Xóchitl Gálvez arranca campaña en Fresnillo, la ciudad con más miedo de México: “Se acabaron los abrazos a los criminales”
Elías Camhaji
La oposición ha elegido Fresnillo, la ciudad con la percepción de inseguridad más alta de México, como la primera parada de Xóchitl Gálvez, su candidata presidencial. “Vamos a regresar la paz y la tranquilidad al país”, afirmó la aspirante, en un mitin que inició pasada la medianoche, en los primeros minutos de este viernes. “Se acabaron los abrazos a los criminales”, agregó. La estrategia de Gálvez ha sido clara en el arranque de la campaña: mandar un mensaje a sus rivales con el primer acto político de la contienda, poner el combate a la delincuencia en la parte más alta de su lista de prioridades y convencer a los votantes de que es la única opción que puede hacer frente a Claudia Sheinbaum, la abanderada oficialista y la puntera en la mayoría de las encuestas.
Gálvez se plantó en el centro de Fresnillo ―donde más del 96% de los habitantes se sienten inseguros, según datos oficiales― para presentarse como la candidata que no tiene miedo, que va a marcar el ritmo de la carrera y que va a desafiar la hegemonía del proyecto político de Andrés Manuel López Obrador. “Va a terminar esta larga noche de violencia porque nosotros sí vamos a enfrentar a la delincuencia”, adelantó a principios de esta semana para explicar la decisión de arrancar en el Estado de Zacatecas, epicentro de la inseguridad que azota al país y donde dos asesinatos de políticos han marcado los primeros meses del año.
“Desde aquí quiero mandar un mensaje de esperanza”, dijo a su llegada a la ciudad, tras sostener un encuentro privado con víctimas de la violencia. La candidata expuso un plan de cinco puntos contra la delincuencia, en el que destacan las propuestas de duplicar el número de agentes de la Guardia Nacional para alcanzar los 300.000 efectivos y retirar al Ejército de las tareas civiles encomendadas en el Gobierno de López Obrador. “A los civiles lo que es de los civiles, a los militares lo que es de los militares”, señaló. También planteó que México y Estados Unidos asuman el control conjunto de las aduanas, fortalecer a los Gobiernos estatales y municipales, y mejorar las condiciones salariales y de seguridad social de las policías en el país. “Morena defiende la soberanía de los cárteles. Yo defiendo la soberanía de los mexicanos”, dijo sobre su estrategia. “Morena es narco y miedo. Vamos a ganar”, agregó.
La abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México ―integrada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD)― apostó por un acto inaugural de poco más de una hora de duración, con una fuerte carga simbólica y en el que sacrificó el arropo multitudinario de sus simpatizantes. La candidata cedió el micrófono en los primeros minutos a la madre buscadora Leticia Castañeda, pidió un minuto de silencio “por todas las personas asesinadas en el país” y levantó el puño derecho antes de comenzar a hablar.
En el mitin, la exsenadora de 61 años redobló sus críticas a la política de seguridad de López Obrador, conocida de forma coloquial como “abrazos, no balazos”, e insistió en que la elección aún no está definida, más allá de lo que digan las encuestas y de cuán cuesta arriba parezca la contienda. “Ante este dolor, ante esta muerte, ¿qué nos dice Claudia Sheinbaum? Que México está mejor que nunca”, aseguró Gálvez. “Quieren que nos acostumbremos a la barbarie”, agregó, “sí es posible un México sin miedo”. Desafiar la narrativa de que Sheinbaum es la gran favorita para convertirse en la primera presidenta en la historia de México será el principal reto de su campaña, así como aglomerar el descontento con la actual Administración y demostrar a los electores de que cuenta con un proyecto alternativo a la llamada Cuarta Transformación, encabezada por Morena, el partido gobernante.
El evento de arranque de campaña de Gálvez comenzó con una caminata de cerca de un kilómetro hasta llegar a la plaza principal de la ciudad, frente al palacio municipal. Una caravana de simpatizantes encendió velas para mandar un mensaje contra la delincuencia y portó pancartas de cartón para mostrar su respaldo. “Tenemos que apoyar lo que creemos que es mejor para el país”, señala Esperanza Aguirre, de 58 años, quien admita que lleva más de una década sin salir de noche de su casa. “Es una angustia, cuando salimos, no sabemos si vamos a regresar”, agrega. Gálvez fue recibida entre gritos de “¡Xóchitl presidenta!” de sus seguidores y una batucada. “Es un hecho histórico para nosotros, demuestra que tiene fe en Fresnillo”, concuerda María Isabel García, de 65 años. “Queremos un cambio, no estamos de acuerdo con el actual Gobierno”, afirma Pedro, un minero de 35 años, que pide no revelar su apellido.
Pese a que es prácticamente imposible no escuchar “Fresnillo” e “inseguridad” en la misma frase, miles de personas se volcaron para demostrar que la ciudad es más que el miedo, que tiene una identidad y anhelos propios, que quiere paz. Fue un grito de batalla, pero también de hartazgo y de catarsis. La candidata encabezó el contingente en silencio y con el semblante serio, aunque trató también de mostrarse empática y cercana a sus seguidores. Las calles alrededor de la columna de gente permanecieron desiertas, un recordatorio del tamaño del problema.
El miedo es una realidad que se palpa en Fresnillo y que va más allá de cualquier discurso político. La llegada de Gálvez, bajo el lema Por un México sin miedo, ha provocado el despliegue de un fuerte dispositivo de seguridad y una mayor presencia de la Policía estatal, el Ejército y la Guardia Nacional. Ninguno de los tres dirigentes nacionales de los institutos políticos que la postularon estuvo presente. Sí estuvieron en la comitiva su jefe de campaña, Santiago Creel, y su jefa de oficina, Kenia López Rabadán, así como diputados locales y federales, alcaldes de la oposición y representantes estatales del PRI, el PAN y el PRD.
Será hasta la tarde de este viernes cuando Gálvez intente competir por el foco mediático con Sheinbaum, que eligió el Zócalo de Ciudad de México para lanzar su campaña. La candidata opositora sostendrá un mitin masivo en el estadio Sergio León Chávez de Irapuato, en el Estado de Guanajuato, otro foco rojo de la violencia y un bastión histórico del PAN, la fuerza opositora más votada del país. En un inicio, el plan era empezar la campaña en la capital, donde cerró la precampaña a mediados de enero y recobró el impulso que parecía haber perdido en las primeras semanas tras ganar la candidatura opositora, ante unos 20.000 seguidores en la Arena Ciudad de México. El ajuste se dio hace dos semanas, contó a EL PAÍS su equipo de colaboradores, para tener un calendario que cubriera las principales ciudades del país en los primeros días de la campaña, así como los Estados donde el voto opositor es fuerte.
La agenda de Gálvez está marcada por un inicio frenético: después de Fresnillo, el recorrido continuará con actividades en Aguascalientes, otro territorio gobernado por Acción Nacional, e Irapuato, donde está previsto que cierre la jornada y se esperan alrededor de 25.000 personas. El fin de semana seguirá con actividades en Guadalajara, Monterrey y la capital, las tres zonas metropolitanas más pobladas del país, en los primeros pasos de una carrera maratónica de casi 90 días hasta llegar a los comicios del próximo 2 de junio.
Con información de El País