Menos indígenas con telecomunicaciones
Jorge Bravo
En un lustro la población indígena de México con cobertura del servicio móvil en al menos una tecnología inalámbrica (2G, 3G o 4G) se ha reducido de 88% en 2018 a 85% al término de 2022. Se trata de una disminución de tres puntos porcentuales, cuando se pensaría en una mayor cobertura de servicios de telecomunicaciones.
Según el sexto Diagnóstico de Cobertura del Servicio Móvil 2022 del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), ninguno de los 67 pueblos indígenas del país tiene tecnología 5G… o no la ha medido todavía.
La metodología para elaborar el diagnóstico no ha cambiado en cinco años. El IFT emplea la información reportada por los concesionarios que prestan servicios móviles, los mapas de cobertura, la información proporcionada por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), los censos y conteos de población y vivienda que realiza el INEGI.
Sin embargo, la población sí ha variado. En los diagnósticos de 2017 a 2020 el IFT se apoyó en el Censo 2010, que reportó una población de 11 millones 132 mil 562 personas, 9.9% de la población de México. En cambio, los documentos de 2021 y 2022 retoman el Censo 2020, cuando el número de los habitantes indígenas creció a 11 millones 979 mil 483; es decir, 9.5% de la población total del país.
En una década la población indígena aumentó en 846 mil 921 habitantes. Si la ubicación geográfica de los pueblos indígenas en el territorio nacional no ha cambiado, la variación porcentual en la cobertura del servicio móvil debió incluso mejorar, porque la misma infraestructura y disponibilidad de servicios móviles podría beneficiar a más población en un mismo territorio.
Sería útil que el IFT explicara por qué en el papel y en cinco años hay menos población indígena con cobertura móvil.
La tecnología móvil 2G se utiliza para llamadas y mensajes de texto; 3G añade a la voz y los SMS datos, pero lentos; mientras que 4G ofrece Internet de alta velocidad.
Según el diagnóstico 2022 del IFT, las tecnologías 3G y 4G observaron un incremento de cobertura en las localidades con presencia de población indígena de 80% y 75%, respectivamente. Es decir, en un lustro la calidad de la conectividad mejoró.
El pueblo indígena con menos cobertura 4G es el lacandón, en Chiapas, con apenas 16%, aunque en 2018 la cobertura entre los lacandones fue de apenas 9%.
La Carta Magna reconoce desde 2013 el derecho de acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), la banda ancha e Internet. La Constitución también dice que el Estado garantizará a la población su integración a la Sociedad de la Información y el Conocimiento, todo ello sin discriminación.
??Con motivo del 9 de agosto, Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, no olvidemos que las comunidades originarias desempeñan un papel fundamental en la riqueza y diversidad de México.
La cobertura y el acceso a servicios de telecomunicaciones representa una herramienta esencial para reconocer a estas comunidades, promover la inclusión digital y garantizar su derecho de acceso a las TIC, la comunicación y la información.
Los pueblos indígenas poseen riquezas culturales, conocimientos ancestrales y tradiciones que merecen ser compartidos y preservados. Las telecomunicaciones, los servicios digitales y las plataformas de Internet son un puente virtual que puede unir todos estos bienes y expresiones culturales con la comunidad que los crea, la nación multicultural que es México y el mundo exterior.
A través de la conectividad, los pueblos originarios pueden difundir su historia, arte, música, gastronomía, sabiduría y cultura, llegando a comunidades globales para generar un aprecio y respeto renovados por su patrimonio.
Las TIC y la conectividad tienen un impacto profundo en el desarrollo socioeconómico de las comunidades indígenas. El acceso a servicios de telecomunicaciones e Internet abre oportunidades para mujeres, para la educación a distancia, el acceso a información y servicios de salud, la búsqueda de oportunidades de empleo, la inclusión financiera y la comercialización de productos artesanales en los mercados locales, nacionales y globales.
Es indudable que las tecnologías y la conectividad significativa mejoran la calidad de vida de los pueblos indígenas, contribuyen al desarrollo sostenible de sus comunidades y les permite participar en la economía digital sin sacrificar su identidad cultural.
Las TIC empoderan e impulsan a los pueblos indígenas y sus culturas ancestrales porque la conservación y preservación de su patrimonio se facilita mediante registros digitales, la Internet y el almacenamiento en la Nube.
Las comunidades indígenas tienen el derecho constitucional de tener y operar sus propios medios de comunicación y redes de telecomunicaciones, plataformas para la libre expresión cultural y la información local. Al tener control sobre sus propias narrativas y visiones del mundo, los pueblos indígenas equilibran la marginación y la discriminación histórica que han enfrentado.
Es evidente que no podemos obviar los desafíos que enfrentan las comunidades indígenas en su búsqueda de conectividad y administración de medios de comunicación propios.
Buena parte de los pueblos originarios se encuentran en regiones de difícil acceso como regiones áridas, montañosas o selváticas, donde resulta complejo y poco rentable para los operadores instalar infraestructura de telecomunicaciones.
Estas barreras tecnológicas y geográficas, así como la falta de infraestructura en áreas remotas y rurales, dificultan el acceso de los habitantes indígenas a servicios de telecomunicaciones, digitales y plataformas de Internet.
Viene un nuevo proceso electoral en México y con ello muchas promesas de los aspirantes. Veremos si las y los candidatos pasan de las buenas intenciones a las políticas públicas digitales y las acciones focalizadas que realmente incorporen a los pueblos indígenas, sus tradiciones y cultura a la sociedad de la información y el futuro digital.