La inseguridad pública un riesgo para la sociedad sinaloense
Alfonso Carlos Ontiveros Sales
Del propio Consejo Estatal de Seguridad Pública se han manifestado preocupados por la incidencia de delitos en Sinaloa: desaparición de personas, robos, homicidios y muchos otros que no se combaten
La inseguridad no está en los terrenos de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Se desarrolla frente a la incapacidad gubernamental y en las complicidades de protección por razones políticas o intereses de grupos del poder político.
El combate a la corrupción siempre ha estado en el discurso oficial. La simulación es una realidad. Los escándalos de corrupción sonaron mucho en los gobiernos de Mario López Valdez y de Quirino Ordaz, pero también en Mazatlán con Luis Guillermo Benítez Torres, sin que se hayan molestado en investigar en serio.
Que el gobierno demuestre de una vez que tiene voluntad política para denunciar y castigar los desaseos en las finanzas estatales de los dos exgobernadores. A la Auditoría Superior del Estado le ha importado más meter sus narices donde nada tiene que hacer, en la Universidad Autónoma de Sinaloa.
La solvencia moral se demuestra persiguiendo y castigando al corrupto y al delincuente, pero se prefiere perseguir políticamente a los que se atreven a enfrentar el autoritarismo que gobierna en Sinaloa. La sociedad se encuentra inerme frente al delincuente porque no hay autoridad que lo castigue.
El delito crece, aunque se quiera mediatizar de que los delitos bajan. La impunidad es un reflejo de la crisis de inseguridad que nos rodea. Los delitos se siguen cometiendo sin que se detenga al delincuente, mucho menos castigado.
Eliminar el pantano de la inseguridad no es prioridad en el gobierno, lo que hacen es ocultarla con el mayor ruido mediático en el conflicto del gobierno contra la Universidad Autónoma de Sinaloa. Las denuncias contra el Rector y otras autoridades se litigan por la prensa y la Fiscalía filtrándoles información.
Carpetas de investigación abiertas por denuncias prefabricadas contra funcionarios de la UAS, es actuar como los avestruces, agachar la cabeza y permitir que los delincuentes hagan de las suyas en calles y caminos de ciudades y rancherías. El interés político es destruir a la UAS no capturar los malhechores.
La desesperación se vuelve crónica en el gobierno, se les irrita la piel porque no saben que decidir. Quieren judicializar las carpetas de investigación, pero les tiembla el corazón. El estómago se les encoge y se les desfigura el rostro.
Quieren la prisión preventiva contra el Rector y otros funcionarios. Es el blanco del interés político del gobernante que deberá medir muy bien sus decisiones porque los resultados serían impredecibles, y en caso de haberlos serán muy peligrosos para el Estado.
El cerco legal que blinda a la Universidad y a los funcionarios universitarios, son el motivo de la irritación gubernamental, por ello la utilización excesiva de la denostación pública a los funcionarios de la Universidad y el uso faccioso represivo del gobierno por la Auditoría Superior del Estado y de la Fiscalía Estatal.
Se ha echado mano también, de la Unidad de Inteligencia Patrimonial del Estado de Sinaloa, esa que investiga sin denuncia previa, en la que su titular no tiene la calidad de Ministerio Público, sus funciones son administrativas y asume funciones que no le corresponden. Pruebas las hay y seguro que formarán parte de este conflicto.
Es tan burda la represión estatal que las denuncias que pretende presentar la Universidad Autónoma de Sinaloa ante la Fiscalía, mañosamente se niegan a recibirlas, pero llegará el momento en que las tendrán que recibir, un poco demoradas, pero llegarán. Es el poder político arbitrario utilizado para intimidar y perseguir a los que ahora son considerados enemigos del gobierno.
¿Los adversarios políticos a la cárcel? ¿Malova, Quirino y Benítez Torres dentro de los privilegiados por el poder político que gobierna? ¿Los funcionarios universitarios perseguidos por intereses políticos en riesgo de ir a la cárcel? El Rector está por rendir su segundo informe de labores al H. Consejo Universitario ¿el poder político gobernante desafiará la furia Rosalina?