Segundo informe: Rubén Rocha, generador de violencia
Álvaro Aragón Ayala
Sin un plan de desarrollo, con programas ineficientes y bajo la tesis del cobro de venganzas a grupos sociales e instituciones que no se someten a su capricho, Rubén Rocha Moya eligió, en modo dictator, el camino de la generación de violencia, pasando por encima de los principios de la buena gobernanza, azuzando al atropello, al grito destemplado contra funcionarios de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
El gobernador ordenó, en lo que será un evento prefabricado con el garlito de su segundo informe de labores, lanzar insultos y consignas contra quienes él considera sus opositores, lo cual avivará el clima de inestabilidad política y social en Sinaloa.
El gobernador ha incitado a la movilización en su contra espoloneando a los universitarios con una Ley Estatal de Educación Superior que violenta la autonomía universitaria y quebranta la Constitución en su artículo 3° fracción VII y la Ley General de Educación Superior. El intento de aplicar la llamada “Ley Rocha” ha provocado varias manifestaciones de rechazo, una de las cuales congregó a más de 125 mil universitarios. En el mitin desarrollado en el Congreso Local, al que acudieron 20 mil profesores y personal administrativo de la UAS, se alzó la voz contra esa ley y la persecución judicial rochista contra funcionarios universitarios.
Rubén Rocha Moya fabricó la versión del boicot de su segundo informe de gobierno con el falso argumento de que los universitarios cerraron el acceso y salida al Congreso Local, pero la realidad es que tuvo miedo de encarar los reclamos de la comunidad uaseña y porque tiene planes de desencadenar la violencia física y verbal de las tribus morenistas contra los funcionarios de la UAS, sobre quienes, además, desató una feroz cacería judicial para destituirlos de sus cargos y encarcelarlos para desestabilizar la Casa Rosalina, la cual pretende tomar por asalto.
El gobernador hará un llamado a la violencia, incitará a la agresión, en la concentración, en la que el pretexto es informar en torno a su segundo año de gobierno, cuando la verdad es que la convocatoria es para lanzar una andanada de ataques contra los funcionarios de la UAS. El mandatario ordenó a Morena-Sinaloa y a los alcaldes y diputados morenistas acarrearle 20 mil personas para encorralarlas en la explanada de la Unidad Administrativa del Gobierno del Estado. La muchedumbre pagada, aplaudirá al gobernador y de acuerdo al plan, al sketch, gritaran consignas antiUAS.
Así, el mandatario azuza, incita a la violencia. En modo dictador, ensoberbecido por el poder, es el propio gobernador quien provoca la violencia y la genera con su embestida contra la UAS y por el alto grado de ineficiencia de su administración que se convirtió ya en el principal eje detonador de la barbarie política, del caos social, de los feminicidios, de los desaparecidos y del aumento a la delincuencia organizada y común en el estado. Es el propio gobernador quien conduce al colapso económico-social y político a Sinaloa.
Por su concentración en la conspiracion para criminalizar y linchar públicamente a los funcionarios de la UAS, institución a la que pretende destruir para sobre sus cenizas refundar la vieja Universidad del Caos, Rubén Rocha no atiende los problemas que enfrentan los diferentes sectores sociales y económicos, y no coordina ningún trabajo institucional para solucionar, de la mano de los ayuntamientos, la crisis en los servicios públicos que impacta negativamente en la ciudadanía que se ve afectada en sus labores diarias, en su salud, economía y su seguridad, afectando la calidad de vida y provocando un peligroso descontento entre la población insatisfecha.