Feliciano Castro es un delincuente legislativo

Álvaro Aragón Ayala

De la pandilla, de la Liga Comunista 23 de Septiembre, una de cuyas células se acuerpó en la UAS sumiéndola en la anarquía, de esa turba que perpetró atracos a bancos, participó en invasiones de tierras dedicadas a la agricultura, quemó autobuses y hasta asesinó, de esa cloaca surgió Feliciano Castro Meléndrez, detenido en las redadas de las autoridades estatales y federales en los años ‘70, y que hoy convertido en diputado de Morena atenta contra la autonomía de la Casa Rosalina.

Feliciano Castro Meléndrez, no solo es uno de los constructores de la Ley de Educación Superior que viola la autonomía de las Universidades Públicas autónomas de Sinaloa, sino que es el padrino de la la titular de la Secretaría de Educación Pública y Cultura Domínguez Nava. La SEPyC es el símbolo de la corrupción estatal. La dependencia alberga la nueva hornada de funcionarios provenientes de las entrañas del perredé o de la izquierda trasnochada mutados al morenismo.

Por la elaboración de una Ley de Educación Superior que atenta contra la Constitución y la Ley General de Educación Superior, por usar la tribuna del Congreso y el Poder Legislativo para, en abierta violación a la ley, intentar desestabilizar y tomar por asalto a la UAS, Feliciano Castro Meléndrez adquirió el rango de delincuente, pero no de un delincuente de la desaparecida Liga Comunista 23 de septiembre que a nombre de la “revolución” se daban el lujo “expropiar” bancos y hasta de asesinar, sino ahora de un delincuente legislativo.

El nombre de Feliciano Castro Meléndrez empezó a aparecer en la grilla estatal y a abrevar del “sistema”, del viejo PRI, durante el gobierno de Juan S. Millán Lizárraga, quien desde la CTM Nacional y luego como gobernador del estado mantuvo por más de 12 años bajo su control al PRD-Sinaloa, partido que hipotéticamente dirigía Feliciano Castro, pero que en realidad estaba dominado por Millán.

Bajo un “arreglo político” con Millán, Feliciano Castro llegó por primera vez al Congreso Local como diputado local pluri, por el PRD, y ahí como “porro legislativo” y aliado del entonces gobernador del PRI Jesús Aguilar Padilla discurseaba en contra del Partido Acción Nacional y su proyecto de nación. Dio sobradas muestras ahí de trabajar políticamente al mejor postor.

Después en calidad de “porro”, en el 2010, mandó al demonio a Aguilar Padilla y se adhirió a candidato al gobierno de Sinaloa Juan Millán: Mario López Valdez. Fue uno de los principales detractores de la imagen pública y personal de Jesús Vizcarra Calderón en aquella ríspida campaña por la gubernatura.

Hoy, en el régimen morenista, en la 4T de Sinaloa, Feliciano Castro usa lo que le ha abierto en la puerta al estercolero político, su escenario favorito: la mentira y la demagogia, la intriga, el doble discurso. Bajo el papel de falso demócrata, es uno de los que intenta destruir a la UAS para volver a convertirla en la Vieja UAS, la UAS del desmadre, aquella que dio cobijo o alimentó a los guerrilleros de la Liga Comunista 23 de Septiembre. Es cuanto.

También te podría gustar...