El gusano barrenador volvió a México por el contrabando de ganado en la frontera sur

Arnoldo Erik López y Juan Carlos Villeda

Más de 30 años después de que a México se le declarara libre del gusano barrenador del ganado, la plaga regresó al país debido al contrabando que ingresa por los estados fronterizos del sur, Chiapas y Quintana Roo.

El regreso del insecto provocó que las exportaciones de ganado hacia Estados Unidos se suspendieran, con graves pérdidas económicas para los productores.

Contexto: La infección es provocada por la larva de una mosca que invade heridas en animales de sangre caliente, incluidos los seres humanos, provocando infecciones graves y, en casos no tratados, la muerte.

En febrero de 1991, México fue declarado oficialmente libre de la enfermedad, después de dispersar más de 250 mil millones de moscas estériles, explica a La Silla Rota Luis Fernando Haro, director del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

En agosto de 1972, se estableció la Comisión México-Americana para la Erradicación del Gusano Barrenador del Ganado. Su meta era erradicar al gusano barrenador hasta el Istmo de Tehuantepec y establecer una barrera de 400 km para prevenir reinfestaciones en Estados Unidos y en el norte del país.

Gráfico: Antonio Damián

Regresa la epidemia
Sin embargo, el gusano barrenador, señala el especialista, reapareció en el país tras avanzar desde Panamá hasta la frontera sur de México, cruzando por varios países centroamericanos. “Hay un tema de contrabando. Tenemos una frontera muy amplia con Guatemala y con Belice, donde hay cruces ilegales no solo de personas, sino de ganado”.

En julio de 2023, Panamá se declaró en emergencia zoosanitaria ante el aumento de casos del gusano barrenador de ganado. Días después se reportó el primer caso en Costa Rica. Ocho meses después, llegó a Nicaragua y en septiembre de 2024 aparecieron brotes en Honduras. Un mes después, en octubre, el brote había llegado a Guatemala.

De acuerdo con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), el 21 de noviembre se confirmó el primer caso en décadas en México. Se trató de un bovino con una herida en la oreja en una granja de Chiapas. Días después se reportó otro caso, también en Chiapas, de una becerra con una herida en el cuello. El tercer caso ocurrió en Campeche. Hasta marzo de 2025, ya se habían reportado más de 500.

“Hay brotes ahorita en Chiapas, Tabasco y Campeche, sobre todo en el sur del país, pero hace unos días se detectó un brote en Oaxaca y otro en Veracruz”, detalló Haro. “Esa expansión territorial encendió las alarmas en Estados Unidos, que decidió cerrar temporalmente su frontera a la importación de ganado mexicano”.
Evitar este problema no era imposible, pero debieron cumplirse ciertos procedimientos, dice el directivo del.organismo que representa a los empresarios del sector agroalimentario.

“Es un tema que tiene que ver con el contrabando, con el cruce ilegal de ganado. Si el ganado pasa por centros de inspección donde se verifica si hay un problema, esto no pasa. Entonces, se podía haber evitado, pero es difícil. Tenemos una frontera muy amplia y así como cruza gente migrantes ilegalmente así también hay quien de alguna manera cruza animales”, respondió.

“Cierre de frontera no resuelve el problema”
A pesar de los brotes localizados en el sur del país, el cierre de la frontera con Estados Unidos ha generado molestia en el sector ganadero mexicano, que considera la medida “injusta y unilateral”.

“El problema no está en la frontera norte, sino en la frontera sur, donde hay cruces ilegales que no pasan por ningún control sanitario”, afirma el director del Consejo Nacional Agropecuario.

El ingeniero señala que en los cruces fronterizos autorizados, los controles son extremadamente rigurosos. “Todo el ganado que cruza hacia Estados Unidos está previamente verificado por inspectores de ambos países. Se desparasita, se inspecciona físicamente y se analiza cada animal. Ningún bovino cruza si no tiene el visto bueno de las autoridades sanitarias de ambos lados”, explica.

