AMLO, el campeón de los demagogos

Rubén Aguilar

El doctor en sociología Luis Astorga (Culiacán, 1953) es el pionero en México de los estudios relacionados con el crimen organizado y las relaciones que se establecen entre este y la política.

Astorga, que trabaja en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, concede una entrevista a Pablo Ferri (El País, 27.10.23) donde analiza la estrategia de seguridad de los últimos gobiernos federales. El académico afirma que “la demagogia se le da muy fácil a todos los políticos, pero hay unos más demagogos que otros, parafraseando a Orwell. Y López Obrador ha sido el campeón de todos”.

Acaba de publicar ¿Sin un solo disparo? Inseguridad y delincuencia organizada en el Gobierno de Peña Nieto. Su análisis se concentra en ese sexenio, pero aborda también el presente. Con López Obrador “la restauración autoritaria es clarísima. A mis estudiantes les digo que esta administración me recuerda mucho a 1984″, la clásica novela de George Orwell, afirma Astorga.

Y añade que “en el lenguaje de esta administración, el autoritarismo se llama democracia. La concentración de poder en el Ejecutivo es el súmmum de la democracia. Todos los demás poderes son corruptos. Y si los militares son el ejemplo de la honorabilidad, ¿por qué no un presidente militar?”.

El investigador del IIS-UNAM sostiene que con la alternancia política, que para él inicia antes del 2000 con cambios en el poder local, la correlación de fuerzas entre el poder político y el crimina empezó a cambiar.

Y añade que “los partidos se olvidaron por completo de la seguridad. Como si no hubiese indicios, ya desde finales de los años 60, de que la correlación de fuerzas entre el campo delictivo y el político se estaba modificando de manera acelerada”.

Con la alternancia en 2000, el Estado se libró del virus priista, pero otros ocuparon el espacio y en estos últimos 23 años los distintos gobiernos federales han fracasado en sus políticas para enfrentar al crimen organizado, afirma Astorga. En su visión “desde un principio no hubo un interés en conformar una política de Estado en materia de seguridad, lo que hemos tenido son ocurrencias sexenales”.

El investigador asegura que ante la ignorancia o desidia de los distintos gobiernos en materia de seguridad lo único que ha habido son discursos. Desde el discurso, no desde la acción, se quieren resolver los problemas. Eso les es común.

Y que ante la falta sistemática de una estrategia de seguridad a largo plazo, la inercia de los gobiernos, desde antes incluso del cambio de siglo, ha sido incorporar a los militares a la vida pública, cierto que en ningún caso como el actual gobierno.

Para Astorga las críticas de López Obrador ante los presidentes anteriores, en particular Felipe Calderón, no se justifican; los muertos en cada sexenio son responsabilidad de cada uno de los presidentes, porque cada uno es el responsable político, como comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas.

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