Rocha envía a “El Diablo” Higuera a “rescatar” Mazatlán
Álvaro Aragón Ayala
El gobernador Rubén Rocha Moya envió a operar a Mazatlán, para que intente rescatar políticamente el municipio, al ex alcalde Alejandro Higuera Osuna -El Diablo-, quien se moverá en las entrañas de Morena desde una oficina especial, la recién creada Subsecretaria de la Industria de Reuniones de la Secretaría de Turismo. En el lance político figura como pieza clave el ex alcalde Fernando Puchera, convertido al morenismo.
Para Morena, Mazatán está perdido política y electoralmente. El pueblo bueno ya despertó y no quiere nada con este partido por considerar a sus líderes traidores y mentirosos. En ese municipio ha crecido el Frente Amplio por México y se ha expandido exponencialmente el Partido Sinaloense. Personajes que hoy se identifican con el partido lopezobradorista han agraviado a la sociedad por sus actos colusión para robarle recursos al erario municipal.
La salida de Higuera Osuna del gabinete estatal no fue por la pérdida de empatía con el gobernador o porque Rubén Rocha quisiera trabajar más a gusto, sino por la necesidad del rochismo de rescatar a ese municipio gobernado por el ex alcalde de El Rosario, Edgar Augusto González Satarain, en funciones de presidente sustituto.
El municipio de Mazatlán se convulsionó con la reelección coyuntural de Guillermo -El Químico- Benítez, quien pretendía convertirse en candidato de Morena al gobierno de Sinaloa, y que al no lograr su objetivo desafió a Rocha Moya estando a punto de tumbar su candidatura. Una jugada maestra del PAS logró alinear a El Químico con la repetición del cargo de alcalde.
Sin embargo, con la etiqueta de Morena, El Químico Benítez, aliado con grupos económicos del puerto de Mazatlán, cayó en frivolidades e incurrió en el saqueo y el uso indebido de recursos públicos, hechos denunciadas por organizaciones civiles y regidores fue fueron escalando y que culminaron con su destitución y con su vinculación a proceso ante un Juez de Control.
En lugar de El Químico Benítez, para burla de los mazatlecos, fue impuesto el ex presidente municipal de El Rosario, Edgar Augusto González, ligado al grupo de Merary Villegas, hipotética dirigente estatal de Morena. Sin embargo, el alcalde sustituto está dedicado de lleno a proteger su imagen, pero no ha aportado nada ni al rescate ni al crecimiento de Morena-Mazatlán.
Para operar, Alejandro Higuera tratará de hacer química con el ex presidente Fernando Pucheta Sánchez, quien falló en el 2021 en su intento de ser reelecto presidente municipal aun cuando gozaba de capital político en el PRI, PAN y el PRD, el cual tiró al cesto de la basura al integrarse después como morenista por contrato al gabinete de Rubén Rocha en el área de Turismo.
Fernando Pucheta le renunció al gobernador cuando fue contratado para “trabajar”, también en el área de Turismo, su añejo enemigo, Guillermo El Químico Benítez, quien en funciones de alcalde en varias ocasiones lo acusó de faltas administrativas graves por el desvío de recursos públicos y abuso de funciones en contra del patrimonio del Ayuntamiento, por la adquisición de un terreno de 15 hectáreas en el ejido Palmillas, con la finalidad de utilizarlo como cementerio.
Con estos antecedentes de impunidad de personajes que abrevan en Morena, Alejandro Higuera Osuna operará desde la Subsecretaría de la Industria de la Secretaría de Turismo para intentar rescatar Mazatlán bajo el plan de pretender imponer un candidato rochista, que no se ajuste a los proyectos del PRI, PAN, PRD y PAS, a los que buscará desarticuar, y que no comulgue tampoco con el ex gobernador Quirino Ordaz Coppel.
La señal está dada: Higuera Osuna organizará la Reunión Internacional de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe que se celebrará en Mazatlán y pretenderá horadar los terrenos del ex gobernador Quirino Ordaz y embajador de México en España. Ahí, y en la penetración de colonias populares y comunidades del municipio, en la que tratará de usar a Fernando Pucheta, comenzará a operar políticamente El Diablo Alejandro Higuera.