedad. En los municipios de Choix, El Fuerte, Sinaloa de Leyva y Ahome, que se supone, serían beneficiados con la construcción de la presa Huites, el llamado “progreso agrícola” todavía no se concretiza.
Cuando se construyó la Huites -ya se hablaba del PLHINO-, se engañó a los agricultores del norte de Sinaloa, pues se les ofreció que serían incorporadas miles de hectáreas de temporal al sistema de riego y se les prometió que los embalses de la presa permitirían sembrar sus tierras dos ciclos agrícolas al año. Sin embargo, la obra hidráulica solamente ha beneficiado a los productores agrícolas de Sonora.
Allá, en Sonora, incluso, continúan los trabajos de ampliación y construcción del canal Fuerte-Mayo por donde se transfiere agua de la presa Huites, vía la interconexión de las presa Miguel Hidalgo-Josefa Ortiz de Domínguez. En Sonora se comenzó irrigando 2 mil, luego 4 mil hectáreas con el agua enviada de Sinaloa, y el plan es regar ¡cien mil hectáreas!, mientras a los agricultores del norte de Sinaloa se les niega el vital líquido bajo el argumento de que las presas “están secas”. En Sinaloa falta agua, no sobra.
