Objetivos de Desarrollo Sostenible, una oportunidad para México con la IA
Mario Maraboto Moreno
Un estudio realizado en la Universidad de Granada sobre la Inteligencia Artificial (IA) y su aplicación en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, a cubrirse en el año 2030, establece que no todos los países se encuentran al mismo nivel en el avance de cumplimiento de esos objetivos y recomienda que “la aplicación de la IA y de las tecnologías digitales debe adaptarse a la situación de cada país, y llevarse a cabo en los ODS que sean más necesarios”.
Es indudable que la IA puede ser una herramienta importante en el camino de los diferentes países firmantes de los ODS (México entre ellos) para alcanzar las metas establecidas por la ONU. Lo importante es emplearla con responsabilidad moral y ética, por lo que esta herramienta representa ante la posibilidad de ser usada con fines perversos y/o de lucro, como ya ha sucedido en algunos casos.
México fue uno de los primeros países en generar una agenda nacional de IA en 2018 y, aun cuando ocupa el quinto lugar en la gestión de la IA en Latinoamérica, según el Índice Latinoamericano de inteligencia artificial (ILIA) dado a conocer el pasado mes de agosto, nuestro país no ha avanzado mucho en esta área por parte del gobierno y, salvo excepciones, pocos consorcios mexicanos han tenido el interés por invertir en la IA como lo han hecho, por ejemplo, Colombia, sede de uno de los fondos de inversión más fuertes en el continente, o Brasil, que ha dado sólido impulso al desarrollo de este tipo de herramientas.
En México, los avances involucran la adopción de robots industriales, seguramente asociados al fenómeno del nearshoring, o la implementación de nuevas plantas manufactureras con tecnologías modernas y sistemas automatizados. Pero la administración pública federal ha manifestado poco interés en la IA y en los desarrollos tecnológicos, como lo evidencian la eliminación del Foro Consultivo Científico y Tecnológico del Conacyt, y la creación de un nuevo organismo a cuyos directivos no se les exige experiencia en el campo científico.
La IA prácticamente no ha sido considerada en los informes de gobierno del presidente. En el más reciente, el pasado septiembre, sólo la mencionó cinco veces en temas de participación ciudadana, educación, industria petrolera, servicio nacional del empleo y promoción de la industria 4.0, pero sin abundar en detalles o logros. Realmente no sabemos cómo la está empleando.
Parece que en México está perdiendo de vista que la IA puede contribuir favorablemente a la sostenibilidad a través de temas como: el empleo de drones para detectar áreas de reforestación, monitorear el comportamiento de infraestructuras y de individuos ante escenarios que supongan un desafío climático; prever, a través del análisis de datos, posibles afectaciones en áreas urbanas y rurales producidas por fenómenos naturales predecibles (como pudo ser en el caso del huracán Otis en Acapulco), o focalizar áreas urbanas propensas a contaminación ambiental severa.
El gobierno federal podría considerar que la IA puede contribuir al desarrollo sostenible del país ayudando a predecir errores; favorecer los objetivos ambientales al ayudar a crear ciudades inteligentes que generen bajas emisiones de carbono; modular los consumos de electricidad y generar una mejor integración de las energías renovables a través de redes inteligentes; y hasta identificar tendencias de desertificación a través de imágenes satelitales y luchar contra la contaminación marina, entre muchos otros aspectos en favor del logro de los ODS en materia ambiental.
En España, por ejemplo, se aplica la IA para conseguir una mayor sostenibilidad a través de tecnología de IA aplicada en el sector de la construcción, procesando constantemente la información de 3,000 variables para anticipar cuándo se puede producir una falla, es decir, para predecir errores y minimizar problemas que puedan afectar al desarrollo sostenible.
De acuerdo con información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), México es un importante referente para la región en diferentes dimensiones y, aunque muestra un buen desempeño en investigación, considera que es necesario que el gobierno fortalezca la infraestructura, la formación profesional en IA e impulsar la innovación y el desarrollo, lo cual implica implementar una estrategia sólida y fortalecer la gobernanza, la participación ciudadana y la regulación en el campo de la IA.
El uso de la IA ha crecido en áreas como la agricultura, en donde México podría salir favorecido. El campo mexicano se beneficiaría de la IA, mediante el uso de agricultura de precisión que permite optimizar la producción agrícola y reducir el impacto ambiental.
Dadas las tendencias globales y el crecimiento en áreas como nearshoring, automatización y aplicaciones en agricultura y servicios financieros, México se encuentra en un momento crucial en la industria de la IA. Ojalá que el siguiente gobierno considere más a la ciencia y la tecnología y le dé menos peso a la política, a fin de promover la gestión responsable de los diversos recursos naturales para maximizar el bienestar social y económico, sin comprometer la sustentabilidad de los ecosistemas existentes.