México: medalla de oro en criminalidad

Leopoldo Mendívil

“El mundo está en una encrucijada,” empieza diciendo el Índice Global de Criminalidad Organizada 2023, publicado recientemente por la Iniciativa Mundial en contra del Crimen Organizado.

Al día de hoy, 83 por ciento de la población mundial vive en países con niveles altos de criminalidad, esto es cuatro puntos más que en 2021 y, por supuesto, México es uno de ellos. Todos en este país sabemos que el CO nos está acabando; sin embargo, cuando nos lo cuentan desde fuera y con numeritos, el drama vuelve a captar nuestra atención.

El Índice define la resiliencia como la habilidad de un país para enfrentar y alterar las actividades del CO en su conjunto, más que atacar a un mercado en particular a través de medidas políticas, legales y/o sociales. Para medir la resiliencia, el Índice considera 12 indicadores que van desde liderazgo político y gobernanza, hasta la prevención y atención a víctimas. Dentro de tales indicadores, la transparencia y la rendición de cuentas es el que califica más bajo (4.36), seguido del desempeño del poder judicial (4.54). ¿Les suena familiar?

Algo que el Índice reporta con preocupación es la declinación del papel de los actores no gubernamentales como agentes de resistencia, entre ellos a los medios de comunicación. El IGCO los considera vitales para exigir la rendición de cuentas a las instituciones estatales y funcionan como integradores dentro de las comunidades afectadas por el CO.

Lamentablemente, la resiliencia ya es menor que la criminalidad, pues la primera arrojó 4.81 puntos promedio mundial, mientras que la segunda alcanzó 5.03 puntos. Y aquí es donde empiezan las malas noticias para México, porque nuestro país ocupa el tercer lugar mundial por el tamaño de su criminalidad (7.57 puntos), solo despúes de Myanmar y Colombia. Vamos, hay montones de países mucho menos desarrollados que gozan de mejores condiciones.

En cuanto a los mercados ilícitos, el IGCO analizó 15, que van desde el tráfico de personas, flora, fauna, bienes y distintos tipos de droga, hasta los ciberdelitos. Llama la atención que los mercados con más alta puntuación son los delitos financieros (5.98), tráfico de personas (5.82 puntos), tráfico de armas (5.21) y venta de drogas sintéticas (4.95). Como veremos, México tiene un lugar destacado en todos ellos.

El reporte resalta la importancia de considerar a los delincuentes que forman parte o actúan dentro de la estructura del Estado. Como es lógico suponer, tal penetración constituye una barrera enorme para desarrollar e implementar estrategias anti-crimen. Pero lo que llama la atención es la correlación que hace el IGCO entre criminalidad y los regímenes autoritarios.

De hecho, los países que calificaron con 9.0 o más en la penetración del CO en el aparato gubernamental, la gran mayoría son democracias fallidas, pues son deficitarios en cuanto a la aplicación de la ley, la rendición de cuentas, la transparencia y la participación de la sociedad civil. ¿Les sigue sonando familiar?

Ahora veamos algunas particularidades de nuestro país.

En cuanto a los mercados ilícitos, México destaca en el de cocaína (9.0), algo que ocurre hace décadas. El punto es que ahora también sobresale en el de drogas sintéticas: “Con un promedio continental de 7.0, (…) México es el país más afectado por este mercado, alcanzando una puntuación de 9.0. En 2022, México fue un jugador principalísimo en el comercio de drogas, con un incremento importante en la popularidad y producción de ketamina, metanfetaminas y fentanilo.”

Aquí tenemos otro primer lugar. México lidera el tráfico de personas y la migración ilegal, con 8.0 y 9.0 respectivamente. Aunque concedamos que la ubicación geográfica de nuestro país facilita las cosas, el CO ha aprovechado todas y cada una de las deficiencias gubernamentales en su favor.

En cuanto a los crímenes financieros, éstos acumularon 5.98 a nivel global y aquí México se lleva la medalla de oro con 8.50 puntos, debido a que dicho delito involucra no solo al sector privado, sino también a instituciones gubernamentales donde se da lo que aquí llamamos peculado, fraude y/o “mochada”.

Para concluir, México se ubica en el cuadrante de naciones con baja resiliencia y alta criminalidad. O sea, en el peor de los mundos.

La batalla contra el CO, si la ganadora decide empenderla, será ardua y costosa en recursos, dinero y vidas.

Suerte.

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