Sexenio de AMLO, el de más bajo crecimiento desde De la Madrid: Cepal
Rafael Croda
Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, que concluye el año próximo, el Producto Interno Bruto (PIB) de México crecerá a un ritmo promedio anual de 0.7%, la cifra más baja desde el gobierno de Miguel de la Madrid (1983-1988), indicó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Según datos y proyecciones del organismo de Naciones Unidas, en el sexenio de López Obrador México tendrá un menor crecimiento económico que el de todos los gobiernos de lo que él llama “el periodo neoliberal”, desde Carlos Salinas de Gortari (1989-1994) hasta Enrique Peña Nieto (2013-2018).
Hasta en el gobierno de Felipe Calderón (2007-2012) el aumento del PIB –un débil 1.75% por año– fue más alto de lo que será con López Obrador.
“Son muy malos resultados económicos para López Obrador, incluso peores que los de los gobiernos neoliberales, cuando el crecimiento, en general, también fue muy bajo”, dice a Proceso el economista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Emmanuel Salas.
En el sexenio de De la Madrid el PIB apenas aumentó 2.04 puntos porcentuales en seis años, un promedio de 0.34% al año. Es el más bajo crecimiento económico que se ha registrado en México desde El Maximato (1928-1934). El segundo más bajo desde entonces, es el de López Obrador.
Las cifras del “Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2023” de la Cepal señala, además, que en los seis años de gobierno de López Obrador (2019-2024) México será el país de menor crecimiento del PIB en América Latina, después de Argentina.
El PIB de México se incrementará en 4.2 puntos porcentuales en ese periodo –apenas 0.7% cada año–, mientras que Argentina registrará una contracción de -0.8% en ese lapso. Estas dos naciones y Ecuador serán las de peores resultados económicos en la región.
República Dominicana y Panamá, que serán las economías de mayor expansión en América Latina en el periodo 2019-2024, crecerán 22.3 y 21.5 puntos porcentuales, de manera respectiva, un promedio superior a 3.5% cada año.
Manejo ortodoxo
El economista Emmanuel Salas, quien es investigador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (Cempe) de la UNAM, señala que el bajo crecimiento del PIB acumulado en los últimos años está determinado en gran parte por la caída del -8% que registró le economía mexicana en 2020 como consecuencia de la pandemia del covid-19.
“Ese año, la caída pudo haber sido mucho más moderada si el gobierno hubiera optado por políticas anticíclicas, de estímulo a la actividad económica, pero optó por una política ortodoxa, procíclica, en contravía de lo que hicieron muchos países latinoamericanos para enfrentar la pandemia”, asegura.
Y dice que el desplome del PIB de 2020 pesa mucho en el resultado económico del sexenio, a pesar de que en 2022 y este año el PIB ha registrado tasas de expansión por arriba de lo esperado como resultado del incremento del gasto público, que se ha orientado principalmente a financiar las pensiones para adultos mayores, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas.
De acuerdo con Salas, este año la inversión pública creció 10% con respecto a 2022 y para 2024 el gobierno se propone gastar el equivalente al 12.8% del PIB en programas sociales, más de la mitad de los ingresos presupuestales.
El doctor en economía de la UNAM afirma que es una estrategia de gasto que se enmarca en la coyuntura política-electoral y que le va a dejar al próximo gobierno “una situación comprometida en términos de deuda y de déficit fiscal”.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) divulgó hace unos días un comunicado sobre México en el que señala que este año el déficit global se situará en 3.9% del PIB, pero el año próximo se elevará hasta 5.4% del PIB, mientras que la deuda pública se ubicará en 52.7% del PIB.
“La pregunta es si el gasto social del gobierno, que es asistencialista, es sostenible en el tiempo”, señala Salas.
El T-MEC, pilar económico
Según los datos de la Cepal, el crecimiento del PIB este sexenio será el más bajo de los últimos 35 años y el peor desde que iniciaron los gobiernos promercado, con Salinas de Gortari, en 1989, en cuya administración el PIB aumentó a un ritmo de 3.98% año.
Después, en el gobierno de Ernesto Zedillo (1995-2000) la economía creció 3.35% al año, en promedio, mientras que con Vicente Fox (2001-2006) lo hizo a un ritmo de 1.95%; con Calderón 1.75% y con Peña Nieto 2.43%.
Salas señala que en el sexenio de López Obrador, al igual que en los gobiernos de sus predecesores neoliberales, el pilar económico ha sido el acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, hoy conocido con las siglas T-MEC, aunque el actual presidente ha concedido más importancia a la inversión pública y al control estatal del sector energético.
“La transformación de la que habla el presidente no se ha registrado en el área económica, el modelo es el mismo y el gran motor de ese modelo sigue siendo el acuerdo comercial con Estados Unidos, que es el que ahora propicia que México se beneficie con el ‘nearshoring’”, asegura.
De acuerdo con el economista, aunque la narrativa de López Obrador es insistente en el concepto “transformación” lo cierto es que, al menos en el modelo económico, los fundamentos son los mismos del llamado “periodo neoliberal”.
Menos pobreza
Salas señala que en rubro social es donde López Obrador puede mostrar mejores resultados que sus antecesores.
En el sexenio de Calderón, por ejemplo, la pobreza subió en 1.3 puntos, mientras que con Fox y Peña Nieto se redujo en 9.1 puntos y en 3.7 puntos, respectivamente, según mediciones de la Cepal.
Con López Obrador, la pobreza se ubicó el año pasado en 36.3%, 7.6 puntos menos que en 2020, el año más crítico de la pandemia del covid-19, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
De acuerdo con Salas, hay otro tipo de gasto social en el que se han registrado importantes recortes durante el gobierno de López Obrador, lo que ha derivado en una caída en el número de hospitales y escuelas construidas y la asfixia presupuestal de instituciones públicas cuyas acciones tienen un impacto positivo en el bienestar de la población.
Dice que lo que se conoce como “austericidio”, que es recortar programas, aunque hagan falta para atender necesidades sociales, tendrá repercusiones de largo plazo en México, en especial en el desarrollo de capital humano.
“Un país con menos educación y menos salud es un país más improductivo y más desigual”, señala el doctor en economía.