“Manita de gato” a la Conago
Pasó medio de noche pero esta semana la Conferencia Nacional de Gobernadores cambió de perfil. Salomón Jara, gobernador de Oaxaca, asumió su presidencia y anunció una nueva forna de organización, de la que en su momento nació durante el gobierno de Vicente Fox para confrontar a un presidente y sobre todo para hacerle contrapeso.
A decir del morenista Jara, hoy no se requiere una Conago “para enfrentar al Ejecutivo, sino una para caminar junto al presidente López Obrador”.
Se pretende ahora que se sigan dando solución a problemáticas de seguridad y de la salud, pero también dar paso a temas electorales, lo que sería novedoso.
Recordemos que se sesiona al menos dos veces al año, ya lo hizo en Veracruz y ahora se llevó a cabo en Oaxaca, donde participaron los titulares de la Secretaria de Seguridad, Segob, Semar y Sedena. Ahí se revisaron la distribución de recursos para la seguridad pública en todas las entidades federativas.
Otros cambios importantes en la forma de relacionarse de los gobernadores con el Ejecutivo federal son:
Se termina la relación con la asociación civil llamada “Secretariado Técnico al Servicio de los Gobiernos Estatales” y se sustituye con un equipo técnico con personal de la presidencia y la vicepresidencia de la Conago, con cargo al presupuesto de los estados correspondientes.
Se eliminan las cuotas por membresía.
La Conago se transforma en un acuerdo de voluntades y un espacio de diálogo y concertación entre pares, en el que las personas titulares de los poderes ejecutivos de las entidades federativas, participan de manera voluntaria, de buena fe, en condiciones de igualdad y con objetivos comunes.
Según esto, el nuevo objetivo de la Conago será el de “contribuir a fortalecer la relación entre las entidades federativas y el poder ejecutivo federal, consolidar el Estado democrático y de derechos, promover el intercambio de experiencias exitosas en materia de políticas públicas y apoyar acciones a favor del bienestar de México”.
Se mantiene la unanimidad/consenso como mecanismo de votación y legitimación de la toma de decisiones. Los presidentes y vicepresidentes durarán cuatro meses en el cargo. Se expedirá un nuevo reglamento y la próxima reunión será en Yucatán en fecha por definir.
Habrá qué ver si los gobernadores de oposición –ciertamente en minoría—asumen este compromiso de no confrontar al Presidente sino “caminar junto a el”, porque hay muhos pendientes en la compleja realidad nacional, y muchas veces es el propio mandatario el que politiza los temas, poniéndose particularmente rijoso con los gobernadores de la oposición.
Si algun mandatario necesita contrapesos es precisamente López Obrador, al que le gustaría que todo funcionara según sus deseos, pero en una República federal eso es imposible al 100%.
No necesitamos regresar a las tristemente célebres Reuniones de la República a las que convocaba el presidente José López Portillo, para escuchar interminables alabanzas de los gobernadores hacia su persona.
Que la Conago necesitaba renovarse, sí, quizá no en el sentido de apapachar al Presidente, sino de resolver de manera conjunta y de buena fe, como mencionan los graves problemas nacionales que les aquejan y que son muchos, comenzando con el tema de la seguridad, que para nada está resuelto.