No es contra la oposición, es contra Rubén Rocha
Felipe Guerrero
Todos los procesos electorales desatan pasiones, unos más otros menos, y generalmente las confrontaciones se dan entre fórmulas políticas distintas, no al interior de un mismo partido como es el caso de MORENA en Sinaloa, cuyos protagonistas han rebajado la contienda al grado de la diatriba y la descalificación permanente.
Ayer, el ex alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, quien acompañó al también ex alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro (ambos desaforados), a realizar un trámite en el palacio municipal de Mazatlán, aprovechó la ocasión para despotricar contra el gobernador Rubén Rocha en forma altisonante. Entre otras cosas el Químico Benítez dijo a los medios, refiriéndose al ejecutivo estatal, “que no se haga pendejo el gobernador, el ratero es él”.
No, no lo dijo un priista, panista, perredista o pasista, lo externó un morenista contra otro morenista y, sobre todo, contra la máxima investidura de gobierno en Sinaloa. No se trata pues de una expresión que establezca diferencias ideológicas o conceptuales, se trata de un señalamiento directo acompañado de un insulto, una acusación y un desafío:” El ratero es él”. “¿Porqué no me han metido a la cárcel?, porque no pueden ni van a poder”.
Lo anterior lo único que revela es el grado de encono que han alcanzado las diferencias al interior de MORENA, no por superar o alcanzar los principios de los que presumen, sino porque el ejercicio del poder ha generado rebatiñas y excesos que determinan este tipo de expresiones. Se han hecho tanto daño a la hora del reparto y el control político, que la ira y el odio emergen sin control cuando de reclamarse se trata.
En Sinaloa, el problema electoral para el gobierno de Rubén Rocha y MORENA no son en estricto sentido los partidos de la oposición, sino los desprendimientos de sus corrientes internas que, a través de partidos como el PT, se han convertido en sus propios competidores.
Ni Estrada Ferreiro ni el Químico Benítez le quitarían votos a la oposición, sino al pastel guinda del que lograron sus triunfos en 2021. Es decir, ellos, Estrada y el Químico, lo que pretenden es derrotar a Rocha porque simple y sencillamente es su enemigo público número uno. Y derrotarlo no porque ellos lo puedan hacer solos, sino porque pueden contribuir a ese propósito.
Rocha los desaforó y ahora irían por la venganza. Por supuesto, para la oposición este pleito encarnizado vale oro puro, electoralmente hablando. ¿Lo sabrán aprovechar?