Por esa razón, para los productores mexicanos, el cierre de la frontera no soluciona el problema de raíz. “No hay duda de que el ganado que cruza legalmente está limpio. Lo que hay que detener es el avance de la plaga desde el sur, no castigar a quienes están cumpliendo con las reglas”, subraya Haro.

La postura del sector coincide con la de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien esta mañana calificó de “injusta” la decisión del gobierno de Estados Unidos de cerrar su frontera durante 15 días a las exportaciones de ganado provenientes de México.

Golpe económico
Cada año, México exporta alrededor de un millón de cabezas de ganado a Estados Unidos. Entre 2 mil 500 y 3 mil diarias, por lo que el bloqueo comercial representa un duro golpe económico para los ganaderos mexicanos.

“Se están dejando de generar alrededor de 11.4 millones de dólares diarios en exportaciones de ganado, no porque se haya perdido el producto, sino porque no se puede comercializar”, advirtió Haro.

Aunque el ganado sigue existiendo en territorio mexicano, los productores ven paralizadas sus ventas, lo que impacta directamente sus ingresos y la estabilidad del sector.

Moscas estériles: la clave para contener la plaga
Una de las principales estrategias para contener y erradicar al gusano barrenador es el uso de control biológico mediante la liberación de moscas estériles. Esta técnica consiste en criar millones de ejemplares del insecto, esterilizarlos y luego liberarlos en zonas afectadas o en riesgo.

Al no poder reproducirse, las moscas estériles interrumpen el ciclo reproductivo del parásito y ayudan a disminuir drásticamente su población.

Durante la campaña original de erradicación, entre 1972 y 1990, México dispersó más de 250 mil millones de moscas estériles en 58 mil horas de vuelo, lo que permitió declarar al país libre del gusano barrenador.

Hoy, ante el nuevo brote, esta estrategia vuelve a estar en el centro de la respuesta sanitaria. “Actualmente se están liberando alrededor de 100 millones de moscas estériles por semana”, explicó Haro

Sin embargo, los productores advierten que será necesario aumentar la producción y liberación de estos insectos para formar un cerco efectivo en el sur del país y evitar que la plaga avance hacia el centro y norte.

Productores piden parar el contrabando
Productores y dirigentes del sector ganadero en estados del norte del país llamaron a detener el contrabando de animales proveniente de Centroamérica.

En Sonora, el presidente de la Unión Ganadera Regional (UGRS), Juan Carlos Ochoa Valenzuela, llamó a la calma y aseguró que ya trabajan con autoridades estatales y federales en un nuevo protocolo sanitario. Señaló que el cierre no fue una sorpresa, ya que el brote del gusano barrenador había sido detectado en el sur, y era un tema ya dialogado con autoridades estadounidenses.

“No nos toma como una sorpresa, ya era algo que se veía que podía suceder. Como el propio Secretario de Agricultura lo dijo en su cuenta de Twitter, es un tema pactado, platicado, donde él espera que en 15 días o antes se reanude la exportación”, indicó.

Ochoa afirmó que, pese al cierre, cruzarían al menos las exportaciones ya programadas. Mientras tanto, en la estación cuarentenaria de Nogales se contabilizaban 51 vaquillas listas para cruzar la frontera, aunque algunas ya estaban siendo retiradas, según pudo confirmar el equipo de La Silla Rota.

Sin embargo, entre productores sonorenses hay creciente molestia y desconfianza. Ganaderos que solicitaron el anonimato acusan que el problema no es la falta de vacunación o controles locales, sino el contrabando masivo de ganado desde Centroamérica, el cual ingresa por el sur del país con la complicidad de autoridades y dirigentes ganaderos.

Contrabando y crimen organizado: una amenaza sanitaria

Una investigación de InSight Crime publicada en 2022 revela que desde países como Nicaragua, Guatemala y El Salvador se ha establecido una red de tráfico de ganado que cruza hacia México por ríos como el Usumacinta. Se trata de animales en malas condiciones sanitarias que ingresan sin los controles veterinarios requeridos.

