El ingrediente que necesita la elección judicial

Fernando Díaz Naranjo

El próximo primero de junio nuestro país tendrá una elección inédita ya que, a raíz de reformas constitucionales y legales aprobadas por el Legislativo a finales del año pasado, la ciudadanía podrá ejercer su derecho al voto por primera vez para elegir a diversas figuras del Poder Judicial de la Federación.

La responsabilidad que la ciudadanía resulta bastante grande pues podremos elegir a las y los ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a las magistradas y magistrados de la Sala Superior y de las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), a las personas que integrarán el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, así como a las personas magistradas de Circuito y a las y los juzgadores de Distrito.https://8341e76b4d9558f02158779ac8152269.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html?n=0

El reto no es menor, sobre todo para las autoridades electorales que han tenido que avanzar pese a controversias legales presentadas y ante un recorte importante de recursos presupuestales.  No obstante, estoy seguro de que la organización y desarrollo de la elección se realizará de acuerdo con lo que nos ha demostrado el Instituto Nacional Electoral (INE) durante los procesos electorales de otros años.  

Por su parte, el Tribunal Electoral ha estado resolviendo diversos medios de impugnación relacionadas con la elección judicial y en su oportunidad dará la acreditación jurídica respectiva con la calificación que determine de este proceso electoral judicial.

Entonces, ¿qué ingrediente necesitaría la elección judicial para que la podamos considerar plena?  Por supuesto, la participación de la ciudadanía, es decir, la concurrencia que las y los mexicanos que estén inscritos en los listados nominales concurran a emitir su voto en las urnas que se instalarán a lo largo y ancho del país.

Diversos especialistas han señalado que la participación de las y los ciudadanos en diversos ejercicios democráticos como lo son las elecciones, son un referente que le da credibilidad o no a un sistema político, a sus normas, a los actores políticos y a las y los candidatos que buscan un cargo de elección popular.

Esto se traduce que, entre mayor participación de las y los mexicanos mayor confianza en el sistema electoral, a las reglas del juego e incluso a las instancias políticas participantes.  En tanto, una participación menor puede tener múltiples lecturas que van desde el desinterés de la población por un ejercicio como el presente, falta de información o de difusión adecuada, rechazo a este tipo de ejercicios, entre otros, dejando la decisión del resultado electoral en unos cuantos.

Al respecto, es de llamar la atención las declaraciones de la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei que, en entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva señala que se estima una participación entre el 8 y el 15%, tomando como referencia la elección de revocación de mandato.  (publicado en el Diario La Razón el 17/01/2025).

Este dato debería de provenir de un estudio serio que mida justamente la posible participación de la ciudadanía en la elección judicial y no de un registro comparativo de un proceso totalmente diferente. 

Recientemente el INE aprobó un Programa para la participación ciudadana para la elección judicial.  De su lectura puede apreciarse una serie de acciones que buscan una participación aceptable de la ciudadanía.

Esperamos que este ejercicio pueda contar con una mayor participación a la estimada, de lo contrario muchas serán las voces que señalarán que dicho proceso fracaso, harán cuentas del costo de cada voto, se expondrán que mejor se hubiera invertido dicho recurso en políticas públicas, entre otras expresiones.

Por ello, cumplamos con nuestra obligación constitucional de votar. 

Con información de La Silla Rota

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