Candidatos y candidatas del partido en el poder no hacen campaña por temor al reclamo social: Noé Heredia
Han sido legisladores “agachones y levantadedos”, doblados ante el poder del presidente, sin importarles la ciudadanía que les dio el voto
Candidatos y candidatas del partido en el poder no hacen campaña por temor al reclamo social, especialmente quienes van por la reelección y jamás regresaron a sus distritos, ni siquiera a darles las gracias, mucho menos a llevarles beneficios a las comunidades y colonias de Culiacán, señaló Noé Heredia, candidato a diputado federal por el séptimo distrito.
El abanderado de la Coalición Fuerza y Corazón por México expresó que los legisladores federales de morena han sido “agachones y levantadedos”, y nunca, supieron hacer su tarea legislativa, no gestionaron apoyos económicos ni obra pública alguna para Sinaloa y sus municipios.
Diputados y diputadas morenistas se han ido en la ola cómoda de hacer y decir lo que el presidente de la república quiere, nunca se han pronunciado en contra, aunque ello signifique pobreza, mala atención en materia de salud y nulo desarrollo económico.
Las personas de la tercera edad, beneficiados por el programa federal de 65 y más, así como el resto de la población piden políticas públicas para que les alcance el dinero, pues en sólo dos años la canasta básica ha incrementado su costo en un 200 por ciento.
Recalcó que los programas sociales como el 65 y más, becas a estudiantes y apoyos a la mujer, van continuar, son un derecho constitucional, pero, también son necesarias políticas públicas que refuercen esos apoyos, pues al no haber medicamentos ni material de curación en los hospitales, tienen que destinar el recurso del programa social a esos rubros, “nuestros adultos mayores mueren por falta de atención médica y medicamentos”, señaló Noé Heredia.
Nos quedan, dijo, 70 días de campaña, vamos a darle dos vueltas al séptimo distrito electoral federal, con contacto diario con la gente, hasta lograr el hermanamiento con el pueblo, encontrar juntos la confianza en una verdadera oposición para equilibrar la toma de decisiones federales, que no se hagan por capricho o por ocurrencias que haya mejores resultados para la población en general.