México, tercer lugar en criminalidad

Leopoldo Mendívil

Coincido parcialmente con lo expresado por su jefe en la mañanera de ayer sobre los intentos de cuatro obispos de Guerrero por negociar una tregua –que no la paz- en Guerrero. “Ayudan en la pacificación del país,” dijo. “Lo veo muy bien.”

Aprecio la intervención de los prelados, pero no por las mismas razones. El esfuerzo de los religiosos obedece a la desesperación de ver la ineptitud del gobierno estatal y la Guardia Nacional ante la violencia imparable en Guerrero. Pese a los nueve mil 860 elementos de la GN destacados en la entidad, nada parece haber cambiado.

El problema es extensivo a otros estados y peor que se va a poner en este año de comicios.

Seguramente ya le echó un ojo al reporte de Citibanamex titulado “Elecciones 2024: los riesgos de la violencia político electoral”. Sin embargo, el inquilino de Palacio Nacional afirmó que no ve probable “que se desate la violencia política electoral; va a seguir la tendencia en la disminución de los delitos,” porque él no establece “relaciones de complicidad con nadie, entonces, hay nada qué temer.”

Con la novedad, doña Claudia, que las bandas del CO ni le van a avisar, ni le van a pedir permiso porque se saben impunes; además, no es con don Andrés con quien les interesa “negociar” a nivel local.

Olvidémonos de la droga e, incluso, de los asesinatos, que supuestamente han disminuido. Lo cierto es que hay dos delitos que mantienen una alza imparable: las desapariciones (o sea, asesinatos no registrados) y la extorsión. Nada más le cuento que de las cinco mil 700 fosas registradas –nótese, solo registradas- la mitad se dieron en la presente administración.

Medios nacionales y estatales han reportado continuamente ataques a oficinas gubernamentales, secuestro de funcionarios y bloqueos cometidos por las bandas del CO en su disputa por las cuotas de derecho de piso correspondientes al transporte público, distribución de alimentos y toda actividad económica existente. La extorsión es la fuente de ingresos de las células –digamos menores- de los grandes cárteles.

Así pues, doña Claudia, las bandas del CO no necesitan al presidente para operar; ni falta que les hace. Van por el control de los alcaldes y los diputados locales para seguir con su muy redituable negocio del derecho de piso. Y sí, docotra Sheinbaum, eso va a desatar la violencia electoral.

En su reporte, Citibanamex cita a “Data Cívica, la cual contabiliza los ataques, asesinatos, atentados y amenazas contra personas que se desempeñan en el ámbito político gubernamental, así como contra familiares y colaboradores, y contra instalaciones de gobierno o de partidos. Comparado con los dos años previos al proceso electoral federal del 2021, durante los últimos dos años, el número de ese tipo de agresiones se ha incrementado más de 400 por ciento.”

Además de las amenazas esperadas a los candidatos, el problema se incrementará cuando el aspirante A sea coercionado o comprado por una banda y el aspirante B sufra lo mismo por parte de la banda contraria. A ver cómo dirimen la competencia y me temo que no será por medio de los votos.

Permítame traer a cuento lo publicado en este espacio el martes pasado: el INE tiene detectadas ¡13 mil secciones! con problemas de violencia. Los riesgos de seguridad no solo son para los candidatos, sino también para los capacitadores del INE y los funcionarios de casilla.

En fin, doña Claudia, para vergüenza nacional, México ocupa el tercer lugar mundial en los países con más criminalidad (7.57 puntos); estamos peor que naciones tan emproblemadas como Afganistán (7.10).

No puede ser de otra manera. De los mercados criminales medidos por el Índice Global de Crimen Organizado 2023 y sin contar las drogas, dígame en cuál ha mejorado México: trata y tráfico de personas, extorsión, tráfico de armas, comercio de productos falsificados, comercio ilícito de bienes de consumo especiales (como la gasolina), delitos cibernéticos y delitos financieros.

Ninguno.

Dice el presidente que “todos tenemos que contribuir” a la pacificación del país. Ojalá él hubiera hecho su parte en los cinco años de su gobierno.

De llegar usted a la Presidencia, ¿también le echará la culpa a Genaro García Luna? ¿O empezará a reconvenir a los 23 gobernadores de MORENA y a la Guardia Nacional?

Si no lo hace, el segundo piso de la 4T que usted pretende edificar, se le va a caer peor que la línea 12 del Metro. Solo que con muchos más muertos, más pérdidas económicas y mayor inestabilidad.

Con información de Crónica

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