Las deudas de AMLO
José Gil Olmos
Este lunes retomo un ejercicio de análisis periodístico que hace unos años llame Memoria Publica, en honor a dos de los periodistas fundadores de Proceso y que son y serán emblemáticos en el periodismo mexicano por la trascendencia de su trabajo y el impulso que le dieron a la vida democrática del país.
Se trata de ejercer la memoria como un derecho y una obligación en el ejercicio periodístico en el cual el olvido es imperdonable, sobre todo, cuando se trata de la revisión necesaria de la actuación del poder, sea quien sea quien lo ejerza.
Ese es el legado de Julio Scherer, Don Julio, como le decíamos en Proceso quienes tuvimos el privilegio de conocerlo en la redacción de Fresas 13.
Este ejercicio de memoria periodística necesariamente es público y de ahí viene el otro sustantivo que lleva este espacio en honor a Miguel Ángel Granados Chapa, que con su columna Plaza Pública hizo del periodismo una trinchera permanente en defensa de la libertad de prensa y de expresión, aun cuando fue llevado a tribunales por publicar un libro donde expuso los excesos y la corrupción del cacique hidalguense Gerardo Sosa Castelán.
Scherer y Granados Chapa son de lo mejor que ha tenido el periodismo mexicano, sobre todo por el trabajo de revisión de los excesos del poder que ejercieron los presidentes y sus comparsas en más de medio siglo. Y este espacio es un sencillo homenaje a su legado: La Memoria Pública, porque no hay nada peor en el periodismo y en la vida que el olvido.
Nada más pertinente en este arranque que hacer un ejercicio de memoria para señalar que los retos que tendrá la próxima o el próximo presidente a partir de 2024 serán las deudas en obras y financieras que deja el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha destinado más de 500 mil millones de pesos a cinco proyectos: la refinería Dos Bocas, el AIFA, Tren Maya, la Aerolínea Mexicana y la Megafarmacia, los cuales no han dan los resultados previstos.
Mientras ha dedicado su atención en las obras magnas con la tentación de todos los presidentes de dejar una huella en la historia, al hacer un balance de las deudas encontramos que las necesidades básicas y los derechos constitucionales como seguridad, economía, salud, educación, vivienda y trabajo siguen pendientes.
Por ejemplo, el crecimiento económico promedio anual en los primeros cinco años de gobierno fue de 0.8%, el más bajo para un mismo periodo desde Miguel de la Madrid (1982-1988), en el que se observó una contracción de 0.2 por ciento.
La deuda por habitante pasará de 109 mil 818 pesos que se tenía al inicio del sexenio a 126 mil 818 pesos. Así tenemos que la deuda por habitante se incrementó en 15.5% durante el actual sexenio.
De acuerdo con información del Fondo Monetario Internacional (FMI), en este último año del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador registrará el mayor déficit fiscal para un año electoral en un registro de al menos cuatro sexenios, con un déficit de 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB) que será el más alto registrado al menos desde el año 2000. El precedente más cercano de un déficit superior a 4% del PIB lo tenía Enrique Peña Nieto, que en 2014 incurrió en un déficit de 4.54 por ciento.
En materia de seguridad los datos oficiales muestran que entre el 1 de diciembre de 2018 y diciembre de 2023 la actual administración acumula un total de 171 mil 85 asesinatos, de los cuales, cuatro mil 892 se tratan de feminicidios. Faltarían los de este año 2024, con los cuales rebasaría aún más los registrados en el gobierno de Enrique Peña Nieto, que cerró con 157 mil 158 homicidios y el de Felipe Calderón con 121 mil 613 víctimas mortales.
Uno de los aspectos que enfrentará la siguiente administración es la militarización. Al cierre de 2023 los recursos ejercidos por la Sedena, la Marina y la Guardia Nacional alcanzaron los 210 mil millones de pesos, 239% más de los recursos para entes civiles de seguridad, como son la Fiscalía General de la República, Gobernación y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
A ello se suma que también se han incrementado los recursos públicos depositados en fideicomisos bajo control de militares, que para 2018 tenían 6.9 mil millones de pesos y para 2023 ascendieron a 81.2 mil millones.
¿Quién le quitará ese poder económico a la nueva clase empresarial que son los militares?
La educación tiene el gran pendiente de atender la llamada Generación Covid, la de niños y adolescentes que tuvieron que tomar clases a distancia sin que maestros y padres de familia estuvieran preparados, lo que generó un retraso en la calidad de la enseñanza. Cerca de 1.3 millones de estudiantes abandonaron las escuelas del nivel básico, según la investigadora, Katia Carranza, quien señala que México tiene una grave crisis educativa, ya que tiene un atraso de 60 años respecto de otros países como Noruega, Finlandia o Estados Unidos, para alcanzar su nivel educativo.
Mientras que en salud pública, durante esta administración, la centena de centros del sistema del sector salud, clínicas y hospitales redujeron entre 42% y 49% las consultas a los derechohabientes de enfermedades como cáncer, hipertensión, obesidad y otras crónico-degenerativas. La salud pública atraviesa una crisis por el desabastecimiento de medicamentos en el sector, que se agudizó en 2019 por los recortes presupuestarios y los cambios en la compra de las medicinas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La falta de atención médica y de medicamentos han causado 20% de los fallecidos en México en 2022, calcularon especialistas basados en cifras oficiales.
Podríamos seguir con la lista de pendientes que va a heredar López Obrador a quien lo sustituya y que si no hay una catástrofe será Claudia Sheinbaum. Los retos para la siguiente administración son mayores y muchos de ellos fueron generados por la llamada Cuarta Transformación que deja muchas cuentas que saldar.
Por cierto…
En campañas electorales las amistades salen sobrando. Con tal de ganar, los candidatos desconocen a quienes en algún momento fueron cercanos a la familia. El caso de Luis Donaldo Colosio Riojas es el más reciente al negar la amistad que su padre Luis Donaldo Colosio Murrieta tuvo con su paisano Manlio Fabio Beltrones. Metido en su propia campaña para senador, el presidente municipal de Monterrey negó lo que públicamente y otros cercanos a su padre afirman, que Beltrones no sólo fue amigo, sino que además fue de los personajes más cercanos de Colosio como candidato presidencial en 1994 y que incluso le dio trabajo a su abuelo Luis Colosio cuando Manlio Fabio era gobernador. La memoria es el privilegio del periodista.
Con información de Proceso