Desaforada / Impuesto a remesas ¿oportunidad para la inclusión financiera en México? 

Elizabeth Albarrán

Cuando se habla de inclusión financiera en México, los bancos quedan mal parados, recuerde que solo tres de cada 10 personas tiene acceso a un crédito bancario. Este nivel podría aumentar si se aprueba una propuesta en Estados Unidos de cobrar un impuesto de 5% a las remesas, o al menos así lo ve BBVA Research. 

En un análisis, el banco español refiere que este gravamen se aplicaría a 4.1 millones de mexicanos que están en Estado Unidos sin documentos y que no son beneficiarios del  programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), lo que les otorga protección contra la deportación y permiso para trabajar, y que normalmente envían dinero a sus familias a través de empresas remesadoras. 

Dicha población aporta alrededor del 50% de las remesas que llegan al país y que al cierre de 2024 ascendieron a poco más de 64 mil millones de dólares. 

Precio dólar
Tan sólo en 2024, llegaron 64 mil 700 millones de dólares en remesas, lo que equivale al 3.5 por ciento del Producto Interno Bruto Nacional / Graciela López Herrera / Cuartoscuro.com

Si se aprueba la iniciativa, esta población pagaría casi el cuádruple de lo que hace actualmente. Por cada 350 dólares que mandan al país, la empresa remesadora le cobra en promedio 6 dólares, pero con el gravamen pagarían hasta 23.50 dólares. 

Cuando los connacionales envían esa misma cantidad de recursos por transferencia bancaria, aplicación móvil o vía internet, el cobro se reduce a poco más de un dólar.

Entonces, los cálculos de BBVA Research apuntan que con la imposición del impuesto de 5%, si una persona hace cuatro envíos de 350 dólares implicaría un costo de 100 dólares, pero si hace una transferencia bancaria de 1,400 dólares, el costo sería entre 25 y 40 dólares, convirtiendo así la transferencia bancaria en una alternativa más económica. 

Un dato interesante que menciona BBVA es que 85% de los migrantes mexicanos adultos en Estados Unidos cuenta con una cuenta bancaria independientemente de su situación migratoria, ya que muchos de sus servicios y pagos -incluyendo renta- deben realizarse mediante el sistema financiero formal. 

El problema radica en que en México pocas personas tienen una cuenta bancaria, por lo que la mayoría está acostumbrada a usar el efectivo y recibir su dinero con las remesadoras. 

No tengo pruebas, pero tampoco dudas de que esto beneficiaría más a las mujeres, pues recuerde que en la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2024 se observó que en materia de créditos, las mujeres también son las que menos acceden a este producto financiero. El año pasado solo 36.1% de las mujeres contó con este servicio, mientras 38.8% fueron hombres.

Por ello, los analistas de BBVA ven una escondida pero posible oportunidad de impulsar la inclusión financiera en los hogares que reciben las remesas, lo que podría generar una mayor digitalización en la economía y quizá también una reducción del crimen. 

El banco también menciona que este nuevo impuesto implicaría que surjan nuevos mecanismos informales para enviar las remesas, es decir, que se mueva más el efectivo en el mercado negro. 

Aunque la presidenta Claudia Sheimbaum se manifestó en contra de esta propuesta que además viola acuerdos comerciales, no queda clara su estrategia o trabajo con los bancos para que más mexicanos sean parte del sistema financiero formal. 

Con información de El Sol de México

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