Sector pesquero a la deriva y sin información

Esteban García-Peña Valenzuela

El sector pesquero está debilitado en nuestro país. A pesar de que de este sector viven aproximadamente 2 millones de personas (y sus familias), el secuestro de la actividad por parte del crimen organizado, la descontrolada pesca ilegal y la pérdida de productividad de las pesquerías artesanales son muestra de que falta mucho para asegurar el bienestar de la sociedad, cuidar los recursos marinos y la seguridad de las y los mexicanos.

En un país como México, con 12 mil km de litorales, cientos de miles de hectáreas de manglares y arrecifes coralinos y donde más del 60 % de su territorio está en el mar, parece que le hemos dado la espalda a nuestra principal fuente de oxígeno, bienestar, alimento, soberanía, biodiversidad y vida.

Además del abandono, en los últimos años hemos sido testigos de cómo, bajo el pretexto de la austeridad republicana, se ha debilitado consistentemente la función del propio Estado, principalmente en lo que se refiere a garantizar vigilancia y cumplimiento de la ley, y que el sector cuente con la información necesaria para asegurar la sostenibilidad del mar.

La Carta Nacional Pesquera (CNP), instrumento básico de información para la gestión de la pesca en México, refleja años de abandono y debilitamiento en recursos y apoyo al sector pesquero. Como lo destacó Oceana en sus Auditorías Pesqueras de 2019 y 2021, la información de la CNP estaba incompleta, carecía de fuentes confiables y replicables, y su actualización se realizó cinco veces en 20 años.

A pesar de que la CNP reconocía que al menos el 25 % de las especies pesqueras se encuentran sobrexplotadas o en deterioro, faltaban las medidas de manejo para su conservación y restauración y, peor aún, ninguna dependencia federal había ejecutado acción alguna para recuperarlas.

Este es el reflejo de un debilitamiento continuo de las dependencias federales encargadas de la gestión del sector pesquero, CONAPESCA e INAPESCA, cuyos presupuestos, personal e infraestructura han sufrido serios recortes, e incluso se ha dejado ver que INAPESCA podría desaparecer. ¿Cómo asegurar la sustentabilidad del sector pesquero y la recuperación de las especies marinas sin investigación ni información?

El pasado 26 de julio, después de cuatro años, fue actualizada la Carta Nacional Pesquera y, si bien debemos reconocer que hubo un esfuerzo por mejorarla, continúa reflejando un Estado negligente con sus pesquerías.

Se incorpora un diagrama para la evaluación de abundancia y disponibilidad para las pesquerías actualizadas; se integra un apartado de recomendaciones y criterios para el manejo de las poblaciones, por especie, región y población, enfatizando poblaciones sobrexplotadas o deterioradas y da relevancia al análisis del estado de las especies, lo que implica una ligera mejoría en la presentación de los datos. Resalta las especies pesqueras en sobrexplotación o deterioro y prioriza su recuperación. De acuerdo con el Programa Nacional de Pesca y Acuicultura 2020 – 2024, la mayoría de las especies en deterioro son de las que dependen la mayoría de los pescadores más pobres, lo que convierte a la recuperación en una tarea sumamente relevante.

Importa destacar que el Pulpo Maya (Octopus maya), especie emblemática de Yucatán que se consume en México y Europa, por primera vez aparece “sobrexplotada”, lo que alerta sobre la necesidad de mejorar el cumplimiento de la ley  y las recomendaciones de manejo de la especie y combatir la pesca ilegal.

Sin embargo, la Carta Nacional Pesquera muestra debilidades e inconsistencias: faltan fuentes de información verificables y replicables para quienes la consultan, las fichas carecen de datos completos, hay mucha actualización pendiente y queda pendiente que los datos sean fácilmente interpretados por quienes pescan. Se ven mejoras, pero estas solo se realizaron a 21 fichas de 80, solo se actualizó el 25 % de la información.

Si queremos recursos pesqueros en buenas condiciones, que den alimento y sustento a cientos de miles de mexicanas y mexicanos, y mejoren nuestra soberanía alimentaria, es indispensable priorizar recursos públicos para la investigación y generación de información. Debemos renovar y mejorar las instituciones públicas, otorgarles presupuesto e infraestructura suficientes para que funcionen a la altura que el sector pesquero requiere.

Todos sabemos que la información es poder, pero en el sector pesquero la información es la diferencia entre una vida de abundancia o de pobreza. El cuidadoso aprovechamiento de los recursos pesqueros radica en la mejor información disponible. Si no contamos con autoridades e instituciones de investigación fuertes y capaces de asumir los retos, perderemos ese poder sobre nuestros recursos naturales.

* Esteban García-Peña Valenzuela (@TheSighthound) es Director de Pesquerías de Oceana en México.

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