¿De verdad existen los extraterrestres?
Manuel López Michelone
Hace unos pocos días un exmilitar estadunidense dijo, en una declaración jurada, que el gobierno de ese país tiene restos biológicos de alienígenas, además de naves de seres extraterrestres, las cuales se analizan y se hace ingeniería inversa para lograr avances tecnológicos inimaginables para los seres humanos.
David Grusch ha aparecido en todos los medios por sus declaraciones en pleno Congreso estadounidense, las cuales se hicieron bajo juramento. Grusch fue un alto funcionario de la Inteligencia estadounidense en el pasado y aseguró públicamente que Estados Unidos tiene desde hace décadas un programa secreto con el que captura, recupera y estudia los fenómenos aéreos no identificados. Y aunque este programa estudia un número indeterminado de fenómenos físicos, Grusch aseguró -por si alguien todavía tenía dudas- que hablaba de seres extraterrestres.
Grusch fue el encargado de la dirección del grupo de trabajo del Pentágono sobre casos misteriosos. Y aparentemente habría recibido la orden de identificar todos los dispositivos y programas del Estado que tuvieran por objeto cubrir los fenómenos extraterrestres. Dijo Grusch: “En el desempeño de mis funciones, fui informado de la existencia de un programa extendido durante décadas de captura e ingeniería inversa, al que fui denegado el acceso”.
El exmilitar insiste (bajo juramento), que los Estados Unidos poseen incluso naves extraterrestres del tamaño de un campo de futbol americano y en el Congreso, a pesar de estas declaraciones, no fue mucho más lejos porque por su status, no puede decir más públicamente, aunque los congresistas, en sesiones privadas, bien podrían saber lo que no se puede declarar públicamente.
Esto ha llevado a un sinfín de especulaciones. Durante años se han visto videos y fotografías de aparentes naves extraterrestres. Mucho de este material se ha demostrado como falso. Por ejemplo, con la tecnología actual, más de una persona puede hacer videos muy realistas de platillos voladores surcando los cielos. Sin embargo, en el enorme cúmulo de videos y pruebas, hay una centena que reta cualquier explicación razonable.
En México tenemos a Jaime Maussán, un periodista especializado en estos temas, el cual ha afirmado más de una vez que algunos de los videos que ha presentado son reales, aunque después se sepa que son maquetas, como las del supuesto granjero suizo (se duda que a eso se dedique), Billy Meier, quien presentó un serie de películas en 8 mm que francamente son ingenuas (aunque la tecnología no daba para más en ese momento), en donde se presentan platillos voladores que parecen estar colgados de hilos (https://youtu.be/GMb7kEUZuck). O bien, el video de una chica en un helicóptero, que pasea entre las torres gemelas en NY, en donde Maussán aseguró que se trataba de una nave alienígena sin duda y que además, tal vez nos estaba indicando la suerte final de estas construcciones, destruidas en el ataque del 9/11. Lo que Maussán nunca dijo es que todo fue un video armado para promover un canal de ciencia ficción, SciFi (https://www.dailymotion.com/video/xeu0lv). Y qué decir del famoso OVNI de las Lomas, que Maussán aseguró que era extraordinario y verídico, aunque una larga investigación de Luis Miguel Barrera (http://lamat-realidad-alterna.blogspot.com/2015/11/el-ovni-de-las-lomas-el-autor-revelado.html y http://platovoladorlomas.blogspot.com/) mostraría que fue una animación por computadora.
Regresando a las declaraciones del exmilitar Grusch, sólo tenemos sus impresiones y dichos. No tenemos una sola prueba de la veracidad de sus afirmaciones (aunque hayan sido hechas bajo juramento). Dicho en otras palabras, ni un tornillo de una nave marciana, ni un cabello alienígena, nada, sólo declaraciones supuestamente firmes sobre un tema que, de ser cierto, sería la noticia más importante en toda la historia de la humanidad.
¿Cuál es la verdad? La ciencia no se basa en declaraciones, sino en pruebas que puedan ser analizadas, verificadas y puestas en tela de juicio. Tal vez por eso la repercusión de estas declaraciones se quede en la nada, porque si no hay elementos de prueba suficiente, pues estamos tejiendo supuestas verdades en el aire. ¿O no?