43 de Ayotzinapa: no sólo narcos, policías y hasta militares permitieron su desaparición, reveló The New York Times
Andrés Martínez
A pocos días de que se cumplan nueve años de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el diario New York Times reveló nuevos mensajes de texto inéditos que muestran la colusión de militares, policías, funcionarios y narcos sobre lo sucedido el 26 de septiembre de 2014 en el municipio de Iguala.
Según el medio, “casi todas las ramas del gobierno en esa parte sur de México había estado trabajando en secreto para el grupo criminal (Guerreros Unidos) durante meses, poniendo la maquinaria del Estado en manos del cártel y aplastando cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino”.
El diario estadounidense, quien obtuvo 23 mil mensajes de texto de testimonios y de archivos de las investigaciones, aseguró que los comandantes de la policía recibieron órdenes directas de los narcotraficantes, al tiempo que uno entregó armas a los sicarios de Guerreros Unidos.
El periódico señaló que uno de los comandantes, incluso, siguió a los rivales del grupo criminal por orden del grupo criminal.
Mencionó que los militares que siguieron el secuestro de los de los normalistas, y los cuales no acudieron a su auxilio, habían recibido sobornos por parte del cártel.
Imagen de archivo. Familiares de los 43 estudiantes de la Escuela de Formación de Maestros de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 sostienen pancartas con imágenes de las víctimas durante una marcha para exigir justicia, en Ciudad de México, México. 26 de julio de 2023. REUTERS/Henry Romero
“En los mensajes de texto, que fueron captados mediante escuchas telefónicas, los traficantes y sus colaboradores se quejaban de la infinita codicia de los soldados, llamándolas ‘putxs’ a las que tenían “en la bolsa”, escribió el medio.
El diario estadounidense apuntó que un teniente del Ejército mexicano armó a hombres que estaban vinculados a Guerreros Unidos y ayudó a encubrir a los elementos de la policía que participaron en el secuestro y asesinato de los estudiantes.
Aseguró que los textos revelan que los funcionarios públicos eran empleados del grupo criminal y no sólo se trataba de compra de favores individuales.
“La sumisión del gobierno es lo que hizo posible el asesinato en masa de 43 estudiantes universitarios”, refirió y aseguró que la “lealtad era profunda”.
La investigación detalla que uno de los “socorristas” que acudió a la escena donde fueron secuestrados los estudiantes, también daba información a al cártel del narcotráfico
“Durante meses, las escuchas telefónicas lo capturan enviando actualizaciones minuto a minuto sobre cada movimiento de las fuerzas del orden a un líder de Guerreros Unidos al que llamaba jefe”, se lee en la nota escrita por los periodistas Natalie Kitroeffy Ronen Bergman.
La investigación documentó cómo un forense también estaba coludido con el cártel, funcionario que mandó fotografías de los cuerpos como pruebas del crimen a los estudiantes.
FILE PHOTO: People take part in a march to demand justice for the 43 students from the Ayotzinapa Teacher Training College, in Mexico City, Mexico July 26, 2023. The banner reads “The army knows”. REUTERS/Henry Romero/File Photo
“Después de matar a algunos de los estudiantes, los traficantes incineraron los cuerpos en un crematorio propiedad de la familia del forense”. Señaló que un integrante del cártel mencionó a las autoridades que los hornos se utilizaban comúnmente “para hacer desaparecer a la gente sin dejar rastro”.
El diario New York Times apuntó que las agresiones de Guerreros Unidos a los estudiantes se debió a que el cártel estaba paranoico por las luchas internas dentro de la estructura, además de que sus enemigos iban avanzando dentro del estado.
“Entonces, cuando docenas de jóvenes irrumpieron en la ciudad de Iguala en autobuses de pasajeros, no muy diferentes a los que el cártel usaba para contrabandear drogas a Estados Unidos, los traficantes confundieron su convoy con una intrusión de enemigos y dieron la orden de atacar”, contó el diario.
El New York Times explicó que las comunicaciones del cártel fueron interceptadas en 2014 por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por su sigla en inglés) como parte de una investigación del tráfico de drogas de esta estructura criminal a calles de Chicago, Illinois.
Agregó que pese a que el gobierno de México trató de acceder a los mensajes de texto, no pudo hacerlo hasta que las autoridades estadounidenses se los dieron el año pasado.