“Serenos morenos”: Manuela Obrador, prima de AMLO, descarta buscar la gubernatura de Chiapas
Isaín Mandujano
La prima hermana del presidente Andrés Manuel López Obrador, la diputada federal Manuela del Carmen Obrador Narváez, descartó que por el momento busque la gubernatura de Chiapas y que quienes interpretaron como su destape el evento del sábado pasado donde Zoé Robledo Aburto le levantó la mano, ese no es su problema.
Tres días después del acto masivo en el Rancho La Terna, al sur-poniente de la capital del estado, Obrador Narváez salió al paso este lunes, dijo para frenar las “especulaciones” en torno a su aspiración rumbo a la gubernatura del estado de Chiapas.
Primero subió a su red social una fotografía con su perro asombrado por las especulaciones y luego subió un video esta noche en el que tituló:
En el video, Manuela del Carmen dijo que “aunque muchos se han empeñado en distorsionar el mensaje, en la asamblea informativa del sábado pasado, fue muy claro, en ningún momento se habló de candidaturas sino de continuar encabezado con un equipo con el que hemos venido trabajando desde hace mucho tiempo”.
“El compañero Carlos y yo, asumimos la responsabilidad de continuar sumando, uniendo y organizando, para todos juntos seguir rumbo al porvenir. En esta asamblea, netamente informativa, se me invitó específicamente para tomar las riendas del equipo al lado de Carlos, aclaro que en ningún momento estoy pensando en gubernaturas. Y que lo que otras personas están interpretando, pues esa no es mi responsabilidad”, dijo la diputada federal de 52 años.
Y agregó que continuará trabajando como lo ha venido haciendo y aclaró, para quienes no conocen el movimiento en el que milita, es que ahí “no se aceptan imposiciones, aquí reina la democracia y el interés del pueblo”.
“Yo en este momento tengo la responsabilidad en el Distrito 1 (Palenque), lo cual me ocupa mucho tiempo y compromiso. Y no estoy pensando en candidaturas a la gubernatura. En este momento, no son los tiempos. Así que yo les digo, serenos morenos”, dijo la representante popular.
El sábado pasado, en su discurso, la diputada federal Manuela del Carmen Obrador Narváez sentenció: “No vamos a dejar que los mismos saqueadores de siempre, no vamos a permitir, sería inmoral, dejar que venga gente que estuvo en un partido y se pasa a otro. Y como ven que ya le salió carnita al hueso, con el mayor descaro, me voy para allá. Piensan que la gente es ignorante. No. Ya se les acabó ese cuento”.
Este fue un claro mensaje para los aspirantes que militaron en el PVEM, como los senadores Sasil de León Villard y Eduardo Ramírez Aguilar, quienes aspiran a la gubernatura de Chiapas.
Obrador Narváez ganó la diputación federal aliada del PVEM para su reelección en el 2021. De los más de 134 mil votos con los que ganó, más de 55 mil 500 se los dio el PVEM.
Trascendió que en un desayuno privado previo al evento de Zoé Robledo en el rancho La Terna, Zoé y sus más cercanos colaboradores analizaban la situación tras la mañanera del lunes 21 donde el presidente anunció su declinación para buscar la gubernatura de Chiapas.
Analizaba también el discurso que daría ese día sábado ante las personas que ya se estaban congregando para verlo, escucharlo y saludarlo. Ante los rumores entre los presentes que ya había generado de levantarle la mano Manuelita, el viejo lobo de mar en la política priista, José Antonio Aguilar Bodegas, como uno de sus asesores, le sugirió que no lo hiciera, que no era el momento de levantarle la mano a nadie.
Esto, automáticamente enfureció a Manuelita, quién defendió su postulación, que ella tenía su capital político y con lo cual podría enfrentar a los adversarios que les disputarán la candidatura al gobierno de Chiapas.
Zoé aún estaba indeciso y reflexionado sobre sus palabras. Estaba ahí presente ante sus íntimos de la política, en el cónclave de ese cuarto de guerra improvisado, pero en su mente estaba repasando lo que diría ante la multitud.
Fueron Joaquín Zebadúa y otra persona más, quienes presionaron a Zoé para que ese día le levantara la mano a Manuelita, y le indicaron que no habría otro momento oportuno, que debían aprovechar la movilización que ya tenían ese día.
Y fue así, como por medio de la presión, que se dio el destape ese día, suceso por demás desatinado, pues dicen que no gustó nada allá arriba al Presidente.
Aunque para equilibrar le levantó la mano también a Carlos Morales, a ese nadie le prestó atención y todo mundo empezó a gritar: ¡¡¡gobernadora, gobernadora, gobernadora!!!