Vanessa, al rescate de Enrique Inzunza
Álvaro Aragón Ayala
Identificados con la “mafia en el poder” que hunde a Sinaloa y a México en la destrucción, los candidatos de Morena al Senado de la República, Imelda Castro Castro y Enrique Inzunza Cázarez, son los primeros damnificados electorales de la Transformación de Cuarta y del gobierno fallido de Rubén Rocha Moya, pues en casi un mes de campaña se nota a leguas que la sociedad los rechaza por charlatanes.
Coparticipes, pues, del gobierno rochista, Castro Castro e Inzunza Cázarez, son culpados también de que en Sinaloa impere la narcopolítica y reinen los “levantones masivos”, las persecuciones políticas y judiciales, el invento de delitos, los feminicidios, los desaparecidos, los robos de vehículos, el cartelrocharuiz.com, el nepotismo, y otras “enfermedades crónicas”, que mantienen a los sinaloenses atrapados en el coraje y la incertidumbre.
Inútiles, entonces, han sido los esfuerzos de la periodista Vanessa Félix por construirle a Enrique Inzunza una imagen pura y angelical, de un político que es aceptado por los electores. Vanessa, columnista de El Debate, Línea Directa y SDP Noticias, fue jefa de prensa en la contienda del 2021 de Mario Zamora Gastélum, quien fuera candidato del PRI al gobierno de Sinaloa. Hoy lo es del secretario general de Gobierno con licencia elevado por Rubén Rocha a candidato al Senado.
VIVA LA DEMANDA DE HOSTIGAMIENTO SEXUAL CONTRA ENRIQUE INZUNZA
Vanessa enfrenta el mayor reto de su vida. La esposa de Julio César Manzanarez Salazar, director de la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas y del Fondo de dicha Comisión, que depende de la secretaría general de Gobierno, tiene la encomienda de borrar de la mente del electorado el retrato de acosador y hostigador sexual de Enrique Inzunza y el contenido del video en donde se le observa masturbándose. Hasta ahora no lo ha logrado.
Imelda Castro, quien busca la reelección, tampoco aporta nada a la campaña ya que es rechazada porque en funciones de Senadora nunca alzó la voz para defender a los productores agrícolas. Tampoco apoyó a los pescadores, mineros, acuicultores, y respaldó la desaparición del INSABI, las Escuelas de Tiempo Completo y despotrica contra el Poder Judicial Federal y el INE.
El slogan Enrique Inzunza “viene caminando” desde Batequitas, Badiraguato, remonta al año 1975 cuando esa comunidad fue puesta en la mira de la “Operación Cóndor” por considerar que la mayoría de sus habitantes se dedicaba a la siembra y cultivo de mariguana y amapola. En recorridos y eventos el candidato de Rubén Rocha saluda y apapacha “a huevo” a los electores a los que espanta con su sonrisa canina, chueca, que ofrece la lectura de una persona dada a la perversidad. Con los negativos de este “animal político” carga Vanessa Félix.