Con el Plan B “estamos ante una reforma profundamente regresiva”, subraya la UNAM

Mario D. Camarillo

“El plan B del presidente López Obrador es un verdadero alud de inconstitucionalidades (…) sería la reforma electoral más regresiva en la historia de la democracia mexicana”, destaca un análisis del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicado este viernes y en el que apunta que de aplicarse sería un “retroceso de proporciones históricas”.

El documento subraya que “no exageramos cuando decimos que, de aplicarse, estaríamos frente a un retroceso de proporciones históricas y que pondría en riesgo la celebración de elecciones libres y auténticas. Los problemas prácticos que genera la reforma no son pocos”, puntualizó.

Este análisis del Instituto de la UNAM asegura que “se avecina el litigio electoral más complejo de la historia constitucional” del país, algo no visto desde hace al menos dos décadas y media en los procesos electorales del país.

Sin desviar su mensaje, la publicación destaca que “las autoridades electorales, los partidos políticos y la ciudadanía en general vivirán meses de incertidumbre sobre las condiciones que rigen la vida democrática y política de las y los mexicanos”,.

En el mismo tenor, la publicación explica que con miras a las elecciones del 2024, tanto el Instituto Nacional Electoral (INE) como los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs) enfrentarán un “estrés desmedido” con el Plan B de Reforma Electoral.

“Este retroceso político, el desmantelamiento y la destrucción, así como el desorden que se inyecta, afectan no sólo a una estructura institucional, un sistema nacional que funciona, instrumentos vitales o condiciones reales de competencia política: en conjunto, esas nuevas circunstancias, alteran, impiden, y vulneran la autenticidad del sufragio”, resaltó.

El análisis del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM reitera que los cambios a las leyes secundarias promovidas por el presidente López obrador pretenden “transformar de manera radical” el sistema electoral mexicano: donde buscan desaparecer prácticamente toda la estructura distrital del INE, eliminar una parte del servicio profesional electoral, minar la división entre órganos ejecutivos y de dirección, alterar los procedimientos que garantizan la capacitación e integración de las mesas directivas de casilla, abrir la puerta a la difusión de propaganda gubernamental prohibida, reducir las sanciones en la materia, erosionar la capacidad de las autoridades para prevenir y castigar ilícitos, asó como una larga lista de etcéteras.

“Estamos frente a una de las reformas electorales más importantes en la historia constitucional de México. Sin embargo, a diferencia de la mecánica de los cambios que hicieron posible la transición a la democracia, esta es una reforma profundamente regresiva”, subraya el documento.

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