Rocha, el “hermano incómodo” bajo sospecha y el estado de desastre
Álvaro Aragón Ayala
El gobernador Rubén Rocha Moya se convirtió en el otro “hermano incómodo” del presidente Andrés Manuel López Obrador, por no decir el loco, el enfermo de poder, el desquiciado, el cínico, el generador de conflictos, de violencia, de confrontaciones, de un gobierno corrupto y persecutor y secuestrador de los universitarios.
Perseguido por sus propios fantasmas, odiado por el pueblo, bajo el estigma del atraco a las finanzas públicas de sus hijos de apellido Rocha Ruiz –cartelrocharuiz.com -, el gobernador pasó a ser miembro por adopción de la familia López Obrador: “Rubén es como, no es como, es mi hermano. Nos conocemos, ya llovió, desde hace muchos años y vamos a seguir apoyando al pueblo de Sinaloa…”, dijo el presidente.
Quienes saben “del final de los tiempos”, entienden que para Rubén Rocha no es el mejor momento ingresar a la familia López, menos con la categoría del “hermano incómodo”, porque los conflictos propios del presidente -hashtag #narcopresidente- obliga al FBI, a la DEA, al Departamento del Tesoro y al Departamento de Justicia, a colocarlo en una “línea especial” de investigación por sus presuntos enlaces con los poderes fácticos.
El periodista Héctor de Maulón documentó una línea de financiamiento del pseudo empresario y narco-huachicolero, Sergio Carmona, asesinado en san Pedro Garza García, Nuevo León, que vincula a Rubén Rocha Ruiz en la recepción de un millón de 700 mil dólares en apoyo a la campaña estatal 2021 de Rubén Rocha Moya.
En su gira de trabajo por el sur de Sinaloa, en Mazatlán, López Obrador quedó sorprendido del odio de los universitarios contra el “hermano incómodo”, aborrecimiento generado por el intento del nuevo carnal de tomar por asalto a la Universidad Autónoma de Sinaloa por la vía de una Ley Estatal de Educación Superior del Estado y la criminalización y penalización de los directivos de la UAS.
Los gritos de “¡Traidor! ¡traidor!”, de “¡Fuera Rocha!, ¡fuera Rocha!”, clavados por los universitarios a un desencajado Rubén Rocha, motivaron al presidente a enviar a una comisión especial de la SEP y la secretaría de Gobernación para, primero, dimensionar la confrontación UAS-Rubén Rocha, ir a sus orígenes, y luego buscar posibles rutas solución.
Derivado de su enfermizo deseo de apoderase del control de la UAS, Rubén Rocha descuidó Sinaloa y lo zambutió en la ingobernabilidad, en un estado atrapado por los feminicidios, por el llanto y reclamo de los familiares de los desaparecidos nunca buscados por la Fiscalía General de Justicia del Estado, por los “levantados” que aparecen muertos, por los asesinatos diarios derivados de los “ajustes de cuentas”, por el robo de vehículos, y por el abandono de los sectores primarios y secundarios de la producción.
De un análisis del Instituto de Información Estadística y Geografía de Jalisco, publicado el pasado 23 de enero, se desprende que el gobierno rochista acaba de recibir otro galardón negro, pues colocó en el mapa nacional a Sinaloa, en el top 3, en investigaciones o carpetas abiertas en la Fiscalía General de la República por delitos contra la salud y relacionados a la delincuencia organizada ¿Y el “hermano incómodo” ?, de mal en peor, de mal en peor….