Edomex como clave para 2024; oposición carece de liderazgos

Carlos Ramírez

La aduana electoral de las elecciones de gobernador en Estado de México está adelantando una de las peores realidades políticas del corto plazo: la incapacidad de la oposición para construir acuerdos, alianzas o coaliciones, pero sobre todo por la ausencia de liderazgos políticos e intelectuales para confrontar a Morena.

Los tres líderes de la oposición –el priista Alejandro Moreno Cárdenas, el panista Marko Cortés y el perredista-chuchista Jesús Zambrano– son meros administradores de franquicias y su principal prioridad no radica en construir una candidatura presidencial coalicionista, sino sólo gestionar nominaciones para cargos de gobernadores, senadores, diputados locales y federales y alcaldes.

A dos meses de las elecciones mexiquenses, las tendencias de votos no han podido alcanzar la ventaja de la candidata morenista Delfina Gómez y la aspirante prianredista Alejandra del Moral se quedó a la mitad del camino porque no supo darle algún valor político a su candidatura.

En el 2017, el candidato priista mexiquense Alfredo del Mazo Maza perdió ante Morena, pero pudo rescatar la gubernatura con los votos adicionales del Partido Verde. Y en su gestión político-administrativa, Del Mazo nunca pudo salir de los límites del estado ni tampoco tuvo la capacidad para potenciar el poder político y económico de la gubernatura para desparramarse por la República.

A dos meses de las elecciones mexiquenses, la coalición PRIANREDE ha carecido de movilidad, recursos, habilidad para el uso de programas sociales, discurso político, pensamiento estratégico, unidad partidista y sobre todo no ha sabido mostrar bases políticas suficientes que pudieran mandar el mensaje de que se trata de una coalición a la que debiera temerse en las presidenciales de 2024.

Una clave del fracaso de la coalición opositora en Edomex se exhibe en toda su dimensión en el golpe contundente del presidente nacional del PRI contra el expresidente Peña Nieto, exiliado en España, al destituir al coordinador de la bancada senatorial tricolor Miguel Ángel Osorio Chong, dejando el mensaje de que a la dirigencia priista sólo le interesa la acumulación de poder para el reparto de candidaturas en 2024.

Desde su nacimiento en 2020, la coalición PRIANREDE no ha podido elaborar un discurso de interpretación de la crisis política mexicana y por lo tanto tampoco ha podido construir una propuesta político-ideológica que pudiera funcionar como factor de cohesión en las bases militantes de diferente posicionamiento. Para consolidar la candidatura de López Obrador en 2006 y 2012, Manuel Camacho Solís estructuró el mensaje ideológico de coalición opositora o Frente Amplio como una forma de entretejer militancias ideológicas diversas.

La actual coalición PRIANREDE para Edomex y la presidencial de 2024 está reproduciendo los mismos errores de la coalición PAN-PRD de 2018, cuando el panista conservador Ricardo Anaya nunca comprendió la posibilidad de unir extremos ideológicos a partir de un discurso de comprensión de la realidad, ni supo explicarles a los electores por qué la derecha y la izquierda se habían unido contra Morena.

Los indicios que estarían fijando la percepción del chasco que será el PRIANREDE en las elecciones mexiquenses y nacionales se perciben la incapacidad de los tres principales partidos de oposición para conjuntar a las diferentes organizaciones civiles de políticos destripados de los mismos partidos y que ahora se están disfrazando nada menos que de sociedad civil.

Las formaciones opositoras partidistas, civiles y de expolíticos destripados hasta hoy solo han dado el indicio de que se trata de la búsqueda de chambas electorales intermedias y menores, pero sin ninguna reflexión política que le explique a la sociedad las limitaciones de Morena y las posibilidades político-ideológicas de la oposición. La gran decepción opositora ha sido Jesús Zambrano, cuya formación en el materialismo marxista del viejo PCM le daba capacidad de reflexión teórica sobre la coyuntura de la realidad, pero sólo lo vemos tratando de cachar a priistas salinistas que tienen en su pasivo el asesinato de más de 500 perredistas durante el Gobierno de Salinas de Gortari.

La reflexión teórica de José Revueltas para demostrar en 1962 la inexistencia histórica del Partido Comunista Mexicano como partido de la vanguardia obrera puede servir para probar que la coalición PRIANREDE será un fracaso histórico.

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