Un exdirigente ganadero del sur de Veracruz —identificado como “Eduardo” en el reportaje— relató cómo vio personalmente la operación: canoas cargadas con becerros y vacas viejas, protegidas por grupos armados que impiden el acceso a curiosos. Según el testimonio, muchas de estas reses llegan hasta el norte del país, y en algunos casos, incluso cruzan a Estados Unidos.

Ganaderos entrevistados aseguraron que las autoridades sanitarias mexicanas y las asociaciones ganaderas están al tanto de este tráfico ilegal, ya que “no se puede mover una vaca sin el aval oficial”. Esto ha desatado el temor de una posible epidemia de gusano barrenador en el norte de México y en territorio estadounidense.

Baja exportación de Tamaulipas… y luego el cierre

En Tamaulipas, Cuauhtémoc Amaya García, subsecretario estatal de Ganadería, confirmó que este cierre afectará al mercado nacional, a pesar del buen precio que actualmente registra el ganado. Informó que en lo que va del año apenas se han exportado cinco mil cabezas, muy por debajo del promedio anual de 70 mil.

Amaya agregó que se preparaban exportaciones desde el puerto de Ojinaga, Chihuahua, con ganado tamaulipeco —alrededor de 600 cabezas semanales— para los meses de mayo, junio y parte de julio. Con el cierre fronterizo, este esquema se ve comprometido. Además, advirtió que los ganaderos deberán mantener sus reses en corrales, lo cual podría agravar la crisis alimentaria por la sequía.

En Chihuahua califican como tiro de gracia el cierre 

La decisión del gobierno de Estados Unidos de cerrar temporalmente la frontera a la exportación de ganado mexicano en pie, como medida preventiva ante el gusano barrenador, ha sido calificada como un “tiro de gracia” para el sector ganadero de Chihuahua. Así lo advirtió Álvaro Bustillos Delgado, presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua (UGRCH), al señalar que esta medida afectará gravemente los ingresos de los productores del estado, principal exportador del país.

Bustillos denunció una falta de acción por parte de las autoridades mexicanas ante el avance del parásito en el sur del país, y consideró que Estados Unidos está usando el cierre como un arma política. Según sus estimaciones, la diferencia de precios entre el mercado nacional y el estadounidense podría representar una pérdida de hasta 50 millones de dólares por cada 100 mil cabezas que dejen de exportarse. “Somos quienes estamos en la mesa de negociación, pero presionan a los productores para forzar acciones”, reclamó.

En respuesta, la Secretaría de Desarrollo Rural del Gobierno de Chihuahua aseguró que el estado está libre de la plaga y que ha reforzado sus controles sanitarios. A través de un comunicado, la dependencia señaló que trabaja coordinadamente con la Secretaría de Agricultura y Senasica para evitar la propagación del gusano barrenador desde otras regiones del país.

Las autoridades estatales pidieron no generalizar las restricciones, ya que consideran que el cierre tiene un impacto desproporcionado en una entidad que ha cumplido con los estándares de sanidad. Mientras tanto, ganaderos chihuahuenses exigen que se revierta la medida cuanto antes para evitar un daño económico irreversible.

Perspectiva y próximos pasos

Mientras Estados Unidos mantiene la suspensión de importaciones, el gobierno mexicano trabaja en un nuevo protocolo para contener la plaga y restaurar la confianza. El Secretario de Agricultura, Julio Berdegué dijo ayer que espera que el comercio se reanude en un plazo aproximado de 15 días, aunque funcionarios estatales como Amaya García advierten que podría tomar más tiempo.

Mientras tanto, la presión recae sobre los productores, quienes deben encontrar alternativas en el mercado nacional en medio de precios menos favorables y condiciones climáticas adversas.

Con información de La Silla Rota

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