Escándalos de Enrique Inzunza, “punto de quiebre” de Rubén con Claudia
Álvaro Aragón Ayala
El gobierno de Rubén Rocha Moya tiene las características propias de una autocracia hundida en los escándalos porno que le generan, a la vez, el estigma de grosero y antifeminista, lo cual, además de ennegrecer la figura del gabinete estatal es altamente censurable y una carga política-electoral que puede llevar a Sinaloa a la derrota de Claudia Sheinbaum Pardo, candidata de Morena a la presidencia de la República.
En su quehacer gubernamental, Rocha Moya perfila, asimismo, un poder paternal que ejerce para el beneficio de sus hijos; la “medición” en el sentido de que Eneida Rocha Ruiz, es la mujer mejor posicionada y que incluso puede ganar una Senaduría y de que su hijo Rubén también es el mejor visibilizado electoralmente, orienta erráticamente su ejercicio de gobierno a la percepción que él quiere construir para sus hijos.
Los escándalos porno en los que se involucra a su secretario general de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez, nulifica la escasa credibilidad del gabinete rochista e impacta negativamente en el nivel de honorabilidad y respeto a las mujeres que profesa Morena, partido del que se apoderó Rubén Rocha Moya para impulsar las candidaturas de sus incondicionales. El resucitamiento del caso de la Jueza que denunció que en el pasado fue acosada sexualmente, agregado a un video erótico, destripó la carrera política administrativa de Enrique Inzunza.
Precisamente por el alcance político y el impacto estatal y nacional de la figura antifeminista y porno de Enrique Inzunza, el gobierno autocrático de Rubén Rocha topó con el ideario de respeto y honorabilidad de los funcionarios públicos y candidatos que reclama Claudia Sheinbaum. El secretario general de Gobierno se convirtió en el “punto de quiebre” entre Rubén Rocha y la virtual candidata a la presidencia de la República de Morena.
Por razones obvias, Claudia Sheinbaum ya no quiere cerca de ella ni de su equipo de primer nivel a Enrique Inzunza y es de la idea de que debe renunciar o ser destituido de la secretaria general de Gobierno para poder que se reinicie un trabajo de reingeniería que ayude a la reconstrucción de la deteriorada imagen del gobierno de Sinaloa. Inzunza representa el antivoto y un pesado lastre para Morena y el gobernador.
No es coyuntural la posición de Claudia Sheinbaum toda vez que tiene en su poder una radiografía de los pasajes porno que circulan en las redes digitales de Sinaloa, de los que ella no quiere formar parte como factor de apoyo, pues enlodaría su imagen como mujer y candidata presidencial. Sabe bien la morenista que el “erotismo” de Enrique Inzunza ha provocado una ola de indignación, estupor y consternación con cadenas inflamables que pueden quemar su campaña política-electoral.
Y no nada más la pornografía del gobierno rochista mantiene preocupada a Claudia Sheinbaum. También le inquieta la versión de acaparadores de las obras públicas y de mantener a su servicio una red de proveedores que se han ganado a pulso los hijos del gobernador, quien, en un impulso paternal,
argumentó que eso no es cierto y que tiene “medido” al estado y de que Eneida y Rubencito son los mejores posicionados electoralmente en Sinaloa, lo cual desató la carcajada en el comité ejecutivo nacional de Morena.