La primera terna, pésima; la segunda podría ser peor
Roberto Vizcaíno
Hay quienes ven como una maldición medieval, que va contra toda lógica en una democracia, la gestión y decisiones del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la vigencia y operación de las instituciones autónomas, y en especial por el grave momento que vive la Suprema Corte debido a que intenta imponer ahí una ministra totalmente obediente a sus deseos e instrucciones.
El mandatario lo busca a pesar de que se comprometió públicamente días después de su asunción -por ahí circula un video de ello-, de que respetaría y no se metería en ninguno de los otros poderes, y especialmente en las decisiones de los ministros de la Suprema Corte y magistrados del Poder Judicial.
Ha hecho todo lo contrario.
Por ello, ante la renuncia adelantada de Arturo Zaldívar, quien concluiría su gestión en diciembre próximo, envió una terna al Senado con tres nombres de abogadas muy cercanas en lo personal a él, y todas de alguna forma subordinadas a su gestión e historia.
En su comparecencia ante los integrantes de la Comisión de Justicia del Senado, presidida por la exministra Olga Sánchez Cordero las tres – Bertha Alcalde, Lenia Batres y María Estela Ríos– reconocieron su lealtad al mandatario y su adhesión a su proyecto.
La oposición senatorial y política en su conjunto, y todo el poder Judicial y la abogacía en México, junto a otros muchos sectores, ven este intento abierto de AMLO por someter a la Corte, como una amenaza a la autonomía misma del Estado Mexicano.
En este contexto la terna propuesta por AMLO y aprobada por mayoría de Morena en la Comisión de Justicia, hoy entrará a debate en el Pleno del Senado donde la 4T no tiene la mayoría Constitucional que requiere este nombramiento.
El procedimiento indica que, si la oposición la rechaza, AMLO tendrá la oportunidad de enviar una nueva terna y si esta vuelve a ser rechazada por la oposición, entonces el Presidente podría designar directamente a la ministra.
¿VA BERTHA ALCALDE?
Frente a esta perspectiva, la oposición en el Senado -integrada por PAN, PRI, PRD y Grupo plural- comenzó a ser confrontada con la posibilidad de que la segunda terna de AMLO podría estar encabezada por Ernestina Godoy, fiscal de la CDMX, quien se ha significado por “armar” expedientes falsos para perseguir a opositores y por recurrir incluso a las intercepciones telefónicas ilegales contra periodistas y críticos del régimen.
Por ello ayer la negociación abierta por el recién reincorporado Ricardo Monreal con la oposición, giró sobre la posibilidad de aprovechar la primera terna y optar por la candidata “menos mala” que podría ser Bertha alcalde, hermana de Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación e hija de Bertha Lujan, excolaboradora muy cercana de AMLO.
Ello conjuraría que AMLO pudiera introducir al Pleno de la Corte a una abogada que por su radicalidad lopezobradorista haría la vida imposible al resto de los ministros, y que erradicaría la imparcialidad en las resoluciones de esa institución.
Hoy esto deberá ser resuelto por el pleno de los senadores.
XÓCHITL, ENTRE ENCUESTAS CENTEVEADISIMAS, Y LA CRITICA INFAME
El presidente Andrés Manuel López Obrador dejó de pronto de descalificar y acusar a El Universal y rápido se supo por qué: una de las hijas del dueño del diario se había incorporado al equipo de Claudia Sheinbaum.
Para amarrar la adhesión, el diario publicó una encuesta que colocó entonces a Claudia muy por sobre Xóchitl Gálvez.
Esta semana se la repitió en el espacio preferente de primera plana con otro sondeo que coloca a Sheinbaum con 48 por ciento de preferencias y con apenas un 24 por ciento para la hidalguense.
Es obvio que se intenta crear la percepción de que Claudia es ya, a 7 y medio meses de la elección, la invencible en esta contienda presidencial.
Otras encuestas, como la de Massive Caller levantada el 26 de este noviembre Sheinbaum adelanta a Xóchitl con 7.8 puntos porcentuales al alcanzar 39.2 por ciento frente al 31.4 de la hidalguense.
Quienes saben de esto, advierten que la de El Universal está absolutamente desfasada mientras que la de Massive Caller es más verosímil.
Este juego normal de crear percepciones entre los posibles votantes ocurre al parejo de otro igualmente repugnante, y es al que acuden algunos “analistas” y columnistas, conductores o editorialistas que han comenzado a quejarse de que la campaña de la hidalguense no prende, que se “desinfló”, que le faltan reacomodos internos, etc.
Este juego de descalificar y crear la percepción entre la ciudadanía de que la opositora no crece, se da cuando vemos que a donde quiera que va es acompañada por miles y miles de simpatizantes de diversos sectores, edades y entidades que muestran que la hidalguense suma rápidamente apoyo y penetra con sus comentarios y propuestas.
Hay además un juego periodístico superficial que la acompaña, que da prioridad a informaciones como el de que en la FIL Xóchitl no supo del titulo de un libro sobre su biografía, para compararla con el traspiés de Enrique Peña Nieto quien no recordó igual el título de un libro que dijo había impactado en su vida.
Un periodismo que distorsiona la realidad cuando la hidalguense planteó en ese foro la necesidad de ir a una nueva política económica que vea primero por los pobres y acabe con un capitalismo que se basa en la explotación de los trabajadores.