Edgar Augusto, de Mazatlán, exhibido como mentiroso por la violencia
Álvaro Aragón Ayala
Devorado por su propia estulticia, Edgar Augusto González Zatarain creyó engañar al pueblo de Sinaloa con el cuento de que Mazatlán era el paraíso terrenal, la paz encarnada, una ciudad/playa paradisiaca alejada de todo mal, de la violencia y el crimen, pero la realidad lo rebasó y fue exhibido como un alcalde ilusionista, imbécil y engatusador.
En efecto, después de la caída del corruptísimo Guillermo -El Químico- Benítez-, las familias de Mazatlán aceptaron la imposición de González Zatarain como presidente municipal, tolerándole todo o casi todo, con tal de que se impidiera el retorno de El Químico, famoso por despilfarrador, viejero y borracho a cielo abierto.
Era preferible soportar, pues, a Edgar Augusto, que permitir el regreso del alcalde sibarita y corrupto. En esa coyuntura, en ese odio contra el alcalde que se fue y en la “esperanza” en el que viene, se montó el presidente municipal sustituto, creando todo un escaparate publicitario para “transformar” en la “gran ciudad”, pero nada más en el papel, en las plataformas digitales, el puerto de Mazatlán.
LA PLAYA, LA PREFERIDA POR LOS NARCOS
En la serie surcoreana disponible en el servicio de streaming “Netflix”, Little Women o Las Hermanas en su traducción en español, el puerto de Mazatlán aparece como un destino vacacional donde los narcotraficantes pasan sus días.
Es en el capítulo 8, donde Choi Do Il, personaje interpretado por el actor surcoreano Wi Ha Joon, le dice a Oh In Joo, la protagonista de esta serie y a quien le da vida Kim Go Eun que Mazatlán “es donde los capos mexicanos de la droga pasan sus vacaciones”.
Este programa que alcanzó nivel internacional, no sólo mencionó al puerto de Mazatlán y la dejó ver cómo el destino turístico, sino como un lugar donde existen las condiciones para realizar inversiones inmobiliarias, “como lo hacen los narcos mexicanos”, donde incluso afirman que teniendo los amigos “correctos” nadie te molestará.
LOS DESAPARECIDOS…
De acuerdo a los reportes de los colectivos de búsqueda, en Mazatlán se han registrado más de 70 desaparecidos desde del 25 de julio al 28 de octubre, tiempo en que se tensaron las relaciones en el Cartel de Sinaloa, derivando en un sangriento enfrentamiento armado.
El número de desaparecidos trató de ser invisibilizado por Edgar González que todos los días sale aún en los medios de comunicación para publicitar sus obras enanas o para argumentar la “pacificación” del municipio en donde se registra, incluso, en la Policía Preventiva, una lucha intestina por el control de los mandos.
En las redes sociales (Personas Desaparecidas de Mazatlán) hay reportes de decenas de jóvenes desaparecidos y en los medios de comunicación del puerto dan cuenta de asesinatos perpetrados en contra de personas que viven en la ciudad o que van de paso en calidad de turistas, crímenes que no son investigados por ninguna autoridad.
ESTALLA LA REALIDAD
A poco más de 3 días de dejar el cargo, la noche del domingo 27 de octubre, el alcalde Edgar Augusto González, es exhibido como lo que es: un mentiroso, un ilusionista. Persecuciones y enfrentamientos a balazos en varias zonas sobre todo en las comerciales dejaron un saldo de una persona muerta dentro de una camioneta blindada, un taxista herido en forma incidental y un bloqueo en la Maxipista Mazatlán-Durango.
“Ya vez, te decía que el alcalde era un pinche mentiroso. Que nos quería ver la cara de pendejos”, le decía una señora a su hija, cuando corrían, huyendo de la balacera, hacia el interior de un restaurante, para protegerse. El pánico se apoderó de la ciudad y el ayuntamiento se vio obligado a emitir una alerta para que las personas no salieran de sus hogares.
La Secretaría de Seguridad Pública del Estado documentó que derivado de las confrontaciones armadas, sobre todo por la avenida Oscar Pérez Escobosa, se localizó una camioneta blindada abandonada con placas del estado de Puebla, en cuyo interior había una persona muerta a balazos.
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En una calle cercana fue encontrado otro vehículo abandonado con impactos de bala y un taxista que circulaba por una de las calles del fraccionamiento Real Pacífico resultó herido por una bala perdida.
Los enfrentamientos a mano armada causaron pánico entre cientos de familia que disfrutaban de paseos, por lo que tuvieron que buscar refugio en negocios de la plaza comercial Acaya, los cuales cerraron sus puertas para proteger a sus clientes.
En un mensaje subido a las redes sociales, el ayuntamiento de Mazatlán exhortó a la población a mantenerse en resguardo en sus hogares ante la situación de violencia que se presentó en la que tráiler quemados, fueron colocados en la Maxipista Mazatlán-Durango, a la altura de la salida de la sindicatura de Villa Unión.