Marcelo Ebrard desafía al INE y al Tribunal Electoral
Rogelio Muñiz Toledo
Marcelo Ebrard ha decidido desafiar al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tribunal Electoral). Con la presentación y promoción de su propuesta de seguridad pública para México, denominada “Plan Ángel”, el excanciller está incumpliendo las medidas cautelares dictadas por la Comisión de Quejas y Denuncias del INE a su partido político y a la y los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena.
La decisión de Ebrard de incumplir abiertamente las medidas cautelares de la Comisión de Quejas y Denuncias del INE (Comisión) parece obedecer a una estrategia temeraria con la que busca posicionarse en forma más eficiente y acelerada en el proceso para la obtención de la candidatura presidencial de Morena.
Ante la evidente ralentización del crecimiento de las preferencias electorales a su favor, lo que no solo le impediría alcanzar a Claudia Sheinbaum, sino incluso podría colocarlo en riesgo de caer al tercer lugar ante el avance de Adán Augusto López, el excanciller parece estar dispuesto a jugarse el todo por el todo, incluso si ello implica el riesgo de ser sancionado por cometer actos anticipados de campaña.
Si bien Ebrard no es el único de los aspirantes de Morena a la candidatura presidencial que está incumpliendo las medidas cautelares de la Comisión, él se está colocando en una situación en la que, a diferencia de Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, difícilmente podrá encontrar una coartada para evadir la sanción.
Sheinbaum y López han acudido al expediente de negar toda vinculación con las descaradas campañas de propaganda ilegal desplegadas en su favor a lo largo de la república. Acción no exenta de una cierta dosis de cinismo e inmoralidad, como le gusta decir al presidente López Obrador ante actos de esa calaña. En el caso de Ebrard, el excanciller estaría incurriendo en una falta en la que el protagonista de los eventos violatorios de la ley y de las medidas cautelares es, sin lugar a duda, precisamente él.
Con la presentación de su “Plan Ángel” el 10 de julio pasado, y con la campaña sistemática para promoverlo como una de sus propuestas ante una posible candidatura presidencial, Ebrard no deja lugar a dudas de que está promocionando parte de su plataforma electoral para posicionarse como candidato presidencial de Morena. Pero si la presentación del lunes no fuera suficiente para acreditar la presunta realización de actos anticipados de campaña, durante los siguientes días sus recorridos por el país se han centrado en la presentación, explicación y defensa de su plan.
Las frases centrales de la presentación de su plan: “Vamos a disfrutar del México más seguro de la historia. He diseñado un plan, que se llama “Plan Ángel” y “Ya sé de dónde vamos a sacar los recursos y no nos va a costar un centavo adicional del presupuesto”, hacen inevitable que los eventos en torno a dicha presentación se califiquen como un posicionamiento de cara a la candidatura presidencial.
¿Cómo defender la legalidad de los eventos realizados en torno a la presentación y explicación de su plan, si incluso llamó a Sheinbaum a debatirlo y a contrastar las propuestas de ambos en materia de seguridad? ¿Cómo alegar que no se trata de actos anticipados de campaña si la presentación del plan y los eventos organizados por el excanciller para tal fin han trascendido al conocimiento de toda la ciudadanía en forma masiva y han abierto un debate sobre el mismo?
La presentación del plan de Ebrard no solo es contraria a la ley, a la línea jurisprudencial del Tribunal Electoral en materia de actos anticipados de precampaña y de campaña -incluida la línea sobre los equivalentes funcionales- y a las medidas cautelares del INE. También contraviene el acuerdo de Morena en el que se señala que se difundirían los logros de la 4T. ¿Puede este plan de seguridad ser materia de una “asamblea” informativa sobre los logros de la 4T si implícitamente descalifica lo que se ha hecho en la materia en el Gobierno de la 4T y evidencia los pésimos resultados en materia de seguridad durante los últimos cinco años?
Desde el 30 de mayo pasado, la Comisión dictó medidas cautelares por las que se conminó a los aspirantes presidenciales de Morena a que se abstuvieran de realizar, asistir y/o participar en eventos en los que se promocionaran con miras a posicionarse para una candidatura. El 16 de junio de este año, la Comisión adoptó una tutela preventiva por la que se ordenó a los aspirantes de Morena a que se abstuvieran de presentar una plataforma electoral para promoverse o posicionarse para obtener una precandidatura o candidatura. Más recientemente, el 28 de junio, ante las evidentes violaciones a su medida cautelar, la Comisión los exhortó a respetar la ley y a conducirse acorde a los principios de legalidad y equidad y cumplir con la tutela preventiva dictada 12 días antes.
Además, el Tribunal Electoral ha confirmado la tutela preventiva del 16 de junio y ha ordenado a la Comisión que analice de manera individualizada las posibles violaciones a la ley de la y los aspirantes de Morena a la candidatura presidencial en el marco del proceso en el que participan con el fin de obtener la “Coordinación Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación 2024-2030”.
Como lo he señalado en este espacio, ni el INE ni el Tribunal Electoral han avalado la realización de precampañas adelantadas. En los próximos días podrían dictarse resoluciones que pongan un alto, si bien no a los procesos en marcha, tanto de Morena como de los partidos aliancistas, sí a las descaradas precampañas adelantadas y a actos contrarios a la ley; como la campaña de posicionamiento de la plataforma electoral en materia de seguridad de Marcelo Ebrard, con la que viola lo que dispone la ley en relación con la temporalidad de las precampañas y campañas y abiertamente está incumpliendo las medidas cautelares dictadas por la Comisión de Quejas y Denuncias del INE.
* Reyes Rodríguez Mondragón es magